BUENOS AIRES.— El ex congresista Sigifredo López, el último político en poder de la guerrilla, fue liberado ayer en un operativo de “película”, según la senadora Piedad Córdoba, con el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pusieron fin a su prometido primer paso para allanar el camino a un acuerdo humanitario de intercambio de prisioneros por rehenes con el gobierno de Álvaro Uribe.
“Estoy bien, después de todo... Estoy vivo y en libertad, lo demás no importa”, fueron las primeras palabras de López, un ex congresista oriundo del Cauca, al llegar al aeropuerto de Cali y confundirse en un emocionado abrazo con sus hijos, su madre y su esposa.
Abogado de 45 años, López fue secuestrado el 11 de abril de 2002 junto con otros 11 diputados, que luego en cautiverio fueron asesinados. Recién ayer, y a través del testimonio de López en la primera conferencia de prensa tras recuperar la libertad, pudo saberse “que fueron asesinados y eso es una huella en el alma que el pueblo colombiano jamás podrá olvidar”.
López explicó que por haber sido castigado —por “insubordinado”— y separado del grupo se salvó de caer junto a sus colegas y compañeros de cautiverio, que fueron asesinados en medio de un confuso enfrentamiento entre facciones de las FARC.
“Eso me lo confirmó el recepcionista (el guerrillero que lo vigilaba) cuando le pregunté si lo que me había dicho de que se habían colado sin avisar los del frente 29 y se armó la balacera entre los mismos guerrilleros —que los confundieron con soldados— era cierto”, explicó López alternando en su rostro risas y lágrimas. “Mis compañeros jamás merecieron ser asesinados como fueron asesinados por las FARC el 18 de junio, a las once y media, del año 2007”, acotó el ex congresista para quien Uribe ha sido“un gran presidente aunque cometió errores”.
La propia Piedad Córdoba explicó que el rescate fue “de película” porque el lugar pactado para la entrega era “una selva muy frondosa y el helicóptero no pudo aterrizar”, por lo que ella y un representante de la Cruz Roja Internacional tuvieron que lanzarse desde el aparato para recoger a López, media hora después.
Asimismo, la senadora, quien ayer confirmó que cambió de posición y seguirá trabajando en la mediación, recibió en un CD una carta de Alfonso Cano, el comandante de las FARC, de la que aún “no conozco el contenido”.
López abogó por que se pongan fin a los secuestros y por la “rápida liberación de los (22) policías y militares” en poder de la guerrilla y que las FARC esperan canjear por cientos de rebeldes presos. El último político rehén de las FARC dejó un mensaje claro al gobierno, al abogar a favor del intercambio humanitario. “Sólo hay una posibilidad de traer con vida a los 22 militares que están amarrados desde hace 10 años a los árboles y es el acuerdo...”.
“Estoy bien, después de todo... Estoy vivo y en libertad, lo demás no importa”, fueron las primeras palabras de López, un ex congresista oriundo del Cauca, al llegar al aeropuerto de Cali y confundirse en un emocionado abrazo con sus hijos, su madre y su esposa.
Abogado de 45 años, López fue secuestrado el 11 de abril de 2002 junto con otros 11 diputados, que luego en cautiverio fueron asesinados. Recién ayer, y a través del testimonio de López en la primera conferencia de prensa tras recuperar la libertad, pudo saberse “que fueron asesinados y eso es una huella en el alma que el pueblo colombiano jamás podrá olvidar”.
López explicó que por haber sido castigado —por “insubordinado”— y separado del grupo se salvó de caer junto a sus colegas y compañeros de cautiverio, que fueron asesinados en medio de un confuso enfrentamiento entre facciones de las FARC.
“Eso me lo confirmó el recepcionista (el guerrillero que lo vigilaba) cuando le pregunté si lo que me había dicho de que se habían colado sin avisar los del frente 29 y se armó la balacera entre los mismos guerrilleros —que los confundieron con soldados— era cierto”, explicó López alternando en su rostro risas y lágrimas. “Mis compañeros jamás merecieron ser asesinados como fueron asesinados por las FARC el 18 de junio, a las once y media, del año 2007”, acotó el ex congresista para quien Uribe ha sido“un gran presidente aunque cometió errores”.
La propia Piedad Córdoba explicó que el rescate fue “de película” porque el lugar pactado para la entrega era “una selva muy frondosa y el helicóptero no pudo aterrizar”, por lo que ella y un representante de la Cruz Roja Internacional tuvieron que lanzarse desde el aparato para recoger a López, media hora después.
Asimismo, la senadora, quien ayer confirmó que cambió de posición y seguirá trabajando en la mediación, recibió en un CD una carta de Alfonso Cano, el comandante de las FARC, de la que aún “no conozco el contenido”.
López abogó por que se pongan fin a los secuestros y por la “rápida liberación de los (22) policías y militares” en poder de la guerrilla y que las FARC esperan canjear por cientos de rebeldes presos. El último político rehén de las FARC dejó un mensaje claro al gobierno, al abogar a favor del intercambio humanitario. “Sólo hay una posibilidad de traer con vida a los 22 militares que están amarrados desde hace 10 años a los árboles y es el acuerdo...”.
José Vales corresponsal, El Universal, 6 de febrero.
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