El convoy en el que viajaba el gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, fue atacado la noche del domingo pasado por hombres armados que dieron muerte a un escolta del mandatario e hirieron a dos más. Uno de los agresores fue detenido, se trata del ex militar Eduardo Hernández Valdez.
Pistoleros a bordo de dos vehículos dispararon en varias ocasiones sobre la última de dos camionetas pick up que seguían de cerca a la del mandatario, cuando éste regresaba a su casa después de visitar a un familiar, en la ciudad de Chihuahua, alrededor de las 20:15 horas.
Reyes Baeza dio conferencia de prensa a la medianoche y confirmó la muerte de su escolta Alejandro Chaparro Coronel. Solicitó la intervención de la PGR en las investigaciones del caso, debido al tipo de armas utilizado en la agresión.
La PGR informó que inició la averiguación previa PGR/CHIH/ 109/DD/2009-III por los delitos que resulten del orden federal, con la finalidad de "coadyuvar en las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia estatal".
Agregó que derivado de los avances en la indagatoria realizada por la PGJE, que descartan un atentado en contra del gobernador Reyes Baeza y como resultado de las declaraciones tomadas al propio mandatario estatal y a sus escoltas sobrevivientes, todo indica que el vehículo satélite sufrió un incidente de tránsito con dos autos compactos, uno de ellos tipo Jetta y el otro Bora.
Tras el ataque los sicarios huyeron a bordo de dos vehículos, los cuales fueron hallados horas después completamente calcinados en la sierra de Nombre de Dios. Un tercer vehículo que al parecer también fue utilizado en la agresión fue encontrado en la carretera a Ciudad Juárez.
Ayer por la tarde la procuradora de Justicia, Patricia González, dijo que no se puede descartar que se tratara de un ataque a la persona del gobernador, aunque también podría tratarse de un altercado vial entre los agresores y la escolta.
En conferencia de prensa conjunta con el delegado de la PGR, Héctor García, la funcionaria señaló que el detenido en el lugar de los hechos es un ex militar identificado como Eduardo Hernández Valdez, según la base de datos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), quien habría pertenecido al Ejercito Mexicano entre 2001 y 2003, en Guerrero.
Patricia González añadió que las declaraciones de los escolta permitieron establecer que el domingo por la noche un vehículo Bora se aproximó de manera sospechosa al convoy, encabezado por el automóvil del mandatario, y por un tramo de unos cuatro kilómetros estuvo tratando de interponerse entre al auto satélite (el de la retaguardia) y el segundo en la fila.
Al llegar a un semáforo, los guardias cuestionaron a los tripulantes del Bora, en ese momento llegó un segundo automóvil del que descendieron tres hombres armados y abrieron fuego contra los oficiales.
Desde las camionetas de escoltas se frustró la maniobra de romper el convoy y permitir el acercamiento del vehículo de pistoleros a la camioneta del gobernador, por lo que se desató una intensa balacera.
En su conferencia de prensa el gobernador informó que los delincuentes viajaban a bordo de un automóvil Jetta y un Bora, y que luego que comenzó la refriega, la Suburban en la que él viajaba prosiguió la marcha.
Ayer por la mañana autoridades de Chihuahua confirmaron el hallazgo de tres vehículos presuntamente relacionados con el atentado, dos de éstos completamente incinerados y el tercero en la carretera rumbo a Ciudad Juárez.
Como resultado de la situación, Reyes Baeza canceló la visita a la capital del país que realizaría ayer lunes, en la que tenía programada una reunión con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, para revisar el Operativo Conjunto Chihuahua, entre otros temas de seguridad pública. Tenía previsto además reunirse con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
El mandatario se abstuvo de comentar si el ataque iba dirigido a él, pero en medios de opinión chihuahuense esta idea cobró carta de naturalización.
Es difícil suponer que los pistoleros se propusieron atacar solamente el último vehículo de escoltas, en una acción "quirúrgica", como si éste estuviese aislado del convoy en el que se desplazaba ni más ni menos que el gobernador de uno de los estados más violentos, señalaron comentaristas de medios de comunicación en Chihuahua.
