VILLAVICENCIO, Colombia (Agencias).— El operativo para que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entreguen dos rehenes que están en su poder arrancó ayer con el viaje de la misión humanitaria encabezada por Piedad Córdoba a Brasil y después de que la guerrilla confirmara que las liberaciones de dos soldados son un hecho, pero no la entrega de un policía muerto en cautiverio.
La misión partió de Bogotá hacia la fronteriza localidad brasileña de San Gabriel de Cachoeira, donde aguardan los helicópteros que recogerán a los rehenes en un lugar de las selvas del sur de Colombia. El grupo está integrado por Córdoba; dos representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja; el obispo de Magangué, Leonardo Gómez, y dos miembros del colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), Hernando Gómez y Ricardo Montenegro.
“Arrancan las liberaciones”, aseguró la senadora a través de la red social Twitter poco antes de partir a Brasil, al tiempo que expresó su confianza en que “todos los compromisos adquiridos por las partes se cumplirán”. El jueves por la noche, el Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, indicó en un breve comunicado que “la primera liberación, si todo sale bien, se hará el domingo, (y) la segunda el martes”. Los rehenes que serán liberados son el sargento Pablo Emilio Moncayo y el soldado Josué Daniel Calvo. “Nuestra decisión de liberar unilateralmente al sargento Moncayo y al soldado Calvo es irrevocable” afirmó el secretariado de las FARC. En un principio, se dijo que las liberaciones serían sábado y lunes, pero fueron pospuestas, según los captores, “a consecuencia de los acrecentados operativos militares”. El gobierno negó tener presencia militar en la zona.
En cuanto al cadáver del policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio en 2006 tras más de siete años de secuestro, no será entregado por el momento, como prometió la guerrilla, que argumentó que “El Ejército ocupa el área donde se encuentran” los restos. La madre del policía, Emperatriz de Guevara, imploró a las FARC que le entreguen los restos de su hijo.
“Estoy dispuesta a ir por los restos de mi hijo donde Alfonso Cano (jefe máximo de las FARC) me diga”, dijo la mujer en entrevista con la radioemisora Caracol. También pidió a la guerrilla que “diga la verdad, si tiene los restos de Julián, si es cierto que me los va a devolver”. Moncayo es el rehén más antiguo en poder de las FARC, con 12 años de cautiverio, mientras Calvo, quien al parecer está muy enfermo, fue secuestrado el 20 de abril de 2009.
El presidente Álvaro Uribe volvió a garantizar ayer la seguridad del operativo de liberación de ambos rehenes, pese al ataque en Buenaventura de esta semana que autoridades atribuyen a las FARC.
La guerrilla atacó ayer un helicóptero militar, con saldo de un coronel herido, en el departamento del Meta. El gobierno acusó además a las FARC de haber utilizado a un niño de 12 años, quien murió al explotar la bomba que llevaba —sin él saberlo— frente a un cuartel en el municipio de El Charco, el jueves.
En los últimos días, las FARC han incrementado sus acciones terroristas en diferentes puntos del país.
La misión partió de Bogotá hacia la fronteriza localidad brasileña de San Gabriel de Cachoeira, donde aguardan los helicópteros que recogerán a los rehenes en un lugar de las selvas del sur de Colombia. El grupo está integrado por Córdoba; dos representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja; el obispo de Magangué, Leonardo Gómez, y dos miembros del colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), Hernando Gómez y Ricardo Montenegro.
“Arrancan las liberaciones”, aseguró la senadora a través de la red social Twitter poco antes de partir a Brasil, al tiempo que expresó su confianza en que “todos los compromisos adquiridos por las partes se cumplirán”. El jueves por la noche, el Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl, indicó en un breve comunicado que “la primera liberación, si todo sale bien, se hará el domingo, (y) la segunda el martes”. Los rehenes que serán liberados son el sargento Pablo Emilio Moncayo y el soldado Josué Daniel Calvo. “Nuestra decisión de liberar unilateralmente al sargento Moncayo y al soldado Calvo es irrevocable” afirmó el secretariado de las FARC. En un principio, se dijo que las liberaciones serían sábado y lunes, pero fueron pospuestas, según los captores, “a consecuencia de los acrecentados operativos militares”. El gobierno negó tener presencia militar en la zona.
En cuanto al cadáver del policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio en 2006 tras más de siete años de secuestro, no será entregado por el momento, como prometió la guerrilla, que argumentó que “El Ejército ocupa el área donde se encuentran” los restos. La madre del policía, Emperatriz de Guevara, imploró a las FARC que le entreguen los restos de su hijo.
“Estoy dispuesta a ir por los restos de mi hijo donde Alfonso Cano (jefe máximo de las FARC) me diga”, dijo la mujer en entrevista con la radioemisora Caracol. También pidió a la guerrilla que “diga la verdad, si tiene los restos de Julián, si es cierto que me los va a devolver”. Moncayo es el rehén más antiguo en poder de las FARC, con 12 años de cautiverio, mientras Calvo, quien al parecer está muy enfermo, fue secuestrado el 20 de abril de 2009.
El presidente Álvaro Uribe volvió a garantizar ayer la seguridad del operativo de liberación de ambos rehenes, pese al ataque en Buenaventura de esta semana que autoridades atribuyen a las FARC.
La guerrilla atacó ayer un helicóptero militar, con saldo de un coronel herido, en el departamento del Meta. El gobierno acusó además a las FARC de haber utilizado a un niño de 12 años, quien murió al explotar la bomba que llevaba —sin él saberlo— frente a un cuartel en el municipio de El Charco, el jueves.
En los últimos días, las FARC han incrementado sus acciones terroristas en diferentes puntos del país.
El Universal, 27 de marzo.
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