Llegó la hora de actuar de manera más vigorosa

La violenta ofensiva emprendida por la delincuencia que busca mantener impune su actividad, por errores u omisiones propias, indolencia o corrupción de muchos años, enquistada en diversos órdenes de gobierno y comunidades “es una realidad ante la cual no podemos cerrar los ojos”, enfatizó ayer el presidente Felipe Calderón.

Pero “no se trata de mirar el pasado para encontrar culpables de nuestros males presentes o buscar entre nosotros culpabilidades recíprocas, que entendamos como ajenas. La verdad es que todos somos responsables”, resaltó al inaugurar la XXII Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) en Palacio Nacional.

Un mes para analizar avances

Luego de escuchar por casi tres horas a los oradores y atender el emplazamiento de 100 días para evaluar resultados del “Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia” en voz de María Elena Morera, presidenta de México Unido contra la Delincuencia, Calderón espetó:

¡Qué sea en un mes!

“Se trata, siguió, de reflexionar y reconocer que la forma tradicional de combatir a la inseguridad ha sido insuficiente y ha llegado la hora de actuar de manera mucho más coordinada y mucho más vigorosa entre nosotros y de cara a la sociedad.

“La seguridad es un asunto de Estado, de seguridad nacional, pero frente a la tentación de ignorar o minimizar el problema de inseguridad, debemos optar claramente por reconocerlo y encararlo con toda determinación.

Una de las mayores causas de indignación y frustración entre los ciudadanos es la incapacidad de las autoridades para realizar una eficaz investigación de los delitos”.

Dijo que se necesitan policías que cuiden a los ciudadanos y no a los delincuentes, que combatan la delincuencia y no se hagan cómplices de ella o la ignoren deliberadamente.

¡Debemos frenar a la delincuencia y un primer paso es sacarla de nuestra propia casa!, concluyó.

Rubén Torres, El Economista, 22 de agosto.


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