El senador Ulises Ramírez asegura que la contienda para renovar el Congreso en el Estado de México será cerrada. Los números muestran una competencia cerradísima entre PRI y PAN, seguidos de lejos por el PRD.
El legislador no rehúye a la realidad electoral panista en la entidad, la cual define como complicada y difícil, debido a las actuales condiciones económicas y al electorado volátil, que no perdona las deficiencias de los gobiernos locales.
También comenta los descalabros del albiazul asociados a su posición como partido gobernante, que resintió en la última década la pérdida de votos utilitarios que marcan una tendencia a la baja en el voto urbano, otrora su fortaleza.
“Si alguien creía que comicios tan reñidos como los de 2006 difícilmente se repetirían, hay indicios de que en 2009 se podría suscitar un final controvertido”, afirma.
En comparación con la votación de 2006, argumenta, estos resultados representan un cambio sustantivo para PRI y PRD, quienes competirán con una marcada desventaja: ya sin el efecto de Andrés Manuel López Obrador.
El senador ataja las criticas sobre el mecanismo de designación de manera directa a sus candidatos a puestos de representación popular, que en su momento llegaron a ser estridentes y generaron suspicacias en la base militante, que pensó que sólo beneficiaría a un candidato en particular, lo que amenazó la unidad partidista.
— ¿Qué tan difícil es este proceso para el PAN en la entidad?
—El proceso venidero resulta complejo y difícil por la alta competitividad electoral para el partido, debido al aumento en la percepción de inseguridad que se registra en algunas regiones del país. A ello se suma la crisis y la forma en que se gobierna, lo cual crea condiciones que se mezclan y colocan al partido en una posición difícil, admite el senador Ulises Ramírez.
Sin embargo, indica, el mecanismo de selección permitirá enfrentar una elección sin una grave crisis interna y ofrecer al electorado opciones serias para contender por un cargo, con proyectos y propuestas sólidas, abanderados por candidatos confiables y con una representación social que permita conformar una mayoría en la Cámara de Diputados, en la segunda fase del gobierno del presidente Felipe Calderón.
—Ahora se jugará con nuevas reglas en materia de medios de comunicación y financiamiento, ¿hay alguna estrategia del partido?
— Habrá que forzar a los aspirantes a regresar a nuestros orígenes, cuando existía un PAN de tenis, es decir, los candidatos tendrán que tocar puerta por puerta para que el electorado los conozca personalmente.
El legislador no rehúye a la realidad electoral panista en la entidad, la cual define como complicada y difícil, debido a las actuales condiciones económicas y al electorado volátil, que no perdona las deficiencias de los gobiernos locales.
También comenta los descalabros del albiazul asociados a su posición como partido gobernante, que resintió en la última década la pérdida de votos utilitarios que marcan una tendencia a la baja en el voto urbano, otrora su fortaleza.
“Si alguien creía que comicios tan reñidos como los de 2006 difícilmente se repetirían, hay indicios de que en 2009 se podría suscitar un final controvertido”, afirma.
En comparación con la votación de 2006, argumenta, estos resultados representan un cambio sustantivo para PRI y PRD, quienes competirán con una marcada desventaja: ya sin el efecto de Andrés Manuel López Obrador.
El senador ataja las criticas sobre el mecanismo de designación de manera directa a sus candidatos a puestos de representación popular, que en su momento llegaron a ser estridentes y generaron suspicacias en la base militante, que pensó que sólo beneficiaría a un candidato en particular, lo que amenazó la unidad partidista.
— ¿Qué tan difícil es este proceso para el PAN en la entidad?
—El proceso venidero resulta complejo y difícil por la alta competitividad electoral para el partido, debido al aumento en la percepción de inseguridad que se registra en algunas regiones del país. A ello se suma la crisis y la forma en que se gobierna, lo cual crea condiciones que se mezclan y colocan al partido en una posición difícil, admite el senador Ulises Ramírez.
Sin embargo, indica, el mecanismo de selección permitirá enfrentar una elección sin una grave crisis interna y ofrecer al electorado opciones serias para contender por un cargo, con proyectos y propuestas sólidas, abanderados por candidatos confiables y con una representación social que permita conformar una mayoría en la Cámara de Diputados, en la segunda fase del gobierno del presidente Felipe Calderón.
—Ahora se jugará con nuevas reglas en materia de medios de comunicación y financiamiento, ¿hay alguna estrategia del partido?
— Habrá que forzar a los aspirantes a regresar a nuestros orígenes, cuando existía un PAN de tenis, es decir, los candidatos tendrán que tocar puerta por puerta para que el electorado los conozca personalmente.
Ana Salazar, Reforma, 24 de febrero.
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