En su informe, el FMI indicó además que la situación económica del país se verá agravada por una caída del 9.4 por ciento en las remesas este año, hasta los 21.300 millones de dólares.
Para capear la crisis, el Gobierno mexicano ha puesto en marcha un plan de gasto equivalente al 1.5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), que generará un crecimiento de la misma magnitud en la economía, de acuerdo con el Fondo.
Pero puede que no sea suficiente. David Robinson, director adjunto del departamento de América Latina, dijo a la prensa que los datos recibidos después de que el FMI hiciera su previsión de crecimiento, hace un mes, revelan un frenón más brusco que lo anticipado en la economía mexicana.
“El crecimiento en 2009 será menor que nuestro pronóstico actual”, que lo coloca en una contracción del 0.3 por ciento, explicó Robinson, quien no quiso dar una cifra exacta.
Esta circunstancia puede requerir más intervención pública, según afirmó el Consejo Ejecutivo del organismo, que divulgó hoy su revisión anual de la economía mexicana.
“Si la situación económica se deteriora aún más o por un período mayor que lo anticipado, pudiera existir margen para un relajamiento adicional de la política fiscal en 2009”, y para aplazar el fin de las medidas de estímulo, ahora previsto para el 2010, recomendó el Consejo.
Con la bajada de la inflación existe asimismo “cierto margen de maniobra” para que el banco central baje de nuevo las tasas de interés, opinó ese órgano, en el que están representados los 185 miembros del Fondo.
Para 2010 el organismo prevé, por ahora, una recuperación gradual de México, que sumará un crecimiento del 2.1 por ciento.
Además del agravamiento de la crisis mundial y la caída del precio del petróleo, México se ha visto perjudicado por la reducción de las remesas.
La entrada del dinero de los inmigrantes se estancó en 2007, cuando alcanzó los 23.800 millones de dólares y está en caída desde entonces.
Ese flujo registrará su mínimo este año, al sumar 21.300 millones de dólares, y se recuperará el año que viene, con 900 millones adicionales.
Sólo sobrepasará el nivel de 2007 en 2011, cuando las remesas llegarán a los 24.400 millones.
“Muchas de las remesas vienen de estados (en Estados Unidos) y sectores que se han visto particularmente perjudicados por la crisis”, como la construcción, explicó Vikram Haksar, el encargado de México en la entidad.
El FMI subrayó que la buena política económica del país le ha permitido adoptar un plan de estímulo fiscal en tiempos de crisis por primera vez en su historia y dijo que no prevé que el Gobierno tenga problemas para financiar su deuda este año.
Haksar explicó que la entidad cree que el peso está “algo infravalorado”, lo que “no es una sorpresa” en vista de su caída marcada en los últimos meses.
El funcionario del FMI dijo que en el actual entorno es de esperar que los mercados amplifiquen los movimientos cambiarios por encima de los valores razonables.
El organismo instó a México en su informe, a que adopte reformas estructurales que eleven su crecimiento potencial, como suele hacer en los análisis de su economía.
Mencionó específicamente la reforma del mercado laboral, la mejora de la educación y la infraestructura, y un aumento de la competencia con la liberalización de las telecomunicaciones, el transporte y la energía.
EFE, Crónica, 14 de febrero.
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