Pistoleros a bordo de dos vehículos dispararon en varias ocasiones sobre la última de dos camionetas pick up que seguían de cerca a la del mandatario, cuando éste regresaba a su casa después de visitar a un familiar, en la ciudad de Chihuahua, alrededor de las 20:15 horas.
Reyes Baeza dio conferencia de prensa a la medianoche y confirmó la muerte de su escolta Alejandro Chaparro Coronel. Solicitó la intervención de la PGR en las investigaciones del caso, debido al tipo de armas utilizado en la agresión.
La PGR informó que inició la averiguación previa PGR/CHIH/ 109/DD/2009-III por los delitos que resulten del orden federal, con la finalidad de "coadyuvar en las investigaciones que realiza la Procuraduría General de Justicia estatal".
Agregó que derivado de los avances en la indagatoria realizada por la PGJE, que descartan un atentado en contra del gobernador Reyes Baeza y como resultado de las declaraciones tomadas al propio mandatario estatal y a sus escoltas sobrevivientes, todo indica que el vehículo satélite sufrió un incidente de tránsito con dos autos compactos, uno de ellos tipo Jetta y el otro Bora.
Tras el ataque los sicarios huyeron a bordo de dos vehículos, los cuales fueron hallados horas después completamente calcinados en la sierra de Nombre de Dios. Un tercer vehículo que al parecer también fue utilizado en la agresión fue encontrado en la carretera a Ciudad Juárez.
Ayer por la tarde la procuradora de Justicia, Patricia González, dijo que no se puede descartar que se tratara de un ataque a la persona del gobernador, aunque también podría tratarse de un altercado vial entre los agresores y la escolta.
En conferencia de prensa conjunta con el delegado de la PGR, Héctor García, la funcionaria señaló que el detenido en el lugar de los hechos es un ex militar identificado como Eduardo Hernández Valdez, según la base de datos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), quien habría pertenecido al Ejercito Mexicano entre 2001 y 2003, en Guerrero.
Patricia González añadió que las declaraciones de los escolta permitieron establecer que el domingo por la noche un vehículo Bora se aproximó de manera sospechosa al convoy, encabezado por el automóvil del mandatario, y por un tramo de unos cuatro kilómetros estuvo tratando de interponerse entre al auto satélite (el de la retaguardia) y el segundo en la fila.
Al llegar a un semáforo, los guardias cuestionaron a los tripulantes del Bora, en ese momento llegó un segundo automóvil del que descendieron tres hombres armados y abrieron fuego contra los oficiales.
Desde las camionetas de escoltas se frustró la maniobra de romper el convoy y permitir el acercamiento del vehículo de pistoleros a la camioneta del gobernador, por lo que se desató una intensa balacera.
En su conferencia de prensa el gobernador informó que los delincuentes viajaban a bordo de un automóvil Jetta y un Bora, y que luego que comenzó la refriega, la Suburban en la que él viajaba prosiguió la marcha.
Ayer por la mañana autoridades de Chihuahua confirmaron el hallazgo de tres vehículos presuntamente relacionados con el atentado, dos de éstos completamente incinerados y el tercero en la carretera rumbo a Ciudad Juárez.
Como resultado de la situación, Reyes Baeza canceló la visita a la capital del país que realizaría ayer lunes, en la que tenía programada una reunión con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, para revisar el Operativo Conjunto Chihuahua, entre otros temas de seguridad pública. Tenía previsto además reunirse con el secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
El mandatario se abstuvo de comentar si el ataque iba dirigido a él, pero en medios de opinión chihuahuense esta idea cobró carta de naturalización.
Es difícil suponer que los pistoleros se propusieron atacar solamente el último vehículo de escoltas, en una acción "quirúrgica", como si éste estuviese aislado del convoy en el que se desplazaba ni más ni menos que el gobernador de uno de los estados más violentos, señalaron comentaristas de medios de comunicación en Chihuahua.
Crónica, 24 de febrero.
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