Ante el temor de que los ocurra algo a ellos y sus familias, decenas de comerciantes de distintos giros, así como profesionistas que trabajan por su cuenta, en Ciudad Juárez, Chihuahua, se han visto obligados a cerrar sus negocios o bien, pagar las cuotas que les exigen extorsionadores para seguir trabajando y evitar que los secuestren.
Así, obligados por las extorsiones, muchas de ellas vía telefónica, además del cobro de las cuotas de protección, derivado de la impunidad con que actúan los delincuentes, decenas de vendedores de refacciones usadas (“yonkeros”), y de autos usados, dueños de bares, restaurantes y otros giros comerciales dicen sentirse amenazados y a expensas de lo que se les ocurra a los delincuentes, pues afirman que autoridades de los tres niveles de gobierno no los protegen.
Los “yonkeros” aseguraron que al menos 40 miembros de este grupo fueron secuestrados en los últimos ocho meses y decenas más se han visto obligados a pagar cuotas de protección que van de los 500 dólares semanales en adelante.
Los “yonkeros” hablan de las tarifas. Comentan que el rescate más bajo que han pagado fue de 18 mil dólares y el más alto 180 mil dólares, pero todos están entre 60 a 80 mil dólares.
Con temor, y sin dar a conocer su identidad, los comerciantes de diversos ramos comentan que grupos de hombres armados les exigen dinero; éstos van vestidos con uniformes tipo militar que les exigen una cuota semanal de 500 dólares a cambio de no hacerles daño.
Uno de esos casos fue el del “Yonke Jesan”, situado sobre la avenida Manuel J. Clouthier, al sureste de la ciudad, donde empleados fueron amenazados por hombres que armados con rifles de asalto se han dedicado a recorrer los establecimientos de este tipo de giros.
El mismo grupo también visitó el “yonke” “El Junior”, en donde vivieron la misma historia al igual que sucedió al propietario de “yonke” “De Gala”, que opera a puerta cerrada. Además de eso, se siguen registrando secuestros en esta frontera, casos que tratan de ocultarse, pero trascienden, como ocurrió el mes pasado con un médico dentista, el gerente de una empresa maquiladora y el hijo mayor del propietario de varios restaurantes.
En la Subprocuraduría de Justicia Estatal, se argumentó que no pueden hablar de manera oficial de estos casos por respeto a los familiares, quienes piden no intervenir. Sin embargo, el funcionario de la maquiladora, identificado como el ingeniero Rodolfo Vázquez Triana, director de la empresa Lear Río Bravo, fue rescatado por los soldados días después del secuestro.
Así, obligados por las extorsiones, muchas de ellas vía telefónica, además del cobro de las cuotas de protección, derivado de la impunidad con que actúan los delincuentes, decenas de vendedores de refacciones usadas (“yonkeros”), y de autos usados, dueños de bares, restaurantes y otros giros comerciales dicen sentirse amenazados y a expensas de lo que se les ocurra a los delincuentes, pues afirman que autoridades de los tres niveles de gobierno no los protegen.
Los “yonkeros” aseguraron que al menos 40 miembros de este grupo fueron secuestrados en los últimos ocho meses y decenas más se han visto obligados a pagar cuotas de protección que van de los 500 dólares semanales en adelante.
Los “yonkeros” hablan de las tarifas. Comentan que el rescate más bajo que han pagado fue de 18 mil dólares y el más alto 180 mil dólares, pero todos están entre 60 a 80 mil dólares.
Con temor, y sin dar a conocer su identidad, los comerciantes de diversos ramos comentan que grupos de hombres armados les exigen dinero; éstos van vestidos con uniformes tipo militar que les exigen una cuota semanal de 500 dólares a cambio de no hacerles daño.
Uno de esos casos fue el del “Yonke Jesan”, situado sobre la avenida Manuel J. Clouthier, al sureste de la ciudad, donde empleados fueron amenazados por hombres que armados con rifles de asalto se han dedicado a recorrer los establecimientos de este tipo de giros.
El mismo grupo también visitó el “yonke” “El Junior”, en donde vivieron la misma historia al igual que sucedió al propietario de “yonke” “De Gala”, que opera a puerta cerrada. Además de eso, se siguen registrando secuestros en esta frontera, casos que tratan de ocultarse, pero trascienden, como ocurrió el mes pasado con un médico dentista, el gerente de una empresa maquiladora y el hijo mayor del propietario de varios restaurantes.
En la Subprocuraduría de Justicia Estatal, se argumentó que no pueden hablar de manera oficial de estos casos por respeto a los familiares, quienes piden no intervenir. Sin embargo, el funcionario de la maquiladora, identificado como el ingeniero Rodolfo Vázquez Triana, director de la empresa Lear Río Bravo, fue rescatado por los soldados días después del secuestro.
Rebeca Jiménez, Juan Manuel Barrera y Luis Carlos Cano, EL Universal, 23 de febrero.
0 Responses to "“Yonkeros”, de Juárez"
Publicar un comentario