VILLAHERMOSA.— Los “graves” problemas de México, como la inseguridad, la pobreza o la crisis, sí se pueden enfrentar, aseguró el presidente Felipe Calderón, quien sostuvo que, ante la “fuerte tormenta financiera”, el “infarto” en la economía estadounidense y la adversidad, su gobierno no se quedará cruzado de brazos.
“Aquí no nos rendimos, ni nos echamos para atrás, por fuerte que sea la adversidad. Tabasco lo ha demostrado: las adversidades se enfrentan y, cuando se enfrentan, se superan”, dijo Calderón, quien insistentemente golpeteó el atril con el dedo índice para enfatizar sus dichos.
Calderón visitó primero el municipio de Ostuacán, en Chiapas, y la capital de Tabasco, Villahermosa. En el primer punto, donde puso en marcha la construcción de dos túneles para garantizar a futuro el cauce del río Grijalva —que se bloqueó a causa de un deslave el 4 de noviembre de 2007—, dijo: “Tenemos los recursos, el orgullo y sobre todo tenemos el temple para enfrentar problemas y para superarlos. Las cosas difíciles sí se pueden cambiar. Sí se pueden resolver los problemas por graves que estos sean”.
Calderón utilizó como ejemplo las obras realizadas para retirar el alud en este lugar hace más de un año, y dijo que así como se logró mover una montaña, vamos a enfrentar la adversidad económica “y con todo y problema vamos a salir adelante si estamos unidos”.
El mandatario, acompañado por los gobernadores Juan Sabines, de Chiapas, y Andrés Granier, de Tabasco, reconoció: “Sí, la situación no es fácil ni sencilla. Bien decía aquel dicho o aquel anuncio que si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría, pero a nosotros nos toca enfrentar cosas retadoras y difíciles”.
Recordó el 4 de noviembre como una fecha que “es significativa por muchas razones”, pero no terminó de explicarlas. En 2007 fue cuando se desgajó el cerro en Ostuacán y al año siguiente moriría su amigo, quien fuera secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
Al referirse a las inundaciones en Tabasco de 2007, calificó esos días como “intensos y emocionantes”, aunque dijo que para él, en lo personal, “lo han sido todos prácticamente en esta Presidencia, lo cual es bueno porque uno no tiene tiempo de aburrirse”, estableció Felipe Calderón
“Aquí no nos rendimos, ni nos echamos para atrás, por fuerte que sea la adversidad. Tabasco lo ha demostrado: las adversidades se enfrentan y, cuando se enfrentan, se superan”, dijo Calderón, quien insistentemente golpeteó el atril con el dedo índice para enfatizar sus dichos.
Calderón visitó primero el municipio de Ostuacán, en Chiapas, y la capital de Tabasco, Villahermosa. En el primer punto, donde puso en marcha la construcción de dos túneles para garantizar a futuro el cauce del río Grijalva —que se bloqueó a causa de un deslave el 4 de noviembre de 2007—, dijo: “Tenemos los recursos, el orgullo y sobre todo tenemos el temple para enfrentar problemas y para superarlos. Las cosas difíciles sí se pueden cambiar. Sí se pueden resolver los problemas por graves que estos sean”.
Calderón utilizó como ejemplo las obras realizadas para retirar el alud en este lugar hace más de un año, y dijo que así como se logró mover una montaña, vamos a enfrentar la adversidad económica “y con todo y problema vamos a salir adelante si estamos unidos”.
El mandatario, acompañado por los gobernadores Juan Sabines, de Chiapas, y Andrés Granier, de Tabasco, reconoció: “Sí, la situación no es fácil ni sencilla. Bien decía aquel dicho o aquel anuncio que si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría, pero a nosotros nos toca enfrentar cosas retadoras y difíciles”.
Recordó el 4 de noviembre como una fecha que “es significativa por muchas razones”, pero no terminó de explicarlas. En 2007 fue cuando se desgajó el cerro en Ostuacán y al año siguiente moriría su amigo, quien fuera secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
Al referirse a las inundaciones en Tabasco de 2007, calificó esos días como “intensos y emocionantes”, aunque dijo que para él, en lo personal, “lo han sido todos prácticamente en esta Presidencia, lo cual es bueno porque uno no tiene tiempo de aburrirse”, estableció Felipe Calderón
Sergio Javier Jiménez enviado, El Universal, 13 de febrero.
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