Beatriz Paredes Rangel, presidenta nacional del PRI, lanzó un fuerte llamado a la militancia de este partido reunida en su XX Asamblea Nacional, celebrada en esta capital. Dijo al priismo que no puede volver a equivocarse si quiere ganar las 89 elecciones que se efectuarán entre 2009 y 2011 -antes de la presidencial de 2012-- y obtener la mayoría en la Cámara de Diputados. Por ello, urgió, se deben anteponer los intereses de la sociedad y del partido a los intereses personales y de grupo.
Y es que, planteó, los panistas "amenazan con llevarnos al fracaso como nación. No existe ni presente ni futuro inmediato, porque han acabado con la esperanza", de forma tal, que el reto para la actual y la próxima Legislatura Federal no será menor al que tuvieron los diputados del 57 y del 17. "La lucha será para evitar la crisis de gobernabilidad, la anemia en el crecimiento y la crisis en la parálisis económica", previó.
En un discurso de 25 minutos, donde aludió a la problemática de la carestía; el desabasto alimentario; la disminución del empleo; la pobreza y el endurecimiento de las políticas migratorias, ante gobernadores; senadores; diputados federales y locales; alcaldes, y toda la clase política tricolor representada en esta asamblea, Paredes Rangel enfatizó:
"En nuestro sistema político y especialmente en el electoral, con una alta pluralidad y competencia, la división del partido nos podía llevar a la diáspora y a un rechazo civil equivalente a la desaparición".
Además, recordó que las divisiones han sido fuente de grandes males para la nación e hicieron al país vulnerable ante las acechanzas del exterior, propiciaron invasiones con el costo de la pérdida de la mitad del territorio y de su ocupación por tropas extranjeras y en un partido político las divisiones concitan el rechazo social que se reflejan en la pérdida de las preferencias electorales, "un partido dividido no puede ser opción de gobierno, porque resulta incapaz de satisfacer las expectativas ciudadanas. Por eso no podemos volver a equivocarnos".
En la clausura de la XX Asamblea Nacional del PRI, la lideresa nacional del tricolor recordó que las mayorías están devolviendo al partido su confianza política y apoyo electoral, porque en la memoria colectiva se mantiene la idea de que diseñó y operó el proyecto nacional de desarrollo y que por su experiencia, capacidad y sensibilidad social puede dar cumplimiento a sus objetivos.
Por tanto, acotó, con la fortaleza de la unidad ideológica y la fuerza orgánica, y de que se tiene la mejor propuesta para enfrentar y resolver los grandes retos del país en la primera década del Siglo XXI, bajo el amparo de la XX Asamblea, se movilizará para enfrentar con responsabilidad los 37 procesos electorales, con 89 elecciones que se efectuarán entre los años de 2009 y 2011, espacio temporal entre esta y la XXI Asamblea para elegir a 23 gobernadores y renovar 31 congresos estatales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, así como a dos mil 442 ayuntamientos y 16 delegaciones.
Estos procesos electorales, expuso, estarán marcados por un cambio positivo en la naturaleza de los mismos, de una importancia tal que podría redefinir el ritmo y el rumbo del país por un largo periodo. "Por ello -citó--, las reformas al sistema electoral del año pasado imponen una nueva forma de hacer política electoral y las reformas que hoy se aprobaron en los estatutos del PRI, corresponden a poner en el cronómetro de la juridicidad los documentos básicos".
Comentó que en los próximos comicios se deben hacer ajustes mayores en la tarea partidista, estratégicos y tácticos si se quiere mantener y actuar la posición del PRI de primera fuerza política territorial en el país y si se quiere ir por la mayoría en la Cámara de Diputados en el 2009.
Empero, subrayó que será especialmente definitoria, para obtener victorias electorales, la unidad, la calidad de sus candidatos, la organización activa y militante de todo el PRI, desde los órganos de base y los comités seccionales, pero adelantó que el partido va a ganar en las elecciones próximas.
Paredes Rangel consideró que el reto para los diputados federales de la actual legislatura y la próxima, así como para su espíritu de lealtad y patriotismo, no será menor a la de los diputados constituyentes del 57 y del 17, ya que, dijo, ahora la lucha será para evitar una crisis de gobernabilidad y de parálisis en el crecimiento económico, y la lucha es para recuperar el poder político y crear las condiciones para hacer realidad el país que todos los mexicanos quieren y sueñan.
