Durante enero y febrero del 2009, la industria automotriz mexicana registró el “peor bimestre” desde 1995 con caídas de 50.2% en las exportaciones totales y de 44.4% en producción, afirmó Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
México dejó de vender al exterior 130,023 vehículos durante los dos primeros meses del año, lo que implicó una baja de producción de 150,956 unidades, respecto del mismo periodo del 2008.
Este panorama preocupa porque a diferencia de hace 14 años, cuando estaban en auge las exportaciones hacia la región de América del Norte, en esta ocasión “no hay mercado internacional, ya que los efectos de la contracción afectan de manera dramática”, dijo en conferencia de prensa.
Al presentar el reporte de la AMIA a febrero, precisó que este mes las exportaciones descendieron 44.6%, al dejar de colocar 62,668 vehículos nuevos, además de una menor producción en 38.2% (66,340 unidades), panorama que impactó al mercado doméstico, al caer 29.2% (25,417 autos).
En tanto, la Industria Nacional de Autopartes (INA) perdió 7,000 empleos en el primer bimestre del 2009, a pesar del programa de los paros técnicos, y cerró 60 plantas al bajar la demanda de autopartes como motores, suspensiones, direcciones y frenos, entre otros, afirmó su presidente Agustín Ríos.
Apoyo a paros técnicos, insuficiente
José Gómez Báez, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), refirió que en otros países como Alemania y Brasil existen apoyos gubernamentales en materia fiscal y de renovación vehicular para reactivar el mercado y que ha logrado detener el impacto de la crisis económica internacional; situación que no se ha dado en México.
Alertó que de seguir en esa situación y con los magros resultados del bimestre, “nos hacen pensar que la caída en las ventas será mucho más alta, mayor a 25%” al cierre del año.
El programa de paros técnicos ha resultado insuficiente para apoyar a la industria, ya que el personal gana entre cinco y seis salarios mínimos, y para que tenga resultados, el presupuesto debe ser más robusto, advirtió el dirigente de la AMIA.
Lamentó las declaraciones del titular de Economía, Gerardo Ruiz, al argumentar que las modificaciones al decreto para importar autos procedentes de Estados Unidos y Canadá eran necesarias para atender las demandas de los comerciantes de coches en la franja fronteriza.
México dejó de vender al exterior 130,023 vehículos durante los dos primeros meses del año, lo que implicó una baja de producción de 150,956 unidades, respecto del mismo periodo del 2008.
Este panorama preocupa porque a diferencia de hace 14 años, cuando estaban en auge las exportaciones hacia la región de América del Norte, en esta ocasión “no hay mercado internacional, ya que los efectos de la contracción afectan de manera dramática”, dijo en conferencia de prensa.
Al presentar el reporte de la AMIA a febrero, precisó que este mes las exportaciones descendieron 44.6%, al dejar de colocar 62,668 vehículos nuevos, además de una menor producción en 38.2% (66,340 unidades), panorama que impactó al mercado doméstico, al caer 29.2% (25,417 autos).
En tanto, la Industria Nacional de Autopartes (INA) perdió 7,000 empleos en el primer bimestre del 2009, a pesar del programa de los paros técnicos, y cerró 60 plantas al bajar la demanda de autopartes como motores, suspensiones, direcciones y frenos, entre otros, afirmó su presidente Agustín Ríos.
Apoyo a paros técnicos, insuficiente
José Gómez Báez, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), refirió que en otros países como Alemania y Brasil existen apoyos gubernamentales en materia fiscal y de renovación vehicular para reactivar el mercado y que ha logrado detener el impacto de la crisis económica internacional; situación que no se ha dado en México.
Alertó que de seguir en esa situación y con los magros resultados del bimestre, “nos hacen pensar que la caída en las ventas será mucho más alta, mayor a 25%” al cierre del año.
El programa de paros técnicos ha resultado insuficiente para apoyar a la industria, ya que el personal gana entre cinco y seis salarios mínimos, y para que tenga resultados, el presupuesto debe ser más robusto, advirtió el dirigente de la AMIA.
Lamentó las declaraciones del titular de Economía, Gerardo Ruiz, al argumentar que las modificaciones al decreto para importar autos procedentes de Estados Unidos y Canadá eran necesarias para atender las demandas de los comerciantes de coches en la franja fronteriza.
Lilia González Velázquez, El Economista, 11 de marzo.
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