Chávez marca el inicio del año

BUENOS AIRES.— Por donde se lo mire el 2013, un año en que se celebrarán elecciones presidenciales en varios países de América Latina, viene marcado con el sello de Hugo Chávez, convaleciente de cáncer.

De hecho, en los próximos días quedará dirimido si Chávez puede o no asumir un nuevo periodo al frente de la presidencia, o si se logra un acuerdo para postergar la toma de posesión de su nuevo mandato. De no poder hacerlo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) deberá convocar a nuevas elecciones en un plazo de 30 días, después de recibir la orden del presidente en ejercicio, Nicolás Maduro, tal como reza la Constitución.

Pero sin informaciones sólidas, todo depende de cómo evolucione la salud del mandatario o del momento en que aparezca en público.

Así, de lo que pase en Venezuela y de la marcha de la economía en Brasil, dependerá buena parte del ritmo político y económico en la región. El gobierno de Dilma Rousseff viene librando dos batallas al mismo tiempo. Una para recuperar la economía que cierra un 2012 con escaso crecimiento del PIB, y otra contra la corrupción. En se campo nadie parece estar a salvo, ni siquiera el ex presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, a quien ya rozó el escándalo del “mensalao”, en el denominado “juicio del siglo”. De quedar envuelto, por ejemplo, en el caso de tráfico de influencias de su ex secretaria Rosemary Novoa Noronha, destituida por la propia Rousseff de su cargo de jefa de gabinete de la presidencia en Sao Paulo, se vería obligado a abjurar de intentar una nueva candidatura.

En materia electoral, el ecuatoriano Rafael Correa se postula a la reelección en las presidenciales del 17 de febrero.

Esos comicios inauguran el cronograma electoral de la región. Correa enfrenta a una oposición variopinta y sin la fuerza necesaria, al menos en las encuestas, para amenazar a su gobierno.

Dos meses después, el 17 de abril, serán los paraguayos los que acudirán a las urnas para elegir al reemplazante de Federico Franco y así terminar con la crisis que comenzó el 23 de junio último con la destitución de Fernando Lugo, quien por cierto no será candidato.

Son cuatro los postulantes que competirán en esos comicios en los que el Partido Colorado (PC), con el empresario Horacio Cartés, aparece como favorito para llevar al viejo partido de regreso al poder. El oficialista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) designó al ex ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre, y los partidos de izquierda, que sustentaron a Lugo en el poder, candidatean al ex ministro del Interior, Rafael Filizzola.

Argentina deberá atravesar las elecciones legislativas del mes de octubre (que aún no tienen fecha definitiva) en las que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se juega la gobernabilidad para sus últimos dos años de mandato. Algunos kirchneristas todavía aspiran a que esos comicios terminen refrendando a la jefa de Estado de tal manera que se anime a intentar un cambio constitucional para una nueva reelección, aunque eso por ahora parece una utopía.

Las últimas elecciones de peso de la región, en un año en que no se avizoran grandes cambios coyunturales, serán en Chile, el 13 de noviembre. Allí la Concertación Democrática (CD) aspira a conseguir el regreso al Palacio de La Moneda. Para ello contará con los servicios de la ex presidenta Michele Bachelet, quien confirmará su candidatura, de acuerdo con fuentes cercanas a su entorno, “en marzo”, muy probablemente el Día Internacional de la Mujer, el 8 de ese mes.

Favorita en todas las encuestas, Bachelet supo hacer de su silencio la mejor herramienta de crecimiento político, mientras la gestión de Sebastián Piñera avanza en un cono de sombras similar a aquel en que se encuentra envuelta la verdad sobre la salud de Chávez, que podría marcar todo este 2013.

José Vales corresponsal, El Universal, 8 de enero.