Con las recientes adquisiciones y fusiones realizadas en la industria de la televisión de paga en México, el panorama sobre la repartición del mercado entre los operadores de hace cinco años es muy diferente a la que se presenta actualmente.
En ningún otro rubro del sector de las telecomunicaciones ha cambiado tanto la participación de sus integrantes en tan poco tiempo, lo cual se explica por la llegada de la convergencia de servicios que ha obligado a las empresas a fortalecerse para poder entrar al triple juego (triple play).
Las empresas más dinámicas en este proceso son Televisa y Megacable, que por sus movimientos se han posicionado como “consolidadoras”.
Televisa, que ya tenía a Cablevisión y Sky, realizó una concentración con la segunda empresa de televisión por cable más importante del país, Cablemás, y con la más importante de Monterrey, Televisión Internacional (TVI), además de que adquirió a Bestel, que tiene la segunda red de mayor tamaño en el país.
En tanto, la empresa Megacable, de la familia Bours, logró posicionarse como el principal operador de televisión por cable por el número de usuarios, a través de la compra de concesiones en diferentes plazas del país.
Otras firmas de menor tamaño también han tenido avances importantes a través de la adquisición de otros cableoperadores, como por ejemplo Grupo Hevi.
José Mario López, director de investigación para América de la firma de investigación Pyramid Research, manifestó que la televisión ya no es un mercado separado del resto de los servicios de telecomunicaciones y todos los operadores que tengan infraestructura para transmisión de señales se convierten en competidores entre sí, por lo que incursionan en otros rubros.
“En preparación para un mercado más amplio, los operadores pequeños prefieren vender o asociarse con los grandes para poder competir antes de ser devorados por otro jugador de género distinto que puede hacerlos quebrar”, sostuvo el especialista.
Alejandro Valdés, analista de telecomunicaciones de la consultora IDC, manifestó que respecto al tamaño de los jugadores en el mercado mexicano no existen las mismas condiciones entre los operadores de telecomunicaciones y los del cable, pues los primeros tienen recursos más poderosos y los cableros son un sector más fragmentado.
Pero no sólo eso, asumió el especialista, sino que existe una gran diferencia en sus estrategias, pues mientras hay quienes quieren hacer alianzas para tener alcance regional dentro del país, otros se fusionan para tener cobertura nacional o incluso hasta dentro del continente, destacó.
El movimiento en este segmento continuará con gran dinamismo, en respuesta a la necesidad de acceder a nuevos mercados antes de la convergencia no se veían como mercado asequible o en el que las empresas podrían penetrar, anticipó Alejandro Valdés, analista de IDC.
En ningún otro rubro del sector de las telecomunicaciones ha cambiado tanto la participación de sus integrantes en tan poco tiempo, lo cual se explica por la llegada de la convergencia de servicios que ha obligado a las empresas a fortalecerse para poder entrar al triple juego (triple play).
Las empresas más dinámicas en este proceso son Televisa y Megacable, que por sus movimientos se han posicionado como “consolidadoras”.
Televisa, que ya tenía a Cablevisión y Sky, realizó una concentración con la segunda empresa de televisión por cable más importante del país, Cablemás, y con la más importante de Monterrey, Televisión Internacional (TVI), además de que adquirió a Bestel, que tiene la segunda red de mayor tamaño en el país.
En tanto, la empresa Megacable, de la familia Bours, logró posicionarse como el principal operador de televisión por cable por el número de usuarios, a través de la compra de concesiones en diferentes plazas del país.
Otras firmas de menor tamaño también han tenido avances importantes a través de la adquisición de otros cableoperadores, como por ejemplo Grupo Hevi.
José Mario López, director de investigación para América de la firma de investigación Pyramid Research, manifestó que la televisión ya no es un mercado separado del resto de los servicios de telecomunicaciones y todos los operadores que tengan infraestructura para transmisión de señales se convierten en competidores entre sí, por lo que incursionan en otros rubros.
“En preparación para un mercado más amplio, los operadores pequeños prefieren vender o asociarse con los grandes para poder competir antes de ser devorados por otro jugador de género distinto que puede hacerlos quebrar”, sostuvo el especialista.
Alejandro Valdés, analista de telecomunicaciones de la consultora IDC, manifestó que respecto al tamaño de los jugadores en el mercado mexicano no existen las mismas condiciones entre los operadores de telecomunicaciones y los del cable, pues los primeros tienen recursos más poderosos y los cableros son un sector más fragmentado.
Pero no sólo eso, asumió el especialista, sino que existe una gran diferencia en sus estrategias, pues mientras hay quienes quieren hacer alianzas para tener alcance regional dentro del país, otros se fusionan para tener cobertura nacional o incluso hasta dentro del continente, destacó.
El movimiento en este segmento continuará con gran dinamismo, en respuesta a la necesidad de acceder a nuevos mercados antes de la convergencia no se veían como mercado asequible o en el que las empresas podrían penetrar, anticipó Alejandro Valdés, analista de IDC.
Angelina Mejía Guerrero, El Universal, 21 de agosto.
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