LEÓN.— En la industria del vestido se perdieron 50 mil empleos durante 2008, dijo Georgina Chávez, directora de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV).
En el marco del Séptimo Foro Industrial del Bajío organizado por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), señaló que el año pasado el sector de la confección de ropa cerró más de 350 empresas.
Para revertir esta tendencia, dijo, queremos enfocarnos en el mercado mexicano, donde seis de cada 10 prendas son ilegales, de contrabando o piratería. Incluso, precisó que el sector puede generar empleos este año si también se convierte en vendedor del gobierno, en particular para Pemex, la Comisión Federal de Electricidad y el IMSS.
Sin embargo, aún no se conocen las reglas de operación para que las pequeñas y medianas empresas ocupen 20% de las ventas a gobierno, que, de acuerdo con la directora de la CNIV, el año pasado sumaron 680 mil millones de pesos.
Dijo que pese a que el gobierno es un cliente objetivo de la industria del vestido, “se tarda mucho en pagar”, lo que perjudica a las empresas en el entorno de la contracción económica. Por eso el sector ve a Japón y al mercado hispano de Estados Unidos como potenciales compradores.
En particular la CNIV tiene en la mira a California, donde los mexicanos prefieren la mezclilla. México es el segundo proveedor de ese material del mundo, y con las estrategias de exportación se busca revertir la caída de 11% en este rubro.
Para recuperarse de la crisis, los industriales del vestido encuentran en la falta de financiamiento su principal problema.
En el marco del Séptimo Foro Industrial del Bajío organizado por la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), señaló que el año pasado el sector de la confección de ropa cerró más de 350 empresas.
Para revertir esta tendencia, dijo, queremos enfocarnos en el mercado mexicano, donde seis de cada 10 prendas son ilegales, de contrabando o piratería. Incluso, precisó que el sector puede generar empleos este año si también se convierte en vendedor del gobierno, en particular para Pemex, la Comisión Federal de Electricidad y el IMSS.
Sin embargo, aún no se conocen las reglas de operación para que las pequeñas y medianas empresas ocupen 20% de las ventas a gobierno, que, de acuerdo con la directora de la CNIV, el año pasado sumaron 680 mil millones de pesos.
Dijo que pese a que el gobierno es un cliente objetivo de la industria del vestido, “se tarda mucho en pagar”, lo que perjudica a las empresas en el entorno de la contracción económica. Por eso el sector ve a Japón y al mercado hispano de Estados Unidos como potenciales compradores.
En particular la CNIV tiene en la mira a California, donde los mexicanos prefieren la mezclilla. México es el segundo proveedor de ese material del mundo, y con las estrategias de exportación se busca revertir la caída de 11% en este rubro.
Para recuperarse de la crisis, los industriales del vestido encuentran en la falta de financiamiento su principal problema.
Manuel Lombera Martínez enviado, El Universal, 2 de febrero.
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