No hay condiciones para impulsar una reforma laboral en estos momentos. Sin embargo, los paros técnicos a los que han sido sometidas algunas empresas, como la Volkswagen en Puebla, podrían convertirse en un ensayo general de la reforma que pretende el gobierno, señalan líderes sindicales y abogados laborales.
“No hay condiciones para las reformas laborales este año, es más, van a dejar pasar cuando menos el año electoral. Pero no nos engañemos, el hecho de que no se dé paso a la reforma formal no quiere decir que no se esté dando paso a la reforma real; es más, parte del programa de salida de la crisis es la reforma real en materia laboral”, dice José Alfonso Bouzas Ortíz, especialista en derecho del trabajo por la UNAM.
Sostiene que los empleos precarios y transitorios son el contenido fundamental de la reforma laboral. “Eso es lo que pedían los empresarios: posibilidad de contratar con salario pelón y sin compromiso de ninguna otra especie; ahora, en vez de decirnos que se trata de empleo precario, nos lo están vendiendo como elementos de salida de la crisis, un empleo temporal”, alerta.
Y ésta será, sostiene, una de las principales armas que esgrimirá el gobierno federal para implementar una reforma real.
Arturo Alcalde Justiniani, abogado laborista, sostiene por su parte que este año no habrá reforma laboral. La crisis y el año electoral, aunado al descontento en el sector obrero, son la pared con que se topará una eventual reforma de este tipo.
“Ahorita es el peor momento para presentar una reforma laboral, porque hay un enojo generalizado frente a la conducta del gobierno, particularmente por el caso minero. No creo que haya ningún ambiente propicio y menos en un entorno de próxima elección”, explica.
Además, sostiene que sea cual sea la reforma, los gremios van a tratar de frenarla, debido a la ofensiva gubernamental hacia el sindicalismo nacional.
“No hay consenso; hay una lejanía frente al discurso de la STPS y los puntos de vista de muchos de los legisladores, entonces no veo que haya condiciones para ello”, apunta.
¿Cuánto esperar? Por lo menos tenemos en México 15 años con este tema, dice. “Mientras no haya un cambio de actitud va a ser muy difícil que haya una reforma, sobre todo porque necesitamos eso, una reforma al modelo laboral más que una reforma simple a la ley federal del trabajo que ni siquiera se cumple”, sostiene.
El caso Volkswagen. El dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza Flores, apunta que los paros técnicos, como los que se están dando en Puebla, pudieran ser una antesala a la reforma laboral que busca el gobierno.
“Es una antesala. En los hechos la están haciendo pero tenemos que revertir, obligar a que cumplan la actual ley y la propia Constitución”, dice.
Sostiene que desde Los Pinos se buscará aprovechar la crisis financiera para catapultar una reforma de este tipo, donde estén permitidos los paros técnicos, las ampliaciones o disminuciones de las horas de trabajo y las relaciones laborales por horas.
Incluso, apunta que algunas centrales como la CTM y la CROC ya están aceptando esta forma de relación laboral, con la justificación de que hay que conservar los empleos a causa de la crisis financiera internacional.
“Las principales centrales ya están aceptando la reforma laboral que son los paros técnicos y trabajar por horas: esos son de los objetivos muy claros de la reforma. Te contratan por horas para que ya no haya contratos colectivos de trabajo”, alerta.
Evitar el albazo. Para el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), Enrique Hanff Vázquez, existe el antecedente de la reforma a la Ley del ISSSTE.
“Hay preocupación, y es por eso que se está tratando de trabajar en rebatir en su momento, cuando empiece el proyecto de aprobación, ojalá no suceda como pasó con la reforma a la Ley del ISSSTE, en que se votó y se aprobó en la Cámara sin que los diputados supieran realmente lo que habían aprobado”, comenta.
Alerta que en este caso podría pasar lo mismo con la reforma laboral, de ahí la necesidad de que se escuche la voz de los trabajadores desde la Cámara de Diputados.
En caso contrario, dijo, los sindicatos tratarán de frenar una reforma contraria a los trabajadores, pero en su caso, no desde las calles, sino a través de foros nacionales e internacionales.
