Hugo Chávez no se presentará mañana a jurar para su cuarto periodo en el poder; el Tribunal Supremo decidirá si hay un presidente virtual

No está, pero sí seguirá siendo. Hugo Chávez, gravemente enfermo en Cuba, no está en condiciones físicas de regresar a Venezuela, pero seguirá siendo presidente de Venezuela hasta el 2019, a no ser que pierda la batalla contra el cáncer, decida por voluntad propia renunciar, o el Tribunal Supremo o la Asamblea Nacional decidan que la situación de un país gobernado por un presidente virtual es insostenible.

Cuarenta y ocho horas antes de cumplirse el plazo constitucional para el inicio del periodo 2013-2019, Cabello informó al Parlamento que Chávez extenderá su recuperación postquirúrgica “más allá del día 10 de enero y el tiempo que necesite” para su recuperación, lo que abre una incógnita sobre quién asumirá la cabeza del Ejecutivo ante la ausencia del gobernante.

Invoca artículo 231. Cabello justificó esta decisión inédita alegando que el tratamiento al que está sometido el presidente para superar una insuficiencia respiratoria, ocasionada por una severa infección pulmonar tras ser sometido a una cuarta intervención por cáncer,  “constituye un irrebatible motivo sobrevenido”.

Por todo ello y tras consultarse a los médicos que atienden a Chávez, Cabello anunció que la Asamblea “invoca el artículo 231 de la Constitución a objeto de formalizar en fecha posterior la juramentación correspondiente ante el Tribunal Supremo de Justicia”.

Ese artículo contempla que si el 10 de enero no se puede asumir en la Asamblea Nacional, se puede hacer ante el Tribunal Supremo de Justicia.

“Que asuma Cabello”. Mientras el oficialismo defiende la continuidad de un Gobierno cuyo líder fue reelegido en las urnas, el líder opositor, Henrique Capriles, emplazó al Tribunal Supremo a que fije de inmediato su posición “ante las interpretaciones que el Gobierno quiera darle a la Constitución”.

Dijo que, en lo personal, la asunción de Cabello “sería una desgracia” para el país, “por el historial que tiene esa persona”, pero señaló que, en su calidad de jefe de la Asamblea Nacional, el ex militar golpista, y ante la ausencia de Chávez, debe asumir la interinidad del país.

En respuesta, Cabello escribió en su Twitter que a Capriles “como que se le olvidó que yo ya fui Presidente gracias al golpe que él dio en el 2002; desesperado está el pillo”.

Propuesta mexicana. En cuanto a la salud de Chávez, Capriles exigió al Gobierno hablar con la verdad “por más dura que sea”, mientras que la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) sugirió la conformación de una junta médica para despejar la “incertidumbre” sobre el estado de salud de Chávez, quien desde que fuera hospitalizado el 11 de diciembre en Cuba no se le ha vuelto a oír o a ver.

Desde México, el llamado Grupo de los Cien, constituido por intelectuales y artistas, pidió ayer al Gobierno de Venezuela que acepte que una misión internacional “de reconocida probidad moral” viaje a Cuba para que emita una “apreciación independiente” sobre el estado de salud del presidente Hugo Chávez.

El presidente del Grupo de los 100, el escritor Homero Aridjis, explicó que la idea es que sea una “misión pequeña, pero representativa de la sociedad civil”, integrada por expertos en varias disciplinas, como un médico y un abogado, procedentes de otros países. Dijo que el grupo debe ser “neutral” y emitir una opinión independiente en un momento en que en Venezuela “hay una lucha por el poder entre los partidarios de Chávez y la oposición, pero también dentro del oficialismo”.

La Crónica, 9 de enero.