Bogotá, 30 de enero. El proceso para la entrega de seis rehenes anunciada por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se inició hoy con la partida de la comisión encabezada por la senadora opositora Piedad Córdoba hacia un poblado de Brasil, desde donde partirán los helicópteros que recogerán a los cautivos en la selva colombiana.
La comisión salió en un avión privado a media mañana de este viernes desde Bogotá hacia el poblado brasileño de San Gabriel de Cachoeira, en la frontera amazónica con Colombia y Venezuela.
El grupo de rehenes a ser liberado, según anunciaron el 21 de diciembre las FARC, está integrado por tres policías y un militar, y los dirigentes políticos Alan Jara y Sigifredo López.
Antes de partir, Córdoba confirmó a periodistas que “el domingo recibimos a los militares, el lunes al ex gobernador Jara y el miércoles a Sigifredo López”.
El gobierno brasileño del presiente Luiz Inacio Lula da Silva facilitó los helicópteros y la logística para la liberación de los secuestrados, la primera que realiza la principal guerrilla colombiana desde febrero de 2008, cuando dejó en libertad a cuatro políticos.
La participación brasileña fue solicitada para garantizar la neutralidad de la operación, por la desconfianza de las FARC después del operativo militar que en julio pasado rescató a otros 15 rehenes de esa guerrilla, en la cual se usaron emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para engañar a los rebeldes.
Con Córdoba viajaron tres delegados de un grupo de colombianos comprometidos en ese proceso, el médico francés del CICR, Pierre Hofer; la directora suiza de operaciones para América de ese organismo, Patricia Danzi, y el director adjunto de la misión en Colombia, Thierry Grobet.
Con la entrega, las FARC buscan ganar espacio político e imagen internacional después de los golpes que les propinaron las fuerzas militares y que incluyen las muertes de varios comandantes, el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y la deserción de miles de combatientes, según algunos analistas.
Las fuerzas militares de Colombia suspenderán operaciones durante 24 horas en las zonas en donde se producirán las liberaciones, para evitar incidentes que puedan poner en riesgo la misión y la vida de los rehenes.
Después de estas liberaciones, la guerrilla (conformada por unos 7 mil combatientes, según el gobierno) mantendrá en su poder a 22 militares y policías de un grupo de rehenes que propone canjear por insurgentes presos.
Las FARC, que desde mayo pasado son dirigidas por Alfonso Cano, quien sucedió al fundador Manuel Marulanda Vélez alias Tirofijo, anunciaron la liberación en un gesto unilateral hacia un grupo de personas de la sociedad civil que proponen una salida negociada al conflicto armado del país.
En las FARC existe “una tendencia que busca una solución política”, aseguró por su parte Carlos Lozano, director del periódico del Partido Comunista e integrante de ese grupo, denominado Colombianos por la Paz.
La comisión salió en un avión privado a media mañana de este viernes desde Bogotá hacia el poblado brasileño de San Gabriel de Cachoeira, en la frontera amazónica con Colombia y Venezuela.
El grupo de rehenes a ser liberado, según anunciaron el 21 de diciembre las FARC, está integrado por tres policías y un militar, y los dirigentes políticos Alan Jara y Sigifredo López.
Antes de partir, Córdoba confirmó a periodistas que “el domingo recibimos a los militares, el lunes al ex gobernador Jara y el miércoles a Sigifredo López”.
El gobierno brasileño del presiente Luiz Inacio Lula da Silva facilitó los helicópteros y la logística para la liberación de los secuestrados, la primera que realiza la principal guerrilla colombiana desde febrero de 2008, cuando dejó en libertad a cuatro políticos.
La participación brasileña fue solicitada para garantizar la neutralidad de la operación, por la desconfianza de las FARC después del operativo militar que en julio pasado rescató a otros 15 rehenes de esa guerrilla, en la cual se usaron emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para engañar a los rebeldes.
Con Córdoba viajaron tres delegados de un grupo de colombianos comprometidos en ese proceso, el médico francés del CICR, Pierre Hofer; la directora suiza de operaciones para América de ese organismo, Patricia Danzi, y el director adjunto de la misión en Colombia, Thierry Grobet.
Con la entrega, las FARC buscan ganar espacio político e imagen internacional después de los golpes que les propinaron las fuerzas militares y que incluyen las muertes de varios comandantes, el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y la deserción de miles de combatientes, según algunos analistas.
Las fuerzas militares de Colombia suspenderán operaciones durante 24 horas en las zonas en donde se producirán las liberaciones, para evitar incidentes que puedan poner en riesgo la misión y la vida de los rehenes.
Después de estas liberaciones, la guerrilla (conformada por unos 7 mil combatientes, según el gobierno) mantendrá en su poder a 22 militares y policías de un grupo de rehenes que propone canjear por insurgentes presos.
Las FARC, que desde mayo pasado son dirigidas por Alfonso Cano, quien sucedió al fundador Manuel Marulanda Vélez alias Tirofijo, anunciaron la liberación en un gesto unilateral hacia un grupo de personas de la sociedad civil que proponen una salida negociada al conflicto armado del país.
En las FARC existe “una tendencia que busca una solución política”, aseguró por su parte Carlos Lozano, director del periódico del Partido Comunista e integrante de ese grupo, denominado Colombianos por la Paz.
AFP y Reuters, La Jornada, 31 de enero.
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