La Constitución establece en su artículo 35 que cualquier mexicano puede optar por ser candidato a un puesto de elección popular. Sin embargo, la ley secundaria, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, en su artículo 218, concede el monopolio de las candidaturas a los partidos políticos: “Corresponde exclusivamente a los partidos políticos nacionales el derecho de solicitar el registro de candidatos a cargos de elección popular”. Es decir, que si un ciudadano quiere competir para ser electo, sólo lo puede hacer… a través de la candidatura de un partido.
—¿Está el PRI dispuesto a aprobar las candidaturas ciudadanas o independientes? —se le pregunta a Pedro Joaquín Coldwell, el senador que ha llevado para su partido buena parte de las negociaciones y planteamientos de la reforma política desde que el Presidente de la República presentó una iniciativa al respecto en 2009.
—Sí. En la reforma electoral de 2008 se eliminó del texto constitucional el monopolio de los partidos en elecciones federales y hay una minuta aprobada en el Senado para las elecciones locales que está pendiente en la Cámara de Diputados. O sea que ya no existe limitación constitucional para las candidaturas independientes. En lo que tenemos que ponernos de acuerdo es en los requisitos que tienen que cumplir las candidaturas independientes. Concretamente en tres rubros importantes: el número de firmas que debe avalar esto, qué acceso tendrán a los medios de comunicación y a qué financiamiento tienen derecho. Entonces, más que trabajar en una autorización que ya está dada en la Constitución, hay que trabajar en su reglamentación, concretamente en dos rubros: prerrogativas en materia de radio y televisión, y financiamiento
—¿El PRI en el Senado está de acuerdo en que se reglamente esto antes de que termine el periodo ordinario?
—Así es, no tenemos objeción a esas candidaturas ciudadanas, siempre y cuando las reglamentemos adecuadamente…
—Hay comentarios que dicen que en el fondo nunca lo van a aprobar, no lo van a reglamentar, porque sería como un suicidio de la “partidocracia”, ¿qué opina usted de eso que se repite constantemente?
—En ningún país donde existen candidaturas independientes esto se ha reflejado en un debilitamiento de los partidos políticos. Yo creo que la competencia le viene bien a los partidos políticos…
—Dicen algunos panistas que el PRI tiene miedo a esas candidaturas ciudadanas porque puede verse desbordado…
—En absoluto. El partido que más sufre transfuguismo político en México es el PRI. En todo caso preferiríamos que si esto se da, tenerlos como candidatos independientes y no como miembros ya de otros partidos políticos. El PRI no le tiene miedo. Su pregunta me hace recordar a Colosio: el PRI no le tiene miedo a la competencia, le tiene miedo a la incompetencia…
Coldwell, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, indica que en el Senado su partido irá a favor de estos puntos en la reforma política: 1.- “Una especie de referéndum”, la consulta popular. 2.- La disminución de legisladores: 100 plurinominales menos en la Cámara de Diputados (quedaría con 400 integrantes), y 32 menos en el Senado que entran por lista (tendría sólo 96 tribunos). 3.- Reelección de diputados por dos periodos, y de senadores por uno solo. Sobre la reelección de alcaldes —dice— tienen “reservas. Prefieren los senadores del PRI evaluar la posibilidad de ampliar su periodo de gobierno a más de tres años.
El ex gobernador de Quintana Roo afirma que el PRI no aprobará la segunda vuelta electoral, pero expone otra propuesta:
—La ratificación del gabinete puede ser un medio muy importante para construir gobiernos de mayoría. Es una manera para que, si a través del resultado electoral un gobierno no tuvo una mayoría legislativa en el Congreso, pueda construir una coalición gubernamental y una coalición legislativa que permita coincidencias en la elaboración de un plan de gobierno y también en su ejecución previa formación y aprobación de un gabinete de coalición por mayoría relativa. Y no maniatamos al Presidente: se establece en nuestra propuesta que si hay dos rechazos del Congreso al gabinete, el Presidente queda en libertad de elegir a quien quiera… Se ha filtrado de que se trata de convertir al Presidente en un rehén del Congreso a través de la ratificación del gobierno: es una falacia… Este es un tema que ha atorado la reforma política: la posición inflexible del PAN en ese sentido de poner sobre la mesa como condición sine qua non la segunda vuelta. Nosotros, en el PRI, no vamos a ir a eso…
—¿Por qué?
—Fomenta el bipartidismo; fomenta las negociaciones clientelares entre los partidos minoritarios con las fuerzas más representativas; incrementa los costos de las elecciones; no resuelve los conflictos postelectorales, y pudiera propiciar incluso más polarización en el país de la que tenemos…
—Podría usarse para elecciones de presidente y gobernadores, ¿no?
