Verde gasta más en ropa que en "spots"

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tiene una debilidad singular: comprar camisetas. Gastó 30 millones de pesos en adquirir 2 millones de playeras durante 2007, año en el que destinó más dinero a comprar ropa propagandística que a la publicidad televisiva: 13% de los 223 millones de pesos de financiamiento público que recibió del Instituto Federal Electoral (IFE).



Las 2 millones de camisetas alcanzarían para todos los habitantes de la ciudad de Puebla o de Ecatepec (estado de México), uno de los municipios más poblados del país. La adquisición del Verde fue hecha a cinco empresas: Capalbo, Melec, Jossac, Grupo Meadtex y Distribuidora Comercial Kafy, de acuerdo con la relación de proveedores y prestadores de servicios de 2007 que presentó al IFE. La más beneficiada fue esta última, con un millón 23 mil 909 camisetas, según las facturas presentadas a la Unidad de Fiscalización del IFE y cuya copia obtuvo EL UNIVERSAL mediante una solicitud de acceso a la información pública.



Partido camisetero

Cinco partidos políticos compraron camisetas para sus actividades proselitistas en 2007: Convergencia, Acción Nacional, Partido del Trabajo, Alternativa Social Demócrata y Campesina, y el Verde Ecologista de México. Los cuatro primeros gastaron cada uno menos de un millón 500 mil pesos en ropa propagandística. El rey de las camisetas fue el PVEM.

Es claro que utilizar camisetas como medio de promoción electoral es una práctica común entre los partidos políticos mexicanos. Pero, afirma el politólogo Lorenzo Córdova, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, las compras del Verde “llaman la atención porque son un gasto central del partido en un año en el que no hubo elecciones federales y porque se trata de facturas millonarias”.



Explica que no es ilegal que un partido político compre playeras, aunque “es ridículo gastar tales cantidades de dinero en camisetas… Los partidos políticos tienen que justificar sus gastos en virtud del carácter público que tienen; el Verde tendría que justificar para qué está comprando tantas camisetas”.



EL UNIVERSAL solicitó una entrevista con el senador Francisco Agundis Arias, secretario de finanzas del PVEM y responsable del informe de egresos que entregó su partido a la Unidad de Fiscalización del IFE en 2007. No hubo respuesta.



Agosto, mes para comprar



En 2007, el PVEM gastó 14 millones 430 mil pesos en spots de televisión. En la lista de proveedores que presentó al IFE también destaca que desembolsó 3 millones 343 mil pesos en servicios aéreos y 1 millón 342 mil pesos en boletos de avión. De ese modo, ninguna de sus compras se acerca a los 30 millones de pesos que pagó por camisetas.



En un solo día gastó poco más de 8 millones de pesos comprando 517 mil 360 playeras a dos empresas, recibiendo cuatro facturas, una de Capalbo (número 1184) y tres de Distribuidora Comercial Kafy (números 1430, 1431 y 1432). Su delirio por las camisetas continuó cuatro días después: el 14 de agosto del 2007 compró a Distribuidora Comercial Kafy 134 mil 570 “playeras blancas peso completo, impreso a una tinta”, por las cuales fue expedida la factura 1436, por 2 millones 57 mil 130 pesos. Y ni así terminaron sus compras de verano, porque el 17 de agosto recibió 117 mil 350 playeras de Capalbo y al día siguiente Distribuidora Comercial Kafy le expidió una factura más, esta vez por 158 mil 680 playeras.



Las empresas que vendieron las camisetas hicieron su agosto, pues sólo en ese mes dicho partido dispuso de 14 millones 557 mil 140 pesos para tal fin, la mitad de lo que desembolsó durante 2007 en playeras.



Ventas millonarias



El PVEM fue un gran cliente para Distribuidora Comercial Kafy ese año. Le emitió facturas por un millón 23 mil 909 camisetas, sumando una venta por 16 millones 144 mil 472 pesos. La primera venta que le hizo fue el 10 de julio de 2007, consignada en la factura 1364, por 63 mil 472 “playeras peso completo”, que, sumando el IVA, costaron un millón de pesos.



Distribuidora Comercial Kafy se dio de alta en el Servicio de Administración Tributaria el 31 de enero de 2006 y en un año y medio expidió más de mil 300 facturas. Su domicilio fiscal es calzada Mariano Escobedo 114-3B, colonia Anáhuac, en el Distrito Federal. No es difícil dar con esa dirección, pero desde hace un año dicha empresa abandonó el lugar. Enriqueta Contreras, una secretaria que trabaja en una oficina adjunta, responde titubeante las preguntas: dice que un día Rafael Martínez Fernández, representante legal de Kafy, está de vacaciones; días después, que no sabe nada de él, que hace meses dejó de rentar la oficina. A Martínez Fernández también lo busca el Instituto Mexicano del Seguro Social porque otra de sus empresas, cuya laxa razón social es Prestadora de Servicios, le debe.



Para justificar sus gastos en camisetas, el Verde también reportó las facturas de Grupo Meadtex, SA de CV, cuyo domicilio fiscal es Venustiano Carranza 119-501, colonia Centro, también en el Distrito Federal. Se trata de un viejo departamento deshabitado, donde el administrador del edificio informa que la empresa dejó de rentarlo desde abril de 2002, cinco años antes de expedir la factura que presentó el PVEM al IFE.



Hoy playeras; ayer lentejas



EL UNIVERSAL solicitó una entrevista con Jasmina Carmona Tufiño, comisionada por la Unidad de Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos del IFE, para revisar el informe que presentó el PVEM en 2007. La respuesta de Humberto Ortiz, subdirector de información del IFE, fue que “ellos difícilmente dan entrevistas porque manejan información confidencial”.



Lorenzo Córdova, especialista en temas electorales, asegura que las auditorías que realiza el IFE a los partidos “son muy exhaustivas”. Quizá por ello los informes anuales de fiscalización que los partidos deben presentar tardan hasta nueve meses en estar disponibles para los ciudadanos; así, el Informe Anual 2008 que rindan los partidos podrá consultarse en la página de internet del IFE hasta septiembre de 2009, según el Reglamento para la Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos.



Córdova resalta, sin embargo, la necesidad de ajustar aún más los mecanismos de fiscalización de los partidos, “porque por exhaustivas que sean las auditorías siempre habrá recovecos, siempre habrá prácticas que tienes que evitar”.



Si en la compra de camisetas que realiza un partido político se encuentran inconsistencias, ¿cómo evitar que, por ejemplo, entre dinero del narcotráfico a las campañas políticas? “Un padrón de proveedores sería una garantía. Eso permitiría tener un gasto más controlado, saber en qué y con quién están gastando los partidos”, sugiere el especialista, y explica que el IFE sería el encargado de integrar y validar ese padrón, en el cual podrían incluirse las empresas interesadas, siempre y cuando cumplan con los requisitos legales y fiscales. “Con eso se garantiza que la empresa que dará facturas al partido ya fue validada y sabrías que es una empresa seria”. Ese padrón, añade, aumentaría las tareas del IFE, pero le permitiría ahorrar mucho tiempo en su labor de fiscalización de los partidos.



En todo caso, para Córdova este gasto en camisetas “poco contribuye a la cultura democrática”; le lleva a recordar otro de los “gastos extraños” del PVEM: “A finales de los años 90 ese partido pretendió meter bajo el rubro de actividades específicas un gasto que consistía en lentejas; la autoridad electoral rechazó el reembolso y el asunto no pasó de ser una anécdota”.



El millón que viene



La calle Correo Mayor, en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de México, está llena de vida a las dos de la tarde. La gente camina de prisa y los vendedores la apremian con sus mercancías. Ahí, en el número 84 hay una de las tiendas de Grupo Meadteax, fabricantes de las playeras King. El responsable explica que una camiseta blanca de cuello redondo, manga corta y sin impresión tiene un costo, al mayoreo, de 13.50 pesos; si es de color su precio sube a 15.50 pesos, y si le agrega algún impreso, se eleva hasta 27 pesos. El hombre se esmera en explicar que su trabajo es serio y profesional, y como prueba menciona que entre sus clientes están, entre otros partidos políticos, el Verde, “ahorita, fácil, le estamos haciendo como un millón de playeras, en color verde limón… Después viene el PRI”.

Thelma Gómez Durán, El Universal, 5 de febrero.


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