El Episcopado Mexicano, organismo que aglutina a todos los obispos del país, criticó los métodos con los que actualmente el Estado mexicano combate al crimen organizado: “la violencia no domina la violencia, si el enfrentamiento es con armas que desarmen, estaría bien; pero pedir que la violencia venza a la violencia está difícil”.
En un comunicado, los prelados señalaron que “no podríamos decir que es un error pero sí que es algo que hay que corregir cuando nos hemos dedicado a matar a quienes cometen crímenes”.
Consideraron que la cumbre sobre seguridad, que se llevará a cabo el próximo jueves, es la oportunidad de cambiar los esquemas.
El arzobispo de Chihuahua, José Fernández Arteaga, reiteró la postura del catolicismo de no apoyar la propuesta de la pena capital a secuestradores y criminales, pues la “Iglesia no busca la muerte del pecador sino que se convierta y viva. Esto sonaría ridículo a oídos de algunos, pero es la petición de la Iglesia”.
Monseñor exhortó al pueblo mexicano a buscar caminos, que se combata la inseguridad y la violencia, no solamente en marchas, procesiones o eventos públicos, sino “desterrando a la violencia en la familia, porque es allí donde se empieza”.
Los obispos mexicanos insistieron que el Estado no debe causar más violencia en contra la violencia, y advirtieron que si en algo se desea avanzar en este rubro, no es tema exclusivo del círculo político sino de la sociedad, principalmente de las familias.
Para Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la responsabilidad de mostrar sensibilidad ante la violencia generalizada no es exclusiva de quienes han sufrido algún problema personal con la delincuencia o el secuