El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, dijo que México y Estados Unidos no pueden “negociar la seguridad” sino conquistarla y quebrar el negocio del narcotráfico desde ambos lados de la frontera.
A nivel doméstico, respecto de la percepción de violencia en la sociedad, el funcionario adjudicó a un “propósito político” la forma en que ahora ocurren los enfrentamientos: “Lo que se ha modificado son los modos como se realizan estos homicidios, mucho más espectaculares, con mucha mayor violencia, con un propósito político de alimentar o fomentar la percepción de violencia en la sociedad. Pero cuantitativamente ha bajado el nivel de homicidios dolosos”, expresó.
Durante su participación como orador especial en el foro Perspectivas y oportunidades económicas en el nuevo entorno mundial, organizado por el Consejo de las Américas y Pro México, Gómez Mont destacó que actualmente “la violencia tiene un significado más político en ese sentido”, y en un recuento del papel de la autoridad presumió las acciones del gobierno federal, como la aprehensión de casi 40 importantes capos.
“El gobierno mexicano ha asumido el liderazgo en esta lucha que compartimos con nuestros vecinos del norte, pero sólo con una relación en la que priven la verdad y la corresponsabilidad podremos avanzar exitosamente en ello”, dijo.
A pregunta sobre la imagen del país en el exterior, como una nación en la que predomina la inseguridad, Gómez Mont admitió que existe un problema de comunicación social, porque –dijo– aunque hay resultados en la lucha contra la delincuencia, las “historias buenas” no se difunden en la misma proporción.
“Tenemos que entender que esta parte mórbida de la opinión pública, que durante muchos años se ha alimentado de estas noticias, hoy se encuentra saturada y está teniendo efectos sociales contraproducentes, porque en el clima de inseguridad se generan los caldos de cultivo para otras prácticas ilegales de extorsiones simuladas”, señaló ante los asistentes al foro.
El responsable de la política interior defendió por segundo día consecutivo la estrategia calderonista y el uso del Ejército Mexicano en el combate al narcotráfico, y nuevamente se refirió a Estados Unidos como el mayor consumidor de drogas del mundo y mayor productor de armas, características que lo convierten –expresó– en el mercado más importante para los delincuentes organizados.
Ante los analistas, Gómez Mont se refirió a los dos temas “más delicados” de la agenda bilateral entre México y Estados Unidos: migración ilegal y seguridad. De este último punto explicó –como lo ha hecho en diversas presentaciones– que el narcotráfico se ha expandido, modificó su estructura y ha exacerbado sus métodos violentos, de ahí que se hace necesaria la participación directa de las fuerzas armadas mexicanas, las cuales constituyen “la institución con mayor reconocimiento social” en el país.
Con base en lo anterior, sostuvo que la violencia del narcotráfico y de otros grupos de la delincuencia organizada sólo puede ser atajada con toda la fuerza del Estado y, en especial, con la participación de los elementos castrenses.
Dijo que la contención que hoy se hace (precisamente sustentada en las fuerzas armadas) “no provoca al gobierno alegría ni chovinismo mal entendido”, sino el cumplimiento de sus deberes, aun cuando el uso de ese tipo de recursos pueda ser contraproducente:
“Limpiamos a las policías y las usamos para abatir el crimen. Utilizamos nuestros recursos a sabiendas de que pueden tener defectos que hay que revisar en el camino de la lucha.”
Gómez Mont defendió al Ejército y aseguró que éste no lucha contra la población, sino para combatir a la delincuencia en el contexto de operativos en los que se respetan los derechos humanos. También comentó, respecto de la procuración de justicia, que no existe “cinismo judicial o ministerial”, ni casos de simulación. “Gracias a Dios son los menos”, expresó.
A nivel doméstico, respecto de la percepción de violencia en la sociedad, el funcionario adjudicó a un “propósito político” la forma en que ahora ocurren los enfrentamientos: “Lo que se ha modificado son los modos como se realizan estos homicidios, mucho más espectaculares, con mucha mayor violencia, con un propósito político de alimentar o fomentar la percepción de violencia en la sociedad. Pero cuantitativamente ha bajado el nivel de homicidios dolosos”, expresó.
Durante su participación como orador especial en el foro Perspectivas y oportunidades económicas en el nuevo entorno mundial, organizado por el Consejo de las Américas y Pro México, Gómez Mont destacó que actualmente “la violencia tiene un significado más político en ese sentido”, y en un recuento del papel de la autoridad presumió las acciones del gobierno federal, como la aprehensión de casi 40 importantes capos.
“El gobierno mexicano ha asumido el liderazgo en esta lucha que compartimos con nuestros vecinos del norte, pero sólo con una relación en la que priven la verdad y la corresponsabilidad podremos avanzar exitosamente en ello”, dijo.
A pregunta sobre la imagen del país en el exterior, como una nación en la que predomina la inseguridad, Gómez Mont admitió que existe un problema de comunicación social, porque –dijo– aunque hay resultados en la lucha contra la delincuencia, las “historias buenas” no se difunden en la misma proporción.
“Tenemos que entender que esta parte mórbida de la opinión pública, que durante muchos años se ha alimentado de estas noticias, hoy se encuentra saturada y está teniendo efectos sociales contraproducentes, porque en el clima de inseguridad se generan los caldos de cultivo para otras prácticas ilegales de extorsiones simuladas”, señaló ante los asistentes al foro.
El responsable de la política interior defendió por segundo día consecutivo la estrategia calderonista y el uso del Ejército Mexicano en el combate al narcotráfico, y nuevamente se refirió a Estados Unidos como el mayor consumidor de drogas del mundo y mayor productor de armas, características que lo convierten –expresó– en el mercado más importante para los delincuentes organizados.
Ante los analistas, Gómez Mont se refirió a los dos temas “más delicados” de la agenda bilateral entre México y Estados Unidos: migración ilegal y seguridad. De este último punto explicó –como lo ha hecho en diversas presentaciones– que el narcotráfico se ha expandido, modificó su estructura y ha exacerbado sus métodos violentos, de ahí que se hace necesaria la participación directa de las fuerzas armadas mexicanas, las cuales constituyen “la institución con mayor reconocimiento social” en el país.
Con base en lo anterior, sostuvo que la violencia del narcotráfico y de otros grupos de la delincuencia organizada sólo puede ser atajada con toda la fuerza del Estado y, en especial, con la participación de los elementos castrenses.
Dijo que la contención que hoy se hace (precisamente sustentada en las fuerzas armadas) “no provoca al gobierno alegría ni chovinismo mal entendido”, sino el cumplimiento de sus deberes, aun cuando el uso de ese tipo de recursos pueda ser contraproducente:
“Limpiamos a las policías y las usamos para abatir el crimen. Utilizamos nuestros recursos a sabiendas de que pueden tener defectos que hay que revisar en el camino de la lucha.”
Gómez Mont defendió al Ejército y aseguró que éste no lucha contra la población, sino para combatir a la delincuencia en el contexto de operativos en los que se respetan los derechos humanos. También comentó, respecto de la procuración de justicia, que no existe “cinismo judicial o ministerial”, ni casos de simulación. “Gracias a Dios son los menos”, expresó.
Fabiola Martínez, La Jornada, 13 de marzo.
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