Descanso obligado

PUENTE DE IXTLA.- Hay días en que Alejandro Estrada no quiere volver a su casa. En los últimos meses su esposa y sus hijos o esposa lo reciben con preguntas: "¿qué tienes? ¿vienes molesto? ¿ya encontraste chamba?" "Trato de aguantar todo y sólo estallo cuando estoy solo. Se me han rodado las lágrimas. A veces me siento casi con ganas de no llegar a la casa, que no me vean así".

Son las tres de la tarde y Alejandro deambula por las calles de Puente de Ixtla. Debería estar en la armadora de Nissan, pero desde la semana pasada y toda la que corre estará en paro técnico, lo que significa ganar la mitad de sueldo y pasar el día entero pensando cómo resolver su situación.

Con su esposa enferma de insuficiencia renal, debe 34 mil pesos a una caja popular. Las medicinas que requiere no las surte el IMSS. Remató la cuatrimoto y el brincolín de sus hijos y ya puso nuevas reglas de consumo en la casa: eliminar la carne y refrescos de la dieta, cero paseos y trasladarse al hospital en camión y no en taxi.

"También vamos a poner un bazar de ropa. Da pena, pero se tiene que hacer. Necesito ocuparme en algo, necesito el trabajo, no sólo por el dinero, también porque me distrae mentalmente".

En el área de Cuernavaca son casi 2 mil los trabajadores automotrices en situación de paro.

Uno de ellos es Sergio Moreno, de 38 años, quien trabaja en la planta donde se arman camionetas.

"Me hace falta algo. Estar activo te hace sentirte bien y cuando estoy aquí todo el día tengo sueño, me siento cansado".

Él encontró un empleo eventual de medio tiempo en un gimnasio. El resto del día no tiene nada qué hacer.



Los enojos


El estacionamiento de la planta de Nissan en Civac está casi vacío. Esteban Vicario anda medio perdido entre los pocos autos que hay. Lleva 24 de sus 44 años como empleado de la empresa y salió a dar un paseo porque no aguantaba a su esposa decirle "huevón". Prefirió venir aquí que a cualquier otro lugar.

"Se enoja de que nomás esté ahí. Yo le digo 'ni modo, no hay de otra' y ella me contesta 'nomás estás aquí de huevón, estás aquí aplastado'. Luego vienen los roces. Uno qué más quisiera que estar trabajando, pero no hay... y con tal que no te diga nada la esposa te sales a la calle y te encuentras a los amigos que invitan al alcohol, y como al día siguiente no te tienes que levantar temprano..." A los desencuentros familiares, suma el enojo consigo mismo porque se siente inútil.

"Es algo que te hace responsable, te hace ser alguien en la sociedad, ser útil en la vida. Cuando no haces nada te sientes inútil".

Suena su teléfono. Lo mira y lo deja sonar. Era su esposa. Desde que iniciaron los paros técnicos este año, se queja, su mujer lo regaña casi a diario.



Incertidumbre


Los últimos días de cada mes son como una ruleta rusa. Ninguno de los trabajadores eventuales sabe quién será la próxima víctima. Entre enero y febrero, según los diarios locales, se fueron 100. En noviembre pasado 600 becarios que serían contratados para un tercer turno se quedaron con la pura ilusión.

Dos de los que no fueron recontratados eran hijos de Felipe Vázquez, de 58 años. El día que dieron la noticia no los llamaron para informarles personalmente. Sólo pegaron los boletines en los pizarrones.

Algunos ni siquiera regresaron por sus cosas.

"Debería ser como en otras empresas, que hasta llaman a un sicólogo para hacer contención emocional. Así uno siente que nomás le jalan al baño y ya no existe", reclama Felipe, quien trabaja en el área de servicios generales.

Por ahí pasan todos los nuevos, a la pura talacha: pintar, barrer, componer. Felipe los escucha casi religiosamente contar sus plantes. "Queremos hacerle otro cuarto a la casa"; "con esto ya saco para la colegiatura de mi hija", "pensamos sacar un carro con el sueldo".

Sólo atina a recomendarles ser puntuales, no contestarle a los superiores, no usar el celular en horas de trabajo.

En 1995 fueron despedidos cerca de mil trabajadores de la planta de Nissan en Civac. Uno de ellos fue Sergio Moreno. El día que regresó a la planta, luego de tres meses de paro técnico, le dijeron adiós. Dos años después fue recontratado.

"Me da miedo, ¿qué tal que otra vez me toque un recorte? Ahora es más fuerte porque tengo familia", explica.

"Ya no puedo pensar en el futuro, ni arriesgarme. No se ve, no se ve como vaya a resurgir esto".





En pausa

La planta de ensamble de Nissan en el estado de Morelos:


· Se localiza en la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Civac), en el municipio de Jiutepec
· Inició operaciones en 1966
· Tiene capacidad para producir 140 mil automóviles y 90 mil camiones ligeros al año
· Tiene una plantilla de más de 2 mil trabajadores
· Inicio paros técnicos en enero de 2009
Daniela Rea enviada, Reforma, 25 de marzo.

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