El presidente del IFE, Leonardo Valdés, empujó el incremento en las percepciones de los consejeros, a pesar de la oposición del contralor, Gregorio Guerrero, de acuerdo con la versión estenográfica de las sesiones de la Junta General Ejecutiva.
El 24 de febrero, a puerta cerrada, la junta tuvo dos sesiones, una ordinaria y otra extraordinaria, en las que se aprobó el Manual de Percepciones que permitió aumentar de 172 mil a más de 300 mil pesos los sueldos de los consejeros, al equipararlos con los de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia.
De acuerdo con la versión estenográfica de la sesión ordinaria, el contralor hizo una acotación a Valdés sobre la legalidad de la aprobación del Manual, por no haber circulado con la debida antelación los documentos entre los integrantes de la Junta.
"No venía la documentación completa, consejero presidente", alegó el contralor.
Valdés decidió convocar a una segunda sesión, ese mismo día, pero con carácter de extraordinaria, acogiéndose al supuesto legal de que se trataba de "asuntos de extrema urgencia o de gravedad".
En esa sesión extraordinaria, el contralor cuestionó la urgencia referida y dijo que si bien el Manual debía publicarse en el Diario Oficial a más tardar el 28 de febrero, eso ya se sabía desde que se publicó el Presupuesto de Egresos en noviembre.
Luego, Guerrero apeló a la reflexión y solidaridad de los consejeros con la ciudadanía.
"La construcción de la democracia exige de la autoridad electoral, no sólo la defensa de sus principios en las sesiones del Consejo General, sino que exige fundamentalmente el compromiso de sus principales autoridades en el ejercicio y práctica de sus valores.
"Una autoridad que es omisa a las dificultades que la ciudadanía enfrenta, e incrementa sus percepciones en tiempos de indispensable austeridad, corre el riesgo de vaciar de contenido los preceptos democráticos que tanto enarbola y de reducir la definición de democracia a simple retórica", sostuvo.
Para Guerrero, "aumentar las percepciones de los consejeros electorales en estos momentos, me parece no sólo un despropósito sino un contrasentido.
"Los titulares que encabezan una de las más emblemáticas instituciones públicas del país, no pueden ni deben ser indiferentes ante el agobio económico de la ciudadanía", insistió.
Pero su alegato cayó en el vacío.
El presidente del IFE criticó que los comentarios del contralor no se basaran en lo jurídico.
"Ubicado en un análisis no estrictamente jurídico, es posible que el señor contralor general pudiera tener razón; pero como dije en mi primera intervención, el IFE está obligado a observar el principio de la legalidad y las decisiones que toman sus órganos colegiados deben de estar orientadas justamente por eso.
"No escuché en la intervención del señor contralor general ningún argumento jurídico para invalidar el proyecto de acuerdo que se está sometiendo a la consideración de este órgano colegiado", rebatió Valdés.
Minutos después el aumento fue aprobado por unanimidad con los votos de Valdés y los seis directores ejecutivos del IFE.
El 24 de febrero, a puerta cerrada, la junta tuvo dos sesiones, una ordinaria y otra extraordinaria, en las que se aprobó el Manual de Percepciones que permitió aumentar de 172 mil a más de 300 mil pesos los sueldos de los consejeros, al equipararlos con los de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia.
De acuerdo con la versión estenográfica de la sesión ordinaria, el contralor hizo una acotación a Valdés sobre la legalidad de la aprobación del Manual, por no haber circulado con la debida antelación los documentos entre los integrantes de la Junta.
"No venía la documentación completa, consejero presidente", alegó el contralor.
Valdés decidió convocar a una segunda sesión, ese mismo día, pero con carácter de extraordinaria, acogiéndose al supuesto legal de que se trataba de "asuntos de extrema urgencia o de gravedad".
En esa sesión extraordinaria, el contralor cuestionó la urgencia referida y dijo que si bien el Manual debía publicarse en el Diario Oficial a más tardar el 28 de febrero, eso ya se sabía desde que se publicó el Presupuesto de Egresos en noviembre.
Luego, Guerrero apeló a la reflexión y solidaridad de los consejeros con la ciudadanía.
"La construcción de la democracia exige de la autoridad electoral, no sólo la defensa de sus principios en las sesiones del Consejo General, sino que exige fundamentalmente el compromiso de sus principales autoridades en el ejercicio y práctica de sus valores.
"Una autoridad que es omisa a las dificultades que la ciudadanía enfrenta, e incrementa sus percepciones en tiempos de indispensable austeridad, corre el riesgo de vaciar de contenido los preceptos democráticos que tanto enarbola y de reducir la definición de democracia a simple retórica", sostuvo.
Para Guerrero, "aumentar las percepciones de los consejeros electorales en estos momentos, me parece no sólo un despropósito sino un contrasentido.
"Los titulares que encabezan una de las más emblemáticas instituciones públicas del país, no pueden ni deben ser indiferentes ante el agobio económico de la ciudadanía", insistió.
Pero su alegato cayó en el vacío.
El presidente del IFE criticó que los comentarios del contralor no se basaran en lo jurídico.
"Ubicado en un análisis no estrictamente jurídico, es posible que el señor contralor general pudiera tener razón; pero como dije en mi primera intervención, el IFE está obligado a observar el principio de la legalidad y las decisiones que toman sus órganos colegiados deben de estar orientadas justamente por eso.
"No escuché en la intervención del señor contralor general ningún argumento jurídico para invalidar el proyecto de acuerdo que se está sometiendo a la consideración de este órgano colegiado", rebatió Valdés.
Minutos después el aumento fue aprobado por unanimidad con los votos de Valdés y los seis directores ejecutivos del IFE.
Guadalupe Irízar, Reforma, 3 de marzo.
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