"¿Ya nos vamos o puedo dejar aquí mis tiliches?", preguntó Beatriz Paredes mientras salía del cuarto que se le había asignado para que se recogiera y se preparaba en lo que empezaba el debate.
Miguel Ángel Mancera, mientras, ponderaba la conveniencia de tomarse un vaso de agua a pocos minutos de sentarse durante más de una hora en una silla.
A los dos se les extinguió rápidamente la conducta: había llegado el momento de empezar. Mientras afuera convencían a los asistentes de que tomaran su lugar; adentro, había llegado el momento de rifar los turnos al habla.
Los tres candidatos se dejaron de cosas y entraron en carácter. Para empezar, se saludaron como si hubieran sido compañeritos de la secun y les diera un enorme gusto verse. Sonrieron para todas las fotos, exhibiendo unas sonrisas blancas, blancas e inocentes, inocentes. Nadie hubiera dicho que los tres estaban compitiendo por sentarse en la misma silla.
La logística del sorteo se tornó compleja: para empezar, ninguno de los presentes se animaba a sostener y pasar la urna con los tres papelitos de los tres turnos al habla, sin duda porque temían las consecuencias de asumir tamaña responsabilidad; en una de ésas, el cargo venía con todo y vestido blanco y la consecuente exhibición de porciones considerables de su anatomía.
Pero nada de eso sucedió. Transcurrió en paz, y sin sobresaltos. Al grito de "primero las damas", sacó un papelito la candidata del PAN -con el número 3-, luego la del PRI -con el número 2- y al final el del Movimiento Progresista -obviamente-, con el 1.
Juana Inés Dehesa, Reforma, 9 de mayo.
'¿Puedo dejar mis tiliches?'
Elecciones 2012, GDF, PAN, PRD, PRI Medios México miércoles, 9 de mayo de 2012 0 comentarios
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