La presidenta del tricolor afirmó también que la alternancia ha sido negativa ya que se percibe un estancamiento en diversos ámbitos del desarrollo nacional, y se retrocede con el avance de otros países en relación con los indicadores del espacio que ocupaba México en el terreno de la economía y de la competitividad.
"Ni el presente ni el futuro inmediato ofrecen esperanzas de progreso para los mexicanos con la conducción del gobierno de Acción Nacional, ya que se reclama que el gobierno no asume su responsabilidad ni garantiza la seguridad de la sociedad ni la igualdad de oportunidades de acceso a servicios sociales de calidad a los mexicanos, por la carencia de políticas públicas".
Añadió que igualmente hay consenso de que en la política que vivimos, está llevando al país a una crisis axiológica, la desesperanza y la frustración afectan los valores individuales y de convivencia colectiva, y son crecientes la indiferencia ante lo público con rechazo a la vida institucional, el desprestigio de la noción de gobernar, la intolerancia a lo adverso y el rechazo a lo social como negación de lo justo, y el pragmatismo para el provecho inmediato, así, tal situación nos está conduciendo a un mayor deterioro de la ética pública y de la moral social.
Alertó que hay riesgos de gobernabilidad al debilitarse el Estado de derecho por la creciente delincuencia e inseguridad pública, ya que la autoridad no está cumpliendo cabalmente con su obligación esencial de cuidar la vida y los bienes de los mexicanos, "y lamentablemente no ha encontrado la sociedad mexicana suficiente capacidad para detener la grave espiral de violencia y muerte que nunca antes se había tenido en México en tiempos de paz".
En el corolario de su mensaje, Paredes Rangel reiteró que el PRI con sus gobernadores, legisladores, presidentes municipales ha actuado con completa responsabilidad, "acompañando al Ejecutivo federal en el ámbito de las responsabilidades de la jurisdicción estatal, en el combate a la delincuencia, a pesar de los precarios recursos de los municipios y de los estados; ahí han estado las autoridades locales priistas con conocimiento, convicción y valor".
Pero, explicó, "así como hemos colaborado con este problema que aqueja a la nación, demandamos que no se utilice electoralmente la problemática de la inseguridad y rechazamos el abuso en la conjunción de la sociedad, cuando se pretende desconocer que en el combate al crimen organizado y al narcotráfico que ha generado esta secuela de inseguridad, se asuma que son otros ordenes de gobierno a los que corresponde enfrentarlo.
"Queremos que el gobierno de la República responda a cabalidad de lo que es su responsabilidad constitucional".
Y es que, planteó, los panistas "amenazan con llevarnos al fracaso como nación. No existe ni presente ni futuro inmediato, porque han acabado con la esperanza", de forma tal, que el reto para la actual y la próxima Legislatura Federal no será menor al que tuvieron los diputados del 57 y del 17. "La lucha será para evitar la crisis de gobernabilidad, la anemia en el crecimiento y la crisis en la parálisis económica", previó.
En un discurso de 25 minutos, donde aludió a la problemática de la carestía; el desabasto alimentario; la disminución del empleo; la pobreza y el endurecimiento de las políticas migratorias, ante gobernadores; senadores; diputados federales y locales; alcaldes, y toda la clase política tricolor representada en esta asamblea, Paredes Rangel enfatizó:
"En nuestro sistema político y especialmente en el electoral, con una alta pluralidad y competencia, la división del partido nos podía llevar a la diáspora y a un rechazo civil equivalente a la desaparición".
Además, recordó que las divisiones han sido fuente de grandes males para la nación e hicieron al país vulnerable ante las acechanzas del exterior, propiciaron invasiones con el costo de la pérdida de la mitad del territorio y de su ocupación por tropas extranjeras y en un partido político las divisiones concitan el rechazo social que se reflejan en la pérdida de las preferencias electorales, "un partido dividido no puede ser opción de gobierno, porque resulta incapaz de satisfacer las expectativas ciudadanas. Por eso no podemos volver a equivocarnos".
En la clausura de la XX Asamblea Nacional del PRI, la lideresa nacional del tricolor recordó que las mayorías están devolviendo al partido su confianza política y apoyo electoral, porque en la memoria colectiva se mantiene la idea de que diseñó y operó el proyecto nacional de desarrollo y que por su experiencia, capacidad y sensibilidad social puede dar cumplimiento a sus objetivos.
