QUERÉTARO, Qro.— El presidente Felipe Calderón exigió terminar con el alarmismo y el catastrofismo que ha sido llevado a lo que calificó de “extremos absurdos”, en respuesta a las críticas hechas contra el Estado mexicano y contra el combate a la delincuencia.
Durante la conmemoración del 92 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, pidió acotar intereses personales, cerrar el paso a profecías de desastre, no socavar las instituciones, evitar egoísmos y discrepar pero sin falsear, dividir o provocar encono, sobre todo cuando la coyuntura está marcada por problemas de inseguridad y crisis económica.
Apenas minutos antes el presidente de la Cámara de Diputados, César Horacio Duarte había señalado: “México vive una crisis económica y financiera que pone a las instituciones nacionales ante un gran reto sin precedentes. La inseguridad en el país ha aumentado y se observan signos de violencia que alarman e intranquilizan a segmentos muy importantes de nuestra sociedad”.
En el mismo sentido se expresó Natividad González, gobernador de Nuevo León y representante de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), quien advirtió de una recesión:
“Si dejamos que se rompa el ciclo de los procesos productivos y se limite seriamente la dinámica del crecimiento, habrá recesión con desempleo y empobrecimiento generalizado”.
El mandatario local también alertó sobre el nivel del crimen organizado que, sostuvo, “está carcomiendo la estructura del Estado mexicano, generando intranquilidad social, complicando la gobernabilidad en todos los niveles y está pervirtiendo los valores esenciales de la convivencia armónica”.
En su turno, Calderón manifestó: “Debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan”.
Ante los representantes del Poder Legislativo, Judicial y los órganos autónomos del país, pidió unidad y, al mismo tiempo, dejar de lado intereses particulares o de grupo.
México exige de todos sus hijos, dijo, lealtad a la patria precisamente cuando hay quienes le apuesten al fracaso del Estado o a minar sus instituciones.
“Hagamos a un lado el alarmismo, que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos”.
La proliferación de la delincuencia organizada, en no pocas ocasiones, ha sido por complicidad de las autoridades, hecho que, dijo, no es nuevo. “Lo nuevo es la firme decisión del Estado mexicano de enfrentar esa delincuencia y derrotarla”.
“La República, hoy reunida (…) urge a las autoridades civiles, en la Federación y en las entidades federativas a acelerar el proceso de depuración y fortalecimiento de las entidades responsables de la seguridad, de manera que la presencia subsidiaria de las fuerzas federales, hoy indispensable, sea cada vez menos requerida”.
Durante la conmemoración del 92 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, pidió acotar intereses personales, cerrar el paso a profecías de desastre, no socavar las instituciones, evitar egoísmos y discrepar pero sin falsear, dividir o provocar encono, sobre todo cuando la coyuntura está marcada por problemas de inseguridad y crisis económica.
Apenas minutos antes el presidente de la Cámara de Diputados, César Horacio Duarte había señalado: “México vive una crisis económica y financiera que pone a las instituciones nacionales ante un gran reto sin precedentes. La inseguridad en el país ha aumentado y se observan signos de violencia que alarman e intranquilizan a segmentos muy importantes de nuestra sociedad”.
En el mismo sentido se expresó Natividad González, gobernador de Nuevo León y representante de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), quien advirtió de una recesión:
“Si dejamos que se rompa el ciclo de los procesos productivos y se limite seriamente la dinámica del crecimiento, habrá recesión con desempleo y empobrecimiento generalizado”.
El mandatario local también alertó sobre el nivel del crimen organizado que, sostuvo, “está carcomiendo la estructura del Estado mexicano, generando intranquilidad social, complicando la gobernabilidad en todos los niveles y está pervirtiendo los valores esenciales de la convivencia armónica”.
En su turno, Calderón manifestó: “Debemos rechazar todos el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente al país, a su imagen internacional, ahuyenta inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan”.
Ante los representantes del Poder Legislativo, Judicial y los órganos autónomos del país, pidió unidad y, al mismo tiempo, dejar de lado intereses particulares o de grupo.
México exige de todos sus hijos, dijo, lealtad a la patria precisamente cuando hay quienes le apuesten al fracaso del Estado o a minar sus instituciones.
“Hagamos a un lado el alarmismo, que ignora los esfuerzos que todos hacemos por superar nuestros desafíos”.
La proliferación de la delincuencia organizada, en no pocas ocasiones, ha sido por complicidad de las autoridades, hecho que, dijo, no es nuevo. “Lo nuevo es la firme decisión del Estado mexicano de enfrentar esa delincuencia y derrotarla”.
“La República, hoy reunida (…) urge a las autoridades civiles, en la Federación y en las entidades federativas a acelerar el proceso de depuración y fortalecimiento de las entidades responsables de la seguridad, de manera que la presencia subsidiaria de las fuerzas federales, hoy indispensable, sea cada vez menos requerida”.
Sergio Javier Jiménez enviado, El Universal, 6 de febrero.
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