El presidente Felipe Calderón aseguró tajante que su gobierno ha determinado poner “punto final” a las acciones criminales, hacerles frente y fortalecer la autoridad del Estado, sobre todo en aquellas entidades más asoladas, donde la violencia se ha implantado al amparo de un largo tiempo de impunidad y complicidad.
En la Plaza de la Constitución, donde conmemoró el 188 Aniversario del Día de la Bandera, destacó que se busca construir un México que dure para siempre, el cual se marque por el respeto al derecho y las leyes.
Pero para lograrlo cuestionó en tono de exigencia, al tiempo que golpeaba el dedo en el atril: “Bajo qué México quisiéramos que ondeara nuestra amada Bandera Nacional, y sobre todo, qué nos toca hacer y qué estamos dispuestos a hacer”.
Frente a los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, afirmó que mientras algunos retroceden o aceptan como “irremediable” el avance de los poderosos, a otros la bandera los alienta a tomar como suya la defensa de la tierra y la historia.
Libertad de expresión, sin restricción
Tras describir el significado de los colores del lábaro patrio, expresó que el marco de unidad y paz es el que permite debatir, discrepar, arribar a acuerdos importantes para el país y garantiza la libertad de expresión sin restricción alguna.
“Hay generaciones a las que les toca combatir con ahínco preservar esa libertad (…) a nosotros, la del Bicentenario nos corresponde también defenderla”, dijo frente al gabinete de seguridad, alumnos, soldados y marinos. El Mandatario enfatizó que los mexicanos deben mantener “firmes las riendas” del destino de la nación.
En la Plaza de la Constitución, donde conmemoró el 188 Aniversario del Día de la Bandera, destacó que se busca construir un México que dure para siempre, el cual se marque por el respeto al derecho y las leyes.
Pero para lograrlo cuestionó en tono de exigencia, al tiempo que golpeaba el dedo en el atril: “Bajo qué México quisiéramos que ondeara nuestra amada Bandera Nacional, y sobre todo, qué nos toca hacer y qué estamos dispuestos a hacer”.
Frente a los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, afirmó que mientras algunos retroceden o aceptan como “irremediable” el avance de los poderosos, a otros la bandera los alienta a tomar como suya la defensa de la tierra y la historia.
Libertad de expresión, sin restricción
Tras describir el significado de los colores del lábaro patrio, expresó que el marco de unidad y paz es el que permite debatir, discrepar, arribar a acuerdos importantes para el país y garantiza la libertad de expresión sin restricción alguna.
“Hay generaciones a las que les toca combatir con ahínco preservar esa libertad (…) a nosotros, la del Bicentenario nos corresponde también defenderla”, dijo frente al gabinete de seguridad, alumnos, soldados y marinos. El Mandatario enfatizó que los mexicanos deben mantener “firmes las riendas” del destino de la nación.
Laura Vega, El Economista, 25 de febrero.
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