En víspera de que se impriman las boletas electorales de la contienda interna del PRD capitalino para diputados locales y jefes delegacionales, se mantienen los reacomodos en el bloque de Izquierda Unida (IU) sin que se defina la lista definitiva de quienes competirán el próximo 15 de marzo.
Ayer, el bloque de IU hizo público el acuerdo de unidad en la delegación Cuajimalpa, donde contenderá por la jefatura delegacional Adrián Ruvalcaba, luego de que la ex diputada local Aracely Vázquez, y el ex jefe delegacional, Ignacio Ruiz, quienes aspiraban al mismo cargo, declinaron a su favor.
A cambio, la primera disputará la candidatura por una diputación federal, y el segundo, por una curul en la Asamblea Legislativa.
En este contexto, Ruvalcaba denunció que de nueva cuenta el panista Carlos Orvañanos ha comenzado a promover su imagen en espectaculares de una empresa privada, por medio del nombre de un familiar, en donde aparece destacado su apellido y de fondo los colores del albiazul, por lo que consignará el caso a las autoridades electorales.
Conforme avanzan las negociaciones en Izquierda Unida nuevos frentes se abren en su seno. Se supo que en Tláhuac, el jefe delegacional, Gilberto Ensástiga, decidió privilegiar una alianza local y mantenerse al margen del acuerdo general en el Distrito Federal.
A la corriente Unidad y Renovación (Unyr), a la que pertenece el servidor público, le correspondía ceder tres espacios, uno en Miguel Hidalgo, otro en Iztacalco y uno más en Tláhuac, el cual se ha negado a ceder.
Por otra parte, a fin de evitar sanciones por el rebase de los topes de gastos de campaña en el proceso interno, la dirigencia del PRD capitalino puso una serie de candados a los recursos que utilizarán los precandidatos a las jefaturas delegacionales y las diputaciones locales, e inclusive, conformó un equipo especial de contadores para realizar la rendición de cuentas de los poco más de 900 aspirantes registrados.
Manuel Oropeza, secretario general en funciones de presidente, detalló que desde el proceso electoral de 2003 el partido arrastra una serie de multas, que sólo este año significan el pago de 7 millones de pesos al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), por lo que se busca evitar cualquier resquicio que pueda generar mayores penalidades de este tipo.
“Más que por violación al límite de gasto establecido por las autoridades electorales, las sanciones obedecen a que no se ha tenido suficiente cuidado con la comprobación de los recursos erogados. El hecho de que se te pierda un recibo ya es motivo de multa”, agregó.
Ayer, el bloque de IU hizo público el acuerdo de unidad en la delegación Cuajimalpa, donde contenderá por la jefatura delegacional Adrián Ruvalcaba, luego de que la ex diputada local Aracely Vázquez, y el ex jefe delegacional, Ignacio Ruiz, quienes aspiraban al mismo cargo, declinaron a su favor.
A cambio, la primera disputará la candidatura por una diputación federal, y el segundo, por una curul en la Asamblea Legislativa.
En este contexto, Ruvalcaba denunció que de nueva cuenta el panista Carlos Orvañanos ha comenzado a promover su imagen en espectaculares de una empresa privada, por medio del nombre de un familiar, en donde aparece destacado su apellido y de fondo los colores del albiazul, por lo que consignará el caso a las autoridades electorales.
Conforme avanzan las negociaciones en Izquierda Unida nuevos frentes se abren en su seno. Se supo que en Tláhuac, el jefe delegacional, Gilberto Ensástiga, decidió privilegiar una alianza local y mantenerse al margen del acuerdo general en el Distrito Federal.
A la corriente Unidad y Renovación (Unyr), a la que pertenece el servidor público, le correspondía ceder tres espacios, uno en Miguel Hidalgo, otro en Iztacalco y uno más en Tláhuac, el cual se ha negado a ceder.
Por otra parte, a fin de evitar sanciones por el rebase de los topes de gastos de campaña en el proceso interno, la dirigencia del PRD capitalino puso una serie de candados a los recursos que utilizarán los precandidatos a las jefaturas delegacionales y las diputaciones locales, e inclusive, conformó un equipo especial de contadores para realizar la rendición de cuentas de los poco más de 900 aspirantes registrados.
Manuel Oropeza, secretario general en funciones de presidente, detalló que desde el proceso electoral de 2003 el partido arrastra una serie de multas, que sólo este año significan el pago de 7 millones de pesos al Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF), por lo que se busca evitar cualquier resquicio que pueda generar mayores penalidades de este tipo.
“Más que por violación al límite de gasto establecido por las autoridades electorales, las sanciones obedecen a que no se ha tenido suficiente cuidado con la comprobación de los recursos erogados. El hecho de que se te pierda un recibo ya es motivo de multa”, agregó.
Rocío González Alvarado, La Jornada, 26 de febrero.
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