“Lo haremos no con marchas y plantones, sino preparando a los trabajadores y decirles lo que está mal. No soy de la idea de sacarlos a la calle o irme a plantar al Zócalo. Lo nuestro es informar a los trabajadores, ir a los foros nacionales e internacionales”, argumenta.
Para Hanff Vázquez, es necesaria una reforma laboral, pero que cuente con la aprobación de la clase obrera.
“No tiene que existir la opinión de un solo lado, en este caso de la STPS, debe haber una participación real, un consenso con todos los sindicatos. Sentarnos por mucho tiempo, exponer los diferentes puntos de vista hablar de un tema en específico, agotarlo, pero con la opinión de los sindicatos”, abunda.
Insiste sobre lo ocurrido en la Ley del ISSSTE. “A pesar de los errores que nosotros marcamos y que han salido a relucir, no nos tomaron en cuenta.
Qué podemos esperar de una reforma laboral en donde se acusa a los trabajadores, en general, que no progresan las industrias por las limitantes que ponemos los trabajadores”, expone.
Opinan líderes y abogados
José Alfonso Bouzas Ortiz
“No hay condiciones para las reformas laborales este año, es más, van a dejar pasar cuando menos el año electoral. Pero no nos engañemos, el hecho de que no se dé paso a la reforma formal no quiere decir que no se esté dando paso a la reforma real; es más, parte del programa de salida de la crisis es la reforma real en materia laboral”
Martín Esparza Flores
“ En los hechos la están haciendo pero tenemos que revertir, obligar a que cumplan la actual ley y la propia Constitución”. Desde Los Pinos se busca aprovechar la crisis para catapultar una reforma de este tipo, donde estén permitidos los paros técnicos, las ampliaciones o disminuciones de las horas de trabajo y las relaciones laborales por horas.
Enrique Hanff Vázquez
“Hay preocupación, y es por eso que se está tratando de trabajar en rebatir en su momento, cuando empiece el proyecto de aprobación, ojalá no suceda como pasó con la reforma a la Ley del ISSSTE, en que se votó y se aprobó en la Cámara sin que los diputados supieran realmente lo que habían aprobado”
“No hay condiciones para las reformas laborales este año, es más, van a dejar pasar cuando menos el año electoral. Pero no nos engañemos, el hecho de que no se dé paso a la reforma formal no quiere decir que no se esté dando paso a la reforma real; es más, parte del programa de salida de la crisis es la reforma real en materia laboral”, dice José Alfonso Bouzas Ortíz, especialista en derecho del trabajo por la UNAM.
Sostiene que los empleos precarios y transitorios son el contenido fundamental de la reforma laboral. “Eso es lo que pedían los empresarios: posibilidad de contratar con salario pelón y sin compromiso de ninguna otra especie; ahora, en vez de decirnos que se trata de empleo precario, nos lo están vendiendo como elementos de salida de la crisis, un empleo temporal”, alerta.
Y ésta será, sostiene, una de las principales armas que esgrimirá el gobierno federal para implementar una reforma real.
Arturo Alcalde Justiniani, abogado laborista, sostiene por su parte que este año no habrá reforma laboral. La crisis y el año electoral, aunado al descontento en el sector obrero, son la pared con que se topará una eventual reforma de este tipo.
“Ahorita es el peor momento para presentar una reforma laboral, porque hay un enojo generalizado frente a la conducta del gobierno, particularmente por el caso minero. No creo que haya ningún ambiente propicio y menos en un entorno de próxima elección”, explica.
Además, sostiene que sea cual sea la reforma, los gremios van a tratar de frenarla, debido a la ofensiva gubernamental hacia el sindicalismo nacional.
“No hay consenso; hay una lejanía frente al discurso de la STPS y los puntos de vista de muchos de los legisladores, entonces no veo que haya condiciones para ello”, apunta.
¿Cuánto esperar? Por lo menos tenemos en México 15 años con este tema, dice. “Mientras no haya un cambio de actitud va a ser muy difícil que haya una reforma, sobre todo porque necesitamos eso, una reforma al modelo laboral más que una reforma simple a la ley federal del trabajo que ni siquiera se cumple”, sostiene.
