Aclaró que los pobres no se verían afectados con la propuesta del paquete económico del Ejecutivo, ya que con el aumento del presupuesto a Oportunidades y Apoyo Alimentario se incorporará a 34 millones de los 50 millones que padecen pobreza patrimonial, según cifras de 2008.
En conferencia de prensa, en la que defendió el impuesto generalizado de 2 por ciento, señaló que “para las familias que están en condiciones de pobreza no hay plan B, ya que están en una situación que se agrava a consecuencia de la crisis alimentaria y mundial”. Es fundamental respaldar, indicó, “con toda la fuerza del Estado a las familias más pobres en este momento de crisis”.
Agregó que “lamentablemente los ingresos recurrentes del gobierno federal que eran del petróleo se acabaron, y es fundamental cubrirlos con alguna otra fuente de ingresos, que son los tributarios”.
De acuerdo con la encuesta Ingreso Gasto 2008 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dijo, una familia en pobreza alimentaria tiene un gasto mensual de 3 mil 466 pesos al mes, y bajo el supuesto de que todo lo gastaran en bienes que van a pagar, esta contribución de 2 por ciento tendría un impacto de 69.32 pesos al mes por hogar, el cual recibirá 13 veces más con Oportunidades, un promedio de 905 pesos.
El “costo de no tener recursos para apoyar a las familias más pobres es enorme, y tiene consecuencias gravísimas”, dijo al preguntársele sobre las implicaciones de una negativa de los legisladores a aprobar el impuesto de 2 por ciento.
“Cuando las familias caen en pobreza alimentaria y no tienen apoyos para salir adelante, lo primero que hacen es saltarse comidas, sustituir proteínas por carbohidratos, sacar a los niños de la escuela para mandarlos a trabajar y que contribuyan al ingreso familiar. Esto es lo que está en juego y es lo que hay que evitar.”
Añadió que “evidentemente planteamos que la ampliación de padrones a zonas urbanas y del ingreso por familia sin duda ayudará a que las familias o los jóvenes no encuentren la salida falsa de la delincuencia”.
A la pregunta de si con este planteamiento criminalizaba la pobreza, precisó: “lo que estoy diciendo es que la falta de ingreso en las familias mexicanas sin duda puede agravar el problema de la delincuencia”.
La propuesta del gobierno, apuntó, indica que gracias al incremento de 2 por ciento del impuesto, un hogar afiliado a Oportunidades va a recibir un promedio de 905 pesos al mes, 240 pesos más de lo que obtiene actualmente. “Todos deberíamos estar de acuerdo en que la prioridad para el país es el combate a la pobreza y destinar una mayor cantidad de recursos para su combate.”
Puntualizó que con esta propuesta “las familias más pobres de México no se van a a ver afectadas con el paquete económico que se envió; por el contrario, se van a ver beneficiadas”.
No hay una afectación a las familias más pobres, ya que el padrón que se amplía incluye a las que están en pobreza alimentaria, agregó.
Cordero Arroyo afirmó que con la incorporación de 6.5 millones de hogares –actualmente son 5 millones– a los programas Oportunidades y Apoyo Alimentario en total se atenderá a 34 millones de personas en pobreza, entre las que están incluidas los 26 millones de pobres de capacidades –aquellos que no tienen acceso a educación y salud– y los 20 millones de pobreza alimentaria, que no alcanzan a comprar la canasta básica.
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