A 20 años de la fundación del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), su actual director, Luis Arriaga, consideró que la situación de las garantías individuales en el país no ha cambiado mucho en dos décadas.
"Los escenarios han cambiado en la forma, más no en el fondo. Más allá de las alternancias, hemos notado una recomposición de espacios de poder en donde otros actores han tomado posiciones", comentó el activista en entrevista.
"Vemos con preocupación el creciente protagonismo del Ejército en las tareas de seguridad pública; no quedan claros los limites entre el combate al crimen y la represión de la disidencia política; la precariedad institucional y los dinamismos del pasado no han sido del todo expulsados por el régimen panista, y esto dificulta el tránsito hacia la democracia".
El Centro Prodh fue creado en octubre de 1988, en respuesta a las dificultades para alcanzar la transformación política por la vía electoral.
Enfocó su compromiso en la defensa y promoción de los derechos civiles y políticos, fundamentalmente para responder a la represión que tenían documentada durante la segunda mitad de la década de los 80.
"Se habla de cuando menos 11 casos de asesinatos y desapariciones de miembros del Frente Democrático; endurecimiento en los sindicatos; detenidos y decenas de lesionados en el Zócalo en la ceremonia del Grito de Independencia", señaló en 1988 el entonces director de la organización, Jesús Maldonado.
La labor del Prodh cobraría fuerza en 1995, cuando representó a 19 presuntos zapatistas presos, que fueron liberados.
Uno de los principales casos atendidos por el organismo son los crímenes de Estado e impunidad ocurridos en el país en los 70 y 80. Hasta el día de hoy, el 90 por ciento de las averiguaciones abiertas no ha sido resuelto.
Recientemente, el Prodh llevó los casos de San Salvador Atenco y Oaxaca.
Según Arriaga, el Centro Prodh ha consolidado la defensa de casos clave en procesos de democratización y justicia en el País y actualmente, tiene cuatro prioridades: trabajar en los temas de los delitos del pasado; la seguridad pública, la justicia penal y la defensa y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales.
"Hemos apostado por los indígenas, los migrantes, las víctimas de represión social y creemos que los casos que hemos acompañado son nuestro termómetro de la actuación del propio Estado; el Centro Prodh siempre ha luchado por revertir la impunidad", indicó.
"Los escenarios han cambiado en la forma, más no en el fondo. Más allá de las alternancias, hemos notado una recomposición de espacios de poder en donde otros actores han tomado posiciones", comentó el activista en entrevista.
"Vemos con preocupación el creciente protagonismo del Ejército en las tareas de seguridad pública; no quedan claros los limites entre el combate al crimen y la represión de la disidencia política; la precariedad institucional y los dinamismos del pasado no han sido del todo expulsados por el régimen panista, y esto dificulta el tránsito hacia la democracia".
El Centro Prodh fue creado en octubre de 1988, en respuesta a las dificultades para alcanzar la transformación política por la vía electoral.
Enfocó su compromiso en la defensa y promoción de los derechos civiles y políticos, fundamentalmente para responder a la represión que tenían documentada durante la segunda mitad de la década de los 80.
"Se habla de cuando menos 11 casos de asesinatos y desapariciones de miembros del Frente Democrático; endurecimiento en los sindicatos; detenidos y decenas de lesionados en el Zócalo en la ceremonia del Grito de Independencia", señaló en 1988 el entonces director de la organización, Jesús Maldonado.
La labor del Prodh cobraría fuerza en 1995, cuando representó a 19 presuntos zapatistas presos, que fueron liberados.
Uno de los principales casos atendidos por el organismo son los crímenes de Estado e impunidad ocurridos en el país en los 70 y 80. Hasta el día de hoy, el 90 por ciento de las averiguaciones abiertas no ha sido resuelto.
Recientemente, el Prodh llevó los casos de San Salvador Atenco y Oaxaca.
Según Arriaga, el Centro Prodh ha consolidado la defensa de casos clave en procesos de democratización y justicia en el País y actualmente, tiene cuatro prioridades: trabajar en los temas de los delitos del pasado; la seguridad pública, la justicia penal y la defensa y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales.
"Hemos apostado por los indígenas, los migrantes, las víctimas de represión social y creemos que los casos que hemos acompañado son nuestro termómetro de la actuación del propio Estado; el Centro Prodh siempre ha luchado por revertir la impunidad", indicó.
Silvia Garduño, Reforma, 23 de agosto.
0 Responses to "Ven avance limitado en derechos humanos"
Publicar un comentario