El caso Volkswagen. El dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza Flores, apunta que los paros técnicos, como los que se están dando en Puebla, pudieran ser una antesala a la reforma laboral que busca el gobierno.
“Es una antesala. En los hechos la están haciendo pero tenemos que revertir, obligar a que cumplan la actual ley y la propia Constitución”, dice.
Sostiene que desde Los Pinos se buscará aprovechar la crisis financiera para catapultar una reforma de este tipo, donde estén permitidos los paros técnicos, las ampliaciones o disminuciones de las horas de trabajo y las relaciones laborales por horas.
Incluso, apunta que algunas centrales como la CTM y la CROC ya están aceptando esta forma de relación laboral, con la justificación de que hay que conservar los empleos a causa de la crisis financiera internacional.
“Las principales centrales ya están aceptando la reforma laboral que son los paros técnicos y trabajar por horas: esos son de los objetivos muy claros de la reforma. Te contratan por horas para que ya no haya contratos colectivos de trabajo”, alerta.
Evitar el albazo. Para el dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), Enrique Hanff Vázquez, existe el antecedente de la reforma a la Ley del ISSSTE.
“Hay preocupación, y es por eso que se está tratando de trabajar en rebatir en su momento, cuando empiece el proyecto de aprobación, ojalá no suceda como pasó con la reforma a la Ley del ISSSTE, en que se votó y se aprobó en la Cámara sin que los diputados supieran realmente lo que habían aprobado”, comenta.
Alerta que en este caso podría pasar lo mismo con la reforma laboral, de ahí la necesidad de que se escuche la voz de los trabajadores desde la Cámara de Diputados.
En caso contrario, dijo, los sindicatos tratarán de frenar una reforma contraria a los trabajadores, pero en su caso, no desde las calles, sino a través de foros nacionales e internacionales.
“Lo haremos no con marchas y plantones, sino preparando a los trabajadores y decirles lo que está mal. No soy de la idea de sacarlos a la calle o irme a plantar al Zócalo. Lo nuestro es informar a los trabajadores, ir a los foros nacionales e internacionales”, argumenta.
Para Hanff Vázquez, es necesaria una reforma laboral, pero que cuente con la aprobación de la clase obrera.
“No tiene que existir la opinión de un solo lado, en este caso de la STPS, debe haber una participación real, un consenso con todos los sindicatos. Sentarnos por mucho tiempo, exponer los diferentes puntos de vista hablar de un tema en específico, agotarlo, pero con la opinión de los sindicatos”, abunda.
Insiste sobre lo ocurrido en la Ley del ISSSTE. “A pesar de los errores que nosotros marcamos y que han salido a relucir, no nos tomaron en cuenta.
Qué podemos esperar de una reforma laboral en donde se acusa a los trabajadores, en general, que no progresan las industrias por las limitantes que ponemos los trabajadores”, expone.
Opinan líderes y abogados
José Alfonso Bouzas Ortiz
“No hay condiciones para las reformas laborales este año, es más, van a dejar pasar cuando menos el año electoral. Pero no nos engañemos, el hecho de que no se dé paso a la reforma formal no quiere decir que no se esté dando paso a la reforma real; es más, parte del programa de salida de la crisis es la reforma real en materia laboral”
Martín Esparza Flores
“ En los hechos la están haciendo pero tenemos que revertir, obligar a que cumplan la actual ley y la propia Constitución”. Desde Los Pinos se busca aprovechar la crisis para catapultar una reforma de este tipo, donde estén permitidos los paros técnicos, las ampliaciones o disminuciones de las horas de trabajo y las relaciones laborales por horas.
Enrique Hanff Vázquez
“Hay preocupación, y es por eso que se está tratando de trabajar en rebatir en su momento, cuando empiece el proyecto de aprobación, ojalá no suceda como pasó con la reforma a la Ley del ISSSTE, en que se votó y se aprobó en la Cámara sin que los diputados supieran realmente lo que habían aprobado”
Olivier Pavón, Crónica, 9 de febrero.
0 Responses to "Paros técnicos, ensayo para la reforma laboral: sindicalistas"
Publicar un comentario