Por tanto, acotó, con la fortaleza de la unidad ideológica y la fuerza orgánica, y de que se tiene la mejor propuesta para enfrentar y resolver los grandes retos del país en la primera década del Siglo XXI, bajo el amparo de la XX Asamblea, se movilizará para enfrentar con responsabilidad los 37 procesos electorales, con 89 elecciones que se efectuarán entre los años de 2009 y 2011, espacio temporal entre esta y la XXI Asamblea para elegir a 23 gobernadores y renovar 31 congresos estatales y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, así como a dos mil 442 ayuntamientos y 16 delegaciones.
Estos procesos electorales, expuso, estarán marcados por un cambio positivo en la naturaleza de los mismos, de una importancia tal que podría redefinir el ritmo y el rumbo del país por un largo periodo. "Por ello -citó--, las reformas al sistema electoral del año pasado imponen una nueva forma de hacer política electoral y las reformas que hoy se aprobaron en los estatutos del PRI, corresponden a poner en el cronómetro de la juridicidad los documentos básicos".
Comentó que en los próximos comicios se deben hacer ajustes mayores en la tarea partidista, estratégicos y tácticos si se quiere mantener y actuar la posición del PRI de primera fuerza política territorial en el país y si se quiere ir por la mayoría en la Cámara de Diputados en el 2009.
Empero, subrayó que será especialmente definitoria, para obtener victorias electorales, la unidad, la calidad de sus candidatos, la organización activa y militante de todo el PRI, desde los órganos de base y los comités seccionales, pero adelantó que el partido va a ganar en las elecciones próximas.
Paredes Rangel consideró que el reto para los diputados federales de la actual legislatura y la próxima, así como para su espíritu de lealtad y patriotismo, no será menor a la de los diputados constituyentes del 57 y del 17, ya que, dijo, ahora la lucha será para evitar una crisis de gobernabilidad y de parálisis en el crecimiento económico, y la lucha es para recuperar el poder político y crear las condiciones para hacer realidad el país que todos los mexicanos quieren y sueñan.
La presidenta del tricolor afirmó también que la alternancia ha sido negativa ya que se percibe un estancamiento en diversos ámbitos del desarrollo nacional, y se retrocede con el avance de otros países en relación con los indicadores del espacio que ocupaba México en el terreno de la economía y de la competitividad.
"Ni el presente ni el futuro inmediato ofrecen esperanzas de progreso para los mexicanos con la conducción del gobierno de Acción Nacional, ya que se reclama que el gobierno no asume su responsabilidad ni garantiza la seguridad de la sociedad ni la igualdad de oportunidades de acceso a servicios sociales de calidad a los mexicanos, por la carencia de políticas públicas".
Añadió que igualmente hay consenso de que en la política que vivimos, está llevando al país a una crisis axiológica, la desesperanza y la frustración afectan los valores individuales y de convivencia colectiva, y son crecientes la indiferencia ante lo público con rechazo a la vida institucional, el desprestigio de la noción de gobernar, la intolerancia a lo adverso y el rechazo a lo social como negación de lo justo, y el pragmatismo para el provecho inmediato, así, tal situación nos está conduciendo a un mayor deterioro de la ética pública y de la moral social.
Alertó que hay riesgos de gobernabilidad al debilitarse el Estado de derecho por la creciente delincuencia e inseguridad pública, ya que la autoridad no está cumpliendo cabalmente con su obligación esencial de cuidar la vida y los bienes de los mexicanos, "y lamentablemente no ha encontrado la sociedad mexicana suficiente capacidad para detener la grave espiral de violencia y muerte que nunca antes se había tenido en México en tiempos de paz".
En el corolario de su mensaje, Paredes Rangel reiteró que el PRI con sus gobernadores, legisladores, presidentes municipales ha actuado con completa responsabilidad, "acompañando al Ejecutivo federal en el ámbito de las responsabilidades de la jurisdicción estatal, en el combate a la delincuencia, a pesar de los precarios recursos de los municipios y de los estados; ahí han estado las autoridades locales priistas con conocimiento, convicción y valor".
Pero, explicó, "así como hemos colaborado con este problema que aqueja a la nación, demandamos que no se utilice electoralmente la problemática de la inseguridad y rechazamos el abuso en la conjunción de la sociedad, cuando se pretende desconocer que en el combate al crimen organizado y al narcotráfico que ha generado esta secuela de inseguridad, se asuma que son otros ordenes de gobierno a los que corresponde enfrentarlo.
"Queremos que el gobierno de la República responda a cabalidad de lo que es su responsabilidad constitucional".
José Contreras y Ángel Álvarez, Crónica, 24 de agosto.
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