Descarta la Sedesol plan 'B' para pobres

Ante la posibilidad de que el Congreso rechace el impuesto del 2 por ciento generalizado en bienes y servicios, propuesto por el Presidente Felipe Calderón, el Gobierno federal no tiene un "plan B" para financiar programas sociales de combate a la pobreza, aseguró Ernesto Cordero, titular de Sedesol.

"Para los pobres, para las familias que están en condiciones de pobreza no hay 'plan B'.

"Están en una situación que se está agravando como consecuencia de las crisis alimentarias y económica mundial. Lamentablemente los ingresos recurrentes como el petróleo se acabaron y es fundamental cubrirlos con recursos tributarios", señaló.

El funcionario insistió en que el mejor mecanismo de apoyo es a través del impuesto del 2 por ciento, por ser un esquema auditable, evaluable y transparente.

En contraste, añadió, los costos de no recaudar recursos para los pobres son más graves: que las familias no coman, que los niños dejen la escuela para irse a trabajar, o que los jóvenes caigan en la delincuencia.

"La falta de ingreso puede generar muchísimas problemáticas y una de ellas es la delincuencia", dijo en conferencia de prensa.

De acuerdo con cálculos de Sedesol, basados en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares, el impacto del impuesto en las familias en pobreza extrema sería de 69 pesos mensuales, considerando que el total de su gasto mensual monetario, 3 mil 466 pesos, lo destinarían al consumo de bienes y servicios.

Mientras que el apoyo que recibirían sería 13 veces más de este gasto, con los 905 pesos al mes en promedio que se les canalizarían a través del programa Oportunidades.

Según los datos de pobreza 2008 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, en México hay alrededor de 50 millones de personas en algún tipo de pobreza, de los cuales 26 millones están en pobreza de capacidades.

Los cálculos de Sedesol señalan que estos mexicanos en pobreza quedarían cubiertos por los subsidios que con la propuesta pretenden abarcar a 34 millones de mexicanos.

Sin embargo, cabe aclarar que la medición de pobreza de Coneval -basada en la del ENIGH- no captó el impacto de la crisis económica mundial por la fecha en que se llevaron a cabo las encuestas, por lo que el nivel de pobreza podría ser mayor al estimado por Sedesol para su propuesta.

Rechazó los estudios publicados hasta ahora en los que se advierte que el impuesto impactaría más a los pobres y sostuvo que de no aprobar el impuesto de combate a la pobreza el costo sería que las familias dejen de comer o los niños dejen la escuela para trabajar.

Cuestionado sobre la posibilidad de redistribuir recursos del Gobierno federal, como los gastos fiscales, para obtener recursos sin tener que cobrar impuesto a los más pobres, Cordero dijo que la propuesta es "bienvenida", pero dejó la tarea a los legisladores de "tapar hoyos fiscales".

"2010 va a ser un año muy difícil para las familias de México, es un momento de tener altura de miras, de no politizar esto.

"El Poder Ejecutivo envió al Congreso el paquete económico estableciendo claramente sus prioridades y cómo obtener los recursos. Nosotros hicimos una propuesta responsable, esperamos que el debate en la Cámara de Diputados sea responsable y que no pierdan de mira lo que es prioritario para el País", señaló Ernesto Cordero.

Daniela Rea, Reforma, 15 de septiembre.