Afuera de la Cámara de Diputados, Andrés Manuel López Obrador pidió a los legisladores convocar a todas las fuerzas políticas y a los sectores económicos y sociales a un acuerdo por un Plan de Emergencia y de Salvación Nacional.
Aseguró que en aras de lograr un acuerdo que beneficie a la gente y aminore el impacto de la crisis económica, él y su movimiento están dispuestos a dejar a un lado sus diferencias políticas.
“Una vez más dejamos de manifiesto que, a pesar de nuestras diferencias, estamos dispuestos a contribuir en todo aquello que realmente vaya en beneficio del pueblo; por encima de nuestras posiciones políticas siempre estará el interés de la mayoría y la nación”, dijo.
López Obrador leyó una carta que horas antes hizo pública desde la tribuna de la Cámara baja la perredista Valentina Batres, y que será entregada vía Oficialía de Partes, en la que exige un plan de austeridad que logre ahorros por 200 mil millones de pesos, que deberán invertirse en las pequeñas empresas, en el campo y en los que menos tienen.
“No vamos a prestarnos a politiquerías, no somos paleros de nadie, ojalá y nos tomen la palabra, nos hagan caso y apuntalen a las pequeñas empresas, y al campo”, recalcó.
López Obrador pidió desde la semana pasada ser recibido en el Palacio Legislativo de San Lázaro en aras de entregar una propuesta para enfrentar la crisis económica; se autorizó su ingreso, pero a diferencia de hace algunos meses, el presidente de la Mesa Directiva, el priísta César Duarte decidió no recibirlo personalmente, pues tenía un compromiso previo en la frontera; el evento se llevó a cabo en la calle.
“Sostenemos que en una primera etapa, el plan de emergencia debe considerar reducir en 200 mil millones de pesos el gasto corriente del gobierno, que ha aumentado en los últimos años en 437 mil millones, y se ha destinado a sostener estructuras burocráticas, improductivas y a mantener los privilegios de los altos funcionarios.”
“Ese ahorro se puede lograr reduciendo a la mitad los sueldos, desde el presidente espurio hasta lo directores generales y adjuntos del Poder Ejecutivo, a la mitad las percepciones de jueces, magistrados, ministros de la Corte, consejeros electorales, diputados y senadores … ¿Ustedes creen que les afecte esa reducción? Es un insulto que ganen hasta 600 mil pesos y no soltaremos el tema hasta que les dé vergüenza”, dijo.
Acompañado de diputados y senadores del llamado Frente Amplio Progresista, y de centenares de seguidores con banderas únicamente de Convergencia y del Partido del Trabajo (PT), el tabasqueño afirmó que debe terminarse con los gastos médicos privados, “¡qué vayan al ISSSTE para que vean lo que se siente!”, los fondos de ahorro, los viajes al extranjero, las oficinas alternas, los gastos de publicidad y los servicios de celulares, comidas, gasolina y más.
Andrés Manuel López Obrador pidió detener la rapiña del presupuesto, en medio de las decisiones más recientes de diputados de renovarse automóviles, de condonarse impuestos, de incrementarse la dieta y sus prestaciones, sólo Layda Sansores y Valentina Batres han regresado recursos; el resto de quienes lo acompañaron ayer como Carmen Salvatori, Víctor Valencia, Alejandro Sánchez o Mónica Fernández, no.
Aseguró que en aras de lograr un acuerdo que beneficie a la gente y aminore el impacto de la crisis económica, él y su movimiento están dispuestos a dejar a un lado sus diferencias políticas.
“Una vez más dejamos de manifiesto que, a pesar de nuestras diferencias, estamos dispuestos a contribuir en todo aquello que realmente vaya en beneficio del pueblo; por encima de nuestras posiciones políticas siempre estará el interés de la mayoría y la nación”, dijo.
López Obrador leyó una carta que horas antes hizo pública desde la tribuna de la Cámara baja la perredista Valentina Batres, y que será entregada vía Oficialía de Partes, en la que exige un plan de austeridad que logre ahorros por 200 mil millones de pesos, que deberán invertirse en las pequeñas empresas, en el campo y en los que menos tienen.
“No vamos a prestarnos a politiquerías, no somos paleros de nadie, ojalá y nos tomen la palabra, nos hagan caso y apuntalen a las pequeñas empresas, y al campo”, recalcó.
López Obrador pidió desde la semana pasada ser recibido en el Palacio Legislativo de San Lázaro en aras de entregar una propuesta para enfrentar la crisis económica; se autorizó su ingreso, pero a diferencia de hace algunos meses, el presidente de la Mesa Directiva, el priísta César Duarte decidió no recibirlo personalmente, pues tenía un compromiso previo en la frontera; el evento se llevó a cabo en la calle.
“Sostenemos que en una primera etapa, el plan de emergencia debe considerar reducir en 200 mil millones de pesos el gasto corriente del gobierno, que ha aumentado en los últimos años en 437 mil millones, y se ha destinado a sostener estructuras burocráticas, improductivas y a mantener los privilegios de los altos funcionarios.”
“Ese ahorro se puede lograr reduciendo a la mitad los sueldos, desde el presidente espurio hasta lo directores generales y adjuntos del Poder Ejecutivo, a la mitad las percepciones de jueces, magistrados, ministros de la Corte, consejeros electorales, diputados y senadores … ¿Ustedes creen que les afecte esa reducción? Es un insulto que ganen hasta 600 mil pesos y no soltaremos el tema hasta que les dé vergüenza”, dijo.
Acompañado de diputados y senadores del llamado Frente Amplio Progresista, y de centenares de seguidores con banderas únicamente de Convergencia y del Partido del Trabajo (PT), el tabasqueño afirmó que debe terminarse con los gastos médicos privados, “¡qué vayan al ISSSTE para que vean lo que se siente!”, los fondos de ahorro, los viajes al extranjero, las oficinas alternas, los gastos de publicidad y los servicios de celulares, comidas, gasolina y más.
Andrés Manuel López Obrador pidió detener la rapiña del presupuesto, en medio de las decisiones más recientes de diputados de renovarse automóviles, de condonarse impuestos, de incrementarse la dieta y sus prestaciones, sólo Layda Sansores y Valentina Batres han regresado recursos; el resto de quienes lo acompañaron ayer como Carmen Salvatori, Víctor Valencia, Alejandro Sánchez o Mónica Fernández, no.
Andrea Merlos, El Universal, 18 de febero.
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