CARTAGENA DE INDIAS.- La Declaración de Cartagena que firmaron seis jefes de Estado, confiere al combate contra el narcotráfico carácter de responsabilidad común y compartida, con especial énfasis en la coordinación de estrategia entre los países de la región latinoamericana.
La Cumbre Regional Sobre el Problema Mundial de las Drogas, Seguridad y Cooperación arrojó un plan de acción, cuyo objetivo general apunta al fomento de la coordinación y cooperación entre los estados.
Los cuatro ejes de acción comprenden la reducción de la oferta y de la demanda de drogas, los delitos conexos y el momento de la cooperación y planes para el desarrollo alternativo.
"La lucha contra el problema mundial de las drogas es una responsabilidad común y compartida que debe encararse de manera coordinada en todos los eslabones de la cadena: demanda, producción, tráfico, distribución, desvío de precursores químicos y otras sustancias utilizadas en la producción de drogas ilícitas, lavado de activos y demás delitos conexos", establece la declaración.
Para las naciones que suscribieron el documento, Colombia, México, Panamá, Guatemala, República Dominicana y El Salvador, "debe existir un equilibrio entre la reducción de la demanda y el control de la oferta, de forma que ambas se refuercen".
En ese sentido, se propuso fortalecer, según las legislaciones internas de los estados y con pleno respeto a su jurisdicción, la cooperación entre autoridades judiciales, particularmente en lo referente a asistencia judicial mutua en materia penal.
Así como entre autoridades policiales y demás entidades competentes de los países de la región, sobre la base de la no injerencia en los asuntos internos de los estados, el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
La Cumbre Regional Sobre el Problema Mundial de las Drogas, Seguridad y Cooperación arrojó un plan de acción, cuyo objetivo general apunta al fomento de la coordinación y cooperación entre los estados.
Los cuatro ejes de acción comprenden la reducción de la oferta y de la demanda de drogas, los delitos conexos y el momento de la cooperación y planes para el desarrollo alternativo.
"La lucha contra el problema mundial de las drogas es una responsabilidad común y compartida que debe encararse de manera coordinada en todos los eslabones de la cadena: demanda, producción, tráfico, distribución, desvío de precursores químicos y otras sustancias utilizadas en la producción de drogas ilícitas, lavado de activos y demás delitos conexos", establece la declaración.
Para las naciones que suscribieron el documento, Colombia, México, Panamá, Guatemala, República Dominicana y El Salvador, "debe existir un equilibrio entre la reducción de la demanda y el control de la oferta, de forma que ambas se refuercen".
En ese sentido, se propuso fortalecer, según las legislaciones internas de los estados y con pleno respeto a su jurisdicción, la cooperación entre autoridades judiciales, particularmente en lo referente a asistencia judicial mutua en materia penal.
Así como entre autoridades policiales y demás entidades competentes de los países de la región, sobre la base de la no injerencia en los asuntos internos de los estados, el respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Mayolo López, enviado, Reforma, 2 de agosto.
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