La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció la instalación de dos bases operativas en Arriaga, Chiapas, y en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, para atender a los migrantes que usan la ruta del tren de carga para avanzar hacia el norte del País.
Ignasi Calbo, jefe de la Misión de MSF en México, explicó que los migrantes que requieren auxilio médico no recurren a los centros de salud que existen en los municipios por los que cruzan por temor a ser detenidos.
Por ello, cada una de las bases de MSF contará con un médico, un psicólogo y un coordinador de logística.
Adicionalmente, la organización internacional abrirá una oficina de coordinación del proyecto en Tapachula, Chiapas.
Calbo explicó que aún cuando los migrantes optaran por acudir a los centros de salud de los municipios, estos carecen de instrumental básico para la atención de eventos traumáticos, que son las situaciones más comunes que enfrentan los migrantes cuando se accidentan en el tren.
"Hay un problema con las heridas traumáticas en la parte de insumos de los hospitales, de cosas muy específicas como son clavos y plaquetas para heridas de cráneo. En un principio nosotros podemos dar un apoyo en este sentido, pero no siempre", apuntó.
Por otra parte, actualmente existe una oferta muy limitada de servicios de salud mental, necesarios para un población que enfrenta altos niveles de estrés y vulnerabilidad.
"Es una población vulnerable desde el punto de vista médico pero sobre todo del psicológico. Están expuestos a una alto nivel de violencia en general, violencia sexual y secuestros, y el nivel de salud mental es muy preocupante. Este será nuestro punto fuerte", agregó.
Aunque MSF tiene experiencia con población migrante en países de África y Asia, como Marruecos, Zimbabwe y Birmania, remarcó que el trabajo en México será muy diferente, sobre todo por el contexto de inseguridad.
De hecho, explicó que el protocolo de seguridad que han contemplado no prevé la protección de policías.
"Si hay que tener contacto con policías y otros actores lo vamos a tener, pero no vamos a tener una política de seguridad ligada a la política de seguridad del Municipio", explicó Calbo.
El proyecto de Médicos Sin Fronteras para México está programado para tres años y su objetivo es lograr que las estructuras de salud se acostumbren a recibir a los migrantes.
El lunes pasado, la organización firmó un convenio con el Gobierno de Oaxaca, por lo que Calbo estima iniciar operaciones en marzo. Mientras que para iniciar en Chiapas aún no tienen fecha definida.
Ana Álvarez, coordinadora médica del proyecto, afirmó que brindar atención psicológica a los migrantes implica muchos retos pues sólo tienen una oportunidad para brindarles asistencia.
La atención consistirá en otorgarles herramientas para que puedan enfrentar sensaciones de angustia, miedo y sufrimiento en el trayecto.
Ignasi Calbo, jefe de la Misión de MSF en México, explicó que los migrantes que requieren auxilio médico no recurren a los centros de salud que existen en los municipios por los que cruzan por temor a ser detenidos.
Por ello, cada una de las bases de MSF contará con un médico, un psicólogo y un coordinador de logística.
Adicionalmente, la organización internacional abrirá una oficina de coordinación del proyecto en Tapachula, Chiapas.
Calbo explicó que aún cuando los migrantes optaran por acudir a los centros de salud de los municipios, estos carecen de instrumental básico para la atención de eventos traumáticos, que son las situaciones más comunes que enfrentan los migrantes cuando se accidentan en el tren.
"Hay un problema con las heridas traumáticas en la parte de insumos de los hospitales, de cosas muy específicas como son clavos y plaquetas para heridas de cráneo. En un principio nosotros podemos dar un apoyo en este sentido, pero no siempre", apuntó.
Por otra parte, actualmente existe una oferta muy limitada de servicios de salud mental, necesarios para un población que enfrenta altos niveles de estrés y vulnerabilidad.
"Es una población vulnerable desde el punto de vista médico pero sobre todo del psicológico. Están expuestos a una alto nivel de violencia en general, violencia sexual y secuestros, y el nivel de salud mental es muy preocupante. Este será nuestro punto fuerte", agregó.
Aunque MSF tiene experiencia con población migrante en países de África y Asia, como Marruecos, Zimbabwe y Birmania, remarcó que el trabajo en México será muy diferente, sobre todo por el contexto de inseguridad.
De hecho, explicó que el protocolo de seguridad que han contemplado no prevé la protección de policías.
"Si hay que tener contacto con policías y otros actores lo vamos a tener, pero no vamos a tener una política de seguridad ligada a la política de seguridad del Municipio", explicó Calbo.
El proyecto de Médicos Sin Fronteras para México está programado para tres años y su objetivo es lograr que las estructuras de salud se acostumbren a recibir a los migrantes.
El lunes pasado, la organización firmó un convenio con el Gobierno de Oaxaca, por lo que Calbo estima iniciar operaciones en marzo. Mientras que para iniciar en Chiapas aún no tienen fecha definida.
Ana Álvarez, coordinadora médica del proyecto, afirmó que brindar atención psicológica a los migrantes implica muchos retos pues sólo tienen una oportunidad para brindarles asistencia.
La atención consistirá en otorgarles herramientas para que puedan enfrentar sensaciones de angustia, miedo y sufrimiento en el trayecto.
Verònica Sánchez, Reforma, 27 de septiembre.
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