LA HABANA.- El líder cubano Fidel Castro acusó ayer a España de colaborar con las políticas estadounidenses frente al régimen de la Isla.
"Más claro ni el agua: las ideas del viejo imperio español en muletas, tratando de ayudar al corrupto, tambaleante y genocida imperio yanqui", opinó Castro en un artículo publicado en el sitio digital Cubadebate.
En la reflexión titulada "La Mentira al Servicio del Imperio", el ex Mandatario comienza fustigando a dos agencias de prensa por decir que los líderes históricos Osmany Cienfuegos y Pedro Miret, separados recientemente de sus cargos de vicepresidentes del Consejo de Ministros, habían sido destituidos por su hermano Raúl, el actual Presidente cubano.
"El compañero Raúl Castro, Presidente del Consejo de Estado, no tiene responsabilidad alguna en esto. Se trataba, en ambos casos, de trámites legales", afirma Fidel, retirado de la vida pública desde que cayó enfermo, el 26 de julio de 2006.
Castro explica que, desde hace varios años, Miret no ha podido ocupar ningún cargo por cuestiones de salud, mientras que, en el caso de Cienfuegos, sus funciones fueron cesando paulatinamente.
Pero lo que más llamó la atención de analistas y observadores políticos en La Habana fue la forma en la que Castro ningunea a España acusándola de ayudar a Washington en su política hostil contra Cuba.
El ex gobernante cita declaraciones del director del European Union Center, en Miami, Joaquín Roy, a la agencia EFE: "La Unión Europea y España no tienen inconveniente en trabajar con Estados Unidos, pero 'con cautela' para que no se dé a entender o se les acuse desde Cuba de que siguen la guía de Washington".
"Nada han aprendido la superpotencia de Estados Unidos y la minipotencia española de la heroica resistencia de Cuba a lo largo de más de medio siglo", concluye el líder revolucionario.
Según dijeron a REFORMA fuentes locales, estas acusaciones de Castro podrían ser sólo la punta de un iceberg que iría emergiendo si se confirma la supuesta implicación en espionaje de un gerente empresarial cubano detenido hace alrededor de un mes en la zona internacional del aeropuerto de La Habana cuando viajaba por trabajo a España, algo que hacía con relativa frecuencia desde hace unos 10 años.
Las mismas fuentes consideran que dicho funcionario, unido por una vieja y estrecha amistad al ex vicepresidente Carlos Lage y, según dijeron, parte de su defenestración fulminante, podría ser castigado con 20 años de cárcel si resulta condenado como espía al servicio de otro país.
"Más claro ni el agua: las ideas del viejo imperio español en muletas, tratando de ayudar al corrupto, tambaleante y genocida imperio yanqui", opinó Castro en un artículo publicado en el sitio digital Cubadebate.
En la reflexión titulada "La Mentira al Servicio del Imperio", el ex Mandatario comienza fustigando a dos agencias de prensa por decir que los líderes históricos Osmany Cienfuegos y Pedro Miret, separados recientemente de sus cargos de vicepresidentes del Consejo de Ministros, habían sido destituidos por su hermano Raúl, el actual Presidente cubano.
"El compañero Raúl Castro, Presidente del Consejo de Estado, no tiene responsabilidad alguna en esto. Se trataba, en ambos casos, de trámites legales", afirma Fidel, retirado de la vida pública desde que cayó enfermo, el 26 de julio de 2006.
Castro explica que, desde hace varios años, Miret no ha podido ocupar ningún cargo por cuestiones de salud, mientras que, en el caso de Cienfuegos, sus funciones fueron cesando paulatinamente.
Pero lo que más llamó la atención de analistas y observadores políticos en La Habana fue la forma en la que Castro ningunea a España acusándola de ayudar a Washington en su política hostil contra Cuba.
El ex gobernante cita declaraciones del director del European Union Center, en Miami, Joaquín Roy, a la agencia EFE: "La Unión Europea y España no tienen inconveniente en trabajar con Estados Unidos, pero 'con cautela' para que no se dé a entender o se les acuse desde Cuba de que siguen la guía de Washington".
"Nada han aprendido la superpotencia de Estados Unidos y la minipotencia española de la heroica resistencia de Cuba a lo largo de más de medio siglo", concluye el líder revolucionario.
Según dijeron a REFORMA fuentes locales, estas acusaciones de Castro podrían ser sólo la punta de un iceberg que iría emergiendo si se confirma la supuesta implicación en espionaje de un gerente empresarial cubano detenido hace alrededor de un mes en la zona internacional del aeropuerto de La Habana cuando viajaba por trabajo a España, algo que hacía con relativa frecuencia desde hace unos 10 años.
Las mismas fuentes consideran que dicho funcionario, unido por una vieja y estrecha amistad al ex vicepresidente Carlos Lage y, según dijeron, parte de su defenestración fulminante, podría ser castigado con 20 años de cárcel si resulta condenado como espía al servicio de otro país.
Yolanda Martínez corresponsal, Reforma, 26 de marzo.
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