Ante la disminución de 150 millones de dólares, de los 450 planteados dentro de la Iniciativa Mérida, México “debería rechazar esa suma, ya que podría interpretarse como una “ofensiva limosna”, aseguró la Arquidiócesis Primada de México.
Manifestó que dicho recorte no debe entenderse como parte de la crisis económica mundial sino como la pérdida de interés del vecino país para acabar con el problema del narcotráfico internacional, cuyo mercado principal está dentro de sus fronteras.
En una editorial titulada “México no debe aceptar limosnas para combatir al narcotráfico”, que difundió en su página electrónica, señaló que el país tiene una lucha heroica contra el crimen organizado que le ha valido la muerte de cientos de connacionales, pero el gobierno federal debe rechazar ese apoyo.
Criticó que autoridades estadounidenses sólo hablen de las personas que están ligadas al narcotráfico y de los casi 25 mil millones de dólares que genera esa actividad ilícita, pero no mencionan cuántos consumidores de droga hay en su país.
Sobre el tema, el senador del PAN, Felipe González, aseguró que de Estados Unidos se puede esperar “lo peor” en cuestión de colaboración en la lucha contra el narcotráfico, y consideró que la ola de declaraciones surgidas de Casa Blanca, del Congreso estadounidense y de sus instancias de inteligencia, podría perfilar “algún tipo de intervención” en México.
El legislador, integrante de la Comisión de Defensa del Senado criticó la postura de los congresistas estadunidenses, al no aprobar el paquete completo de apoyos económicos de la Iniciativa Mérida, y sólo autorizar 300 millones de dólares de los 450 millones para 2009, a los que se habían comprometido.
Para el diputado del PRD, Alfonso Suárez del Real, el recorte de recursos al Plan Mérida, acompañado por severas críticas a México, como país de ingobernabilidad,forma parte de una estrategia de Washington para someter al Ejército y las fuerzas de seguridad pública mexicanos.
Manifestó que dicho recorte no debe entenderse como parte de la crisis económica mundial sino como la pérdida de interés del vecino país para acabar con el problema del narcotráfico internacional, cuyo mercado principal está dentro de sus fronteras.
En una editorial titulada “México no debe aceptar limosnas para combatir al narcotráfico”, que difundió en su página electrónica, señaló que el país tiene una lucha heroica contra el crimen organizado que le ha valido la muerte de cientos de connacionales, pero el gobierno federal debe rechazar ese apoyo.
Criticó que autoridades estadounidenses sólo hablen de las personas que están ligadas al narcotráfico y de los casi 25 mil millones de dólares que genera esa actividad ilícita, pero no mencionan cuántos consumidores de droga hay en su país.
Sobre el tema, el senador del PAN, Felipe González, aseguró que de Estados Unidos se puede esperar “lo peor” en cuestión de colaboración en la lucha contra el narcotráfico, y consideró que la ola de declaraciones surgidas de Casa Blanca, del Congreso estadounidense y de sus instancias de inteligencia, podría perfilar “algún tipo de intervención” en México.
El legislador, integrante de la Comisión de Defensa del Senado criticó la postura de los congresistas estadunidenses, al no aprobar el paquete completo de apoyos económicos de la Iniciativa Mérida, y sólo autorizar 300 millones de dólares de los 450 millones para 2009, a los que se habían comprometido.
Para el diputado del PRD, Alfonso Suárez del Real, el recorte de recursos al Plan Mérida, acompañado por severas críticas a México, como país de ingobernabilidad,forma parte de una estrategia de Washington para someter al Ejército y las fuerzas de seguridad pública mexicanos.
Noemí Gutiérrez y Jorge Alejandro Medellín, El Universal, 12 de marzo.
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