En medio de gritos y reclamos, como “pendejo, no estamos en el siglo XVII, sino en el XXI. Las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro cuerpo”, el fundador de Provida, Jorge Serrano Limón, “demostró” ayer los latidos del corazón de un feto de 11 y 20 semanas de gestación.
Frente al monumento a Beethoven, ubicado a un costado del Palacio de Bellas Artes, los integrantes de Provida colocaron una camilla donde le practicaron un ultrasonido a dos jóvenes, mediante el cual se amplificó 10 mil veces el latido de sus productos.
Para ensalzar el sonido, colocaron un gran equipo de sonido, con lo que se escuchó hasta la Alameda Central.
“Aquí late una vida”, gritaba Serrano Limón para acallar las protestas en su contra.
Sin embargo, los insultos continuaban: “Mejor vete a cuidar a tus hijos, tangas y plumas”.
Las embarazadas, afines a Provida, dieron su testimonio: “La organización me salvó de abortar a mi primer bebé y ahora hasta me estoy animando a tener el segundo, aseguró Martha Angélica Gasca, con 20 semanas de gestación y 25 años.
Además, Beatriz Montoya, de 22 años y 20 semanas de embarazo, dijo que la preñez “es súper, súper, súper padre”.
Al retomar el micrófono, Serrano indicó: “Los ministros tienen la misión de parar este genocidio, el derramamiento de sangre que inició en el Distrito Federal hace 15 meses. Lamentablemente a los hospitales entran dos corazones latiendo y uno de ellos es destrozado, masacrado. El bebé que estamos oyendo fabrica su propia sangre”.
Para el fundador de Provida resultará muy lamentable “que algunos ministros se dejen llevar por sus ideologías y fallen de forma diferente al derecho y la Constitución. Estamos viviendo una pesadilla y habrá un derramamiento de sangre mayor. No afectemos la vida de nuestros hijos”.
Desde que se despenalizó la causal del aborto hasta la semana 12 —dijo— “el gobierno de Marcelo Ebrard ha matado a 12 mil bebés que estaban en el vientre materno. En cambio, Provida ayudó a más de siete mil mujeres a que desistieran a su deseo de aborto. Se les ofreció protección ayuda, y gracias a Dios todas esas mamás viven, así como sus hijos”.
Los integrantes de Provida destacaron la reunión que tuvieron con varios ministros, pero que Genaro Góngora fue el único que no tomó nota sobre la forma en que destruyen a los bebés.
“Nosotros consideramos que el fallo será por la impugnación, pero si cuatro votan en favor de la despenalización se avalará una ilegalidad”, sentenció Serrano Limón.
Frente al monumento a Beethoven, ubicado a un costado del Palacio de Bellas Artes, los integrantes de Provida colocaron una camilla donde le practicaron un ultrasonido a dos jóvenes, mediante el cual se amplificó 10 mil veces el latido de sus productos.
Para ensalzar el sonido, colocaron un gran equipo de sonido, con lo que se escuchó hasta la Alameda Central.
“Aquí late una vida”, gritaba Serrano Limón para acallar las protestas en su contra.
Sin embargo, los insultos continuaban: “Mejor vete a cuidar a tus hijos, tangas y plumas”.
Las embarazadas, afines a Provida, dieron su testimonio: “La organización me salvó de abortar a mi primer bebé y ahora hasta me estoy animando a tener el segundo, aseguró Martha Angélica Gasca, con 20 semanas de gestación y 25 años.
Además, Beatriz Montoya, de 22 años y 20 semanas de embarazo, dijo que la preñez “es súper, súper, súper padre”.
Al retomar el micrófono, Serrano indicó: “Los ministros tienen la misión de parar este genocidio, el derramamiento de sangre que inició en el Distrito Federal hace 15 meses. Lamentablemente a los hospitales entran dos corazones latiendo y uno de ellos es destrozado, masacrado. El bebé que estamos oyendo fabrica su propia sangre”.
Para el fundador de Provida resultará muy lamentable “que algunos ministros se dejen llevar por sus ideologías y fallen de forma diferente al derecho y la Constitución. Estamos viviendo una pesadilla y habrá un derramamiento de sangre mayor. No afectemos la vida de nuestros hijos”.
Desde que se despenalizó la causal del aborto hasta la semana 12 —dijo— “el gobierno de Marcelo Ebrard ha matado a 12 mil bebés que estaban en el vientre materno. En cambio, Provida ayudó a más de siete mil mujeres a que desistieran a su deseo de aborto. Se les ofreció protección ayuda, y gracias a Dios todas esas mamás viven, así como sus hijos”.
Los integrantes de Provida destacaron la reunión que tuvieron con varios ministros, pero que Genaro Góngora fue el único que no tomó nota sobre la forma en que destruyen a los bebés.
“Nosotros consideramos que el fallo será por la impugnación, pero si cuatro votan en favor de la despenalización se avalará una ilegalidad”, sentenció Serrano Limón.
Blanca Valadez, Milenio, 27 de agosto.
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