Legisladores de los distintos partidos políticos del país iniciaron el proceso de dictaminación de la reforma energética en donde reiteraron sus posturas para fortalecer a Pemex y sacarla del deterioro en el que se encuentra.
Este proceso considerará, aparte de las propuestas del PAN, PRI y PRD, la del Frente Amplio Progresista (FAP), misma que presentará el próximo 25 de agosto y será evaluada en su justa dimensión.
Durante el primer foro de debate entre legisladores, titulado Regulación y organización de la Industria Petrolera, Santiago Creel Miranda, presidente del Senado de la República, dijo que la reforma energética que saldrá es la posible y la que surja del mayor número de votos.
En abril pasado la Junta de Coordinación Política del Senado acordó que después del 22 de julio deberían de programarse un par de sesiones para analizar las diversas propuestas presentadas durante los foros de debate.
Sin necesidad de mayor apertura
Durante el encuentro, el cual duró la mitad del tiempo previsto, es decir, sólo dos horas, el perredista Graco Ramírez propuso una política energética que integre un órgano del Estado mexicano con autonomía y composición con el Ejecutivo, para orientar a cinco y 10 años la seguridad energética del país.
Planteó que la Comisión Nacional de Energía se rija conforme con criterios científicos, donde participe también parte del Ejecutivo y pueda perfectamente construir a cinco y a 10 años políticas fiscales y presupuestales.
En el foro participaron 10 senadores que a diferencia del PAN, la mayoría coincidió en fortalecer a Pemex sin necesidad de dar una mayor apertura a la iniciativa privada.
El grupo parlamentario del PAN modificará el Comité de Auditoría y Transparencia, planteado por el Ejecutivo en su iniciativa de reforma en dos instrumentos diferentes: uno que responda a la auditoría y evaluación del desempeño, y el segundo orientado específicamente a la rendición de cuentas, afirmó el senador panista Juan Bueno Torio.
Este proceso considerará, aparte de las propuestas del PAN, PRI y PRD, la del Frente Amplio Progresista (FAP), misma que presentará el próximo 25 de agosto y será evaluada en su justa dimensión.
Durante el primer foro de debate entre legisladores, titulado Regulación y organización de la Industria Petrolera, Santiago Creel Miranda, presidente del Senado de la República, dijo que la reforma energética que saldrá es la posible y la que surja del mayor número de votos.
En abril pasado la Junta de Coordinación Política del Senado acordó que después del 22 de julio deberían de programarse un par de sesiones para analizar las diversas propuestas presentadas durante los foros de debate.
Sin necesidad de mayor apertura
Durante el encuentro, el cual duró la mitad del tiempo previsto, es decir, sólo dos horas, el perredista Graco Ramírez propuso una política energética que integre un órgano del Estado mexicano con autonomía y composición con el Ejecutivo, para orientar a cinco y 10 años la seguridad energética del país.
Planteó que la Comisión Nacional de Energía se rija conforme con criterios científicos, donde participe también parte del Ejecutivo y pueda perfectamente construir a cinco y a 10 años políticas fiscales y presupuestales.
En el foro participaron 10 senadores que a diferencia del PAN, la mayoría coincidió en fortalecer a Pemex sin necesidad de dar una mayor apertura a la iniciativa privada.
El grupo parlamentario del PAN modificará el Comité de Auditoría y Transparencia, planteado por el Ejecutivo en su iniciativa de reforma en dos instrumentos diferentes: uno que responda a la auditoría y evaluación del desempeño, y el segundo orientado específicamente a la rendición de cuentas, afirmó el senador panista Juan Bueno Torio.
Margarita Palma Gutiérrez, El Economista, 6 de agosto.
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