Chávez acapara el tiempo electoral

CARACAS.— “Chávez nos ama y amor con amor se paga...”. Nadie sabe cómo es eso de votar con amor, pero así reza uno de los miles de panfletos que inundan las calles venezolanas. En las pantallas de televisión, el aire radial, los carteles de publicidad y la propaganda televisiva, el hombre que ama a su pueblo, el presidente Hugo Chávez, aparece a cada minuto, como si su imagen fuese omnipresente. Ya sea para inaugurar la conexión de agua potable o para condecorar a los jugadores de la selección sub 20 de futbol que acaban de clasificar para el mundial, todo vale para que el mandatario logre “el último esfuerzo” que lo ayude a conquistar su ansiado pasaporte a la perpetuidad.
“La orden del Libertador Simón Bolívar al defensa... Por su destreza para recuperar balones en la defensa...”. “Para el tercer portero por el aliento constante al resto de sus compañeros”. Podría parecer surrealista, pero no. Como en los cuarteles, en la era del chavismo, y máxime cuando las encuestas marcan un resultado parejo, todo es válido para llegar con el mensaje a todos los sectores sociales o para contribuir a esta suerte de reality show en el que Chávez interpreta un personaje omnipresente. Las cuatro horas en el acto de cierre de campaña ayer, en la Plaza Simón Bolívar, entonando canciones no ya del cantante de protesta Alí Primera, sino del español Julio Iglesias para admitir de paso que “falta mucho esfuerzo” para lograr la victoria, también forman parte de ese abuso del poder y de los medios. Pero todo con la preocupación dibujada en el rostro, sin la espontaneidad de otros tiempos en actos semejantes.

“Yo estoy dispuesto a gobernar con ustedes los cuatro años que faltan y si así lo deciden hasta el 2019”, gritó el presidente en el cierre de campaña, como justificando ese spot televisivo de la oposición en el que aparece “No, No” (en alusión a la negativa que triunfó en el referéndum de 2007) y en el que aparece un Chávez canoso y con la cara llena de arrugas y la inscripción que dice: “2030”.

Hoy será el turno de los estudiantes universitarios. Reconvertidos nuevamente en la vanguardia en la lucha para evitar la nueva reelección, realizarán “la toma de Caracas” con marchas desde todas las universidades públicas y privadas.

En tanto, y como ocurrió a lo largo del último mes, Chávez volverá a ocupar horas de televisión en cadena a través del Sistema de Medios Públicos, contando anécdotas, inaugurando algo en algún lugar del país, o condecorando al “Gallito”, su nieto de dos años, si logra lo que no logró hacer anoche. Rematar el slogan “Patria, socialismo o...” con la palabra “Muerte”, un término que el “Gallito” parece repudiar en su tierno inconsciente.

En tanto, en la calle se debate, de discute, con escasa pasión —a diferencia de otras oportunidades— y mucho realismo. “Nosotros estamos enfrascados en un referéndum para saber si un carajo se queda en la Presidencia cuando debería estar tomando medidas para superar la crisis económica”, se quejaba Javier Castro, un empleado bancario en una discusión sobre el “Sí y el No” a Chávez con sus compañeros de trabajo.

Y es que, si bien la fiebre consumista sigue a la orden del día, todos parecen estar alerta ante los efectos de la crisis global y la consecuente recesión con inflación en la que está cayendo la economía venezolana. La inflación, que en 2008 fue de 42%, afecta principalmente a los sectores más populares, que ven como se encarecen los alimentos y el transporte. Para algunos analistas, como Asdrúbal Oliveros, de Ecoanalítica, “el gobierno no aplicará medidas, porque todas serán impopulares y lo que importa ahora es el referéndum”.

Ontiveros habla de la necesidad de “un ajuste” que, por ahora, el gobierno demora, para poder enfrentar las dificultades que presenta la caída de la economía y la baja del precio del crudo a menos de 38 dólares el barril. Pero eso es una preocupación de economistas y del venezolano de a pie, que ve cómo se evapora a diario su poder de compra. En los despachos oficiales, ayer cundía la preocupación con las últimas encuestas que coinciden con la palabras del “omnipresente” comandante Chávez en el discurso de anoche: “Todavía falta un gran esfuerzo para ganar el domingo”.
José Vales enviado, El Universal, 13 de febrero.

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