La guerra que libra el Ejército contra narcotraficantes se recrudeció en este sexenio, en el que han ocurrido más de 153 enfrentamientos con un saldo de 70 efectivos castrenses muertos.
El número de combates directos entre tropas y sicarios representa un incremento de casi mil por ciento en relación con los 16 choques que ocurrieron en la administración de Vicente Fox.
Un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional confirma que el gobierno de Felipe Calderón ha emprendido una ofensiva contra el narcotráfico.
De acuerdo con el reporte, entre 2000 y 2008 personal militar sostuvo 169 enfrentamientos contra sicarios como parte de la campaña permanente contra el narcotráfico y violaciones la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Los tiroteos se registraron en 22 entidades del país, aunque la mayoría ocurrió en Tamaulipas (32), Durango (20), Chihuahua (14), Nuevo León (13), Michoacán (13), Sinaloa (13) y Oaxaca (11).
En este recuento también están Sonora (nueve), Guerrero (nueve), Baja California (ocho), Veracruz (seis), Coahuila (cinco), Guanajuato (tres), Zacatecas (tres), Nayarit (dos), Tabasco (dos) y Aguascalientes, Distrito Federal, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí y Morelos (todos con una protesta).
Estas cifras contrastan con los números registrados en el sexenio foxista, durante el que se suscitaron 16 enfrentamientos: tres en 2002, tres en 2003, cuatro en 2004, dos en 2005 y cuatro en 2006.
De hecho, en los dos primeros años de la administración pasada no ocurrieron choques armados entre personal de la Sedena y miembros de la delincuencia organizada. Esta situación cambió en 2007 (en el sexenio de Calderón), cuando se contabilizaron en total 48 balaceras, entre ellas una en la Ciudad de México.
Aunque la guerra contra el narcotráfico aumentó en intensidad, el mayor número de combates armados ocurrió en 2008, con un total de 105 choques, de los cuales 23 se suscitaron en Tamaulipas, 13 en Chihuahua y 10 en Durango.
El presidente Felipe Calderón había anticipado que las acciones contra el narcotráfico representaban una guerra que costaría vidas de militares y policías, así como tiempo y recursos económicos.
En lo que va de 2009 han ocurrido tres choques entre militares y delincuentes. Ante los episodios recientes, el titular de la Sedena, Guillermo Galván, dijo el 9 de febrero pasado que “nadie intimida ni nada detendrá” al Ejército en la lucha contra el hampa.
El 7 de febrero, efectivos del 52 batallón de infantería fueron atacados en Fresnillo, Zacatecas, con armas de fuego y granadas. En el tiroteo murió el sargento segundo Luis Alejandro Frutos Sernas y resultaron heridos un jefe y un elemento de tropa, mientras que cuatro delincuentes murieron y seis fueron detenidos.
Sin embargo, el enfrentamiento más cruento ocurrieron el 10 de febrero en Villa Ahumada, Chihuahua, donde fallecieron 14 sicarios, seis levantados y el sargento segundo Ángel Macrino Manzo.
El número de combates directos entre tropas y sicarios representa un incremento de casi mil por ciento en relación con los 16 choques que ocurrieron en la administración de Vicente Fox.
Un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional confirma que el gobierno de Felipe Calderón ha emprendido una ofensiva contra el narcotráfico.
De acuerdo con el reporte, entre 2000 y 2008 personal militar sostuvo 169 enfrentamientos contra sicarios como parte de la campaña permanente contra el narcotráfico y violaciones la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
Los tiroteos se registraron en 22 entidades del país, aunque la mayoría ocurrió en Tamaulipas (32), Durango (20), Chihuahua (14), Nuevo León (13), Michoacán (13), Sinaloa (13) y Oaxaca (11).
En este recuento también están Sonora (nueve), Guerrero (nueve), Baja California (ocho), Veracruz (seis), Coahuila (cinco), Guanajuato (tres), Zacatecas (tres), Nayarit (dos), Tabasco (dos) y Aguascalientes, Distrito Federal, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí y Morelos (todos con una protesta).
Estas cifras contrastan con los números registrados en el sexenio foxista, durante el que se suscitaron 16 enfrentamientos: tres en 2002, tres en 2003, cuatro en 2004, dos en 2005 y cuatro en 2006.
De hecho, en los dos primeros años de la administración pasada no ocurrieron choques armados entre personal de la Sedena y miembros de la delincuencia organizada. Esta situación cambió en 2007 (en el sexenio de Calderón), cuando se contabilizaron en total 48 balaceras, entre ellas una en la Ciudad de México.
Aunque la guerra contra el narcotráfico aumentó en intensidad, el mayor número de combates armados ocurrió en 2008, con un total de 105 choques, de los cuales 23 se suscitaron en Tamaulipas, 13 en Chihuahua y 10 en Durango.
El presidente Felipe Calderón había anticipado que las acciones contra el narcotráfico representaban una guerra que costaría vidas de militares y policías, así como tiempo y recursos económicos.
En lo que va de 2009 han ocurrido tres choques entre militares y delincuentes. Ante los episodios recientes, el titular de la Sedena, Guillermo Galván, dijo el 9 de febrero pasado que “nadie intimida ni nada detendrá” al Ejército en la lucha contra el hampa.
El 7 de febrero, efectivos del 52 batallón de infantería fueron atacados en Fresnillo, Zacatecas, con armas de fuego y granadas. En el tiroteo murió el sargento segundo Luis Alejandro Frutos Sernas y resultaron heridos un jefe y un elemento de tropa, mientras que cuatro delincuentes murieron y seis fueron detenidos.
Sin embargo, el enfrentamiento más cruento ocurrieron el 10 de febrero en Villa Ahumada, Chihuahua, donde fallecieron 14 sicarios, seis levantados y el sargento segundo Ángel Macrino Manzo.
Ignacio Alzaga, Milenio, 16 de febrero.
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