—¿De qué te sirve tener un presidente respaldado por la mitad más uno de los votantes si no te sirve para construir mayoría en el Congreso?...
Juan Pablo Becerra-Acosta M., Milenio, 25 de febrero.
—¿Está el PRI dispuesto a aprobar las candidaturas ciudadanas o independientes? —se le pregunta a Pedro Joaquín Coldwell, el senador que ha llevado para su partido buena parte de las negociaciones y planteamientos de la reforma política desde que el Presidente de la República presentó una iniciativa al respecto en 2009.
—Sí. En la reforma electoral de 2008 se eliminó del texto constitucional el monopolio de los partidos en elecciones federales y hay una minuta aprobada en el Senado para las elecciones locales que está pendiente en la Cámara de Diputados. O sea que ya no existe limitación constitucional para las candidaturas independientes. En lo que tenemos que ponernos de acuerdo es en los requisitos que tienen que cumplir las candidaturas independientes. Concretamente en tres rubros importantes: el número de firmas que debe avalar esto, qué acceso tendrán a los medios de comunicación y a qué financiamiento tienen derecho. Entonces, más que trabajar en una autorización que ya está dada en la Constitución, hay que trabajar en su reglamentación, concretamente en dos rubros: prerrogativas en materia de radio y televisión, y financiamiento
—¿El PRI en el Senado está de acuerdo en que se reglamente esto antes de que termine el periodo ordinario?
—Así es, no tenemos objeción a esas candidaturas ciudadanas, siempre y cuando las reglamentemos adecuadamente…
—Hay comentarios que dicen que en el fondo nunca lo van a aprobar, no lo van a reglamentar, porque sería como un suicidio de la “partidocracia”, ¿qué opina usted de eso que se repite constantemente?
—En ningún país donde existen candidaturas independientes esto se ha reflejado en un debilitamiento de los partidos políticos. Yo creo que la competencia le viene bien a los partidos políticos…
—Dicen algunos panistas que el PRI tiene miedo a esas candidaturas ciudadanas porque puede verse desbordado…
—En absoluto. El partido que más sufre transfuguismo político en México es el PRI. En todo caso preferiríamos que si esto se da, tenerlos como candidatos independientes y no como miembros ya de otros partidos políticos. El PRI no le tiene miedo. Su pregunta me hace recordar a Colosio: el PRI no le tiene miedo a la competencia, le tiene miedo a la incompetencia…
Coldwell, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, indica que en el Senado su partido irá a favor de estos puntos en la reforma política: 1.- “Una especie de referéndum”, la consulta popular. 2.- La disminución de legisladores: 100 plurinominales menos en la Cámara de Diputados (quedaría con 400 integrantes), y 32 menos en el Senado que entran por lista (tendría sólo 96 tribunos). 3.- Reelección de diputados por dos periodos, y de senadores por uno solo. Sobre la reelección de alcaldes —dice— tienen “reservas. Prefieren los senadores del PRI evaluar la posibilidad de ampliar su periodo de gobierno a más de tres años.
El ex gobernador de Quintana Roo afirma que el PRI no aprobará la segunda vuelta electoral, pero expone otra propuesta:
—La ratificación del gabinete puede ser un medio muy importante para construir gobiernos de mayoría. Es una manera para que, si a través del resultado electoral un gobierno no tuvo una mayoría legislativa en el Congreso, pueda construir una coalición gubernamental y una coalición legislativa que permita coincidencias en la elaboración de un plan de gobierno y también en su ejecución previa formación y aprobación de un gabinete de coalición por mayoría relativa. Y no maniatamos al Presidente: se establece en nuestra propuesta que si hay dos rechazos del Congreso al gabinete, el Presidente queda en libertad de elegir a quien quiera… Se ha filtrado de que se trata de convertir al Presidente en un rehén del Congreso a través de la ratificación del gobierno: es una falacia… Este es un tema que ha atorado la reforma política: la posición inflexible del PAN en ese sentido de poner sobre la mesa como condición sine qua non la segunda vuelta. Nosotros, en el PRI, no vamos a ir a eso…
—¿Por qué?
—Fomenta el bipartidismo; fomenta las negociaciones clientelares entre los partidos minoritarios con las fuerzas más representativas; incrementa los costos de las elecciones; no resuelve los conflictos postelectorales, y pudiera propiciar incluso más polarización en el país de la que tenemos…
—Podría usarse para elecciones de presidente y gobernadores, ¿no?
—¿De qué te sirve tener un presidente respaldado por la mitad más uno de los votantes si no te sirve para construir mayoría en el Congreso?...
Juan Pablo Becerra-Acosta M., Milenio, 25 de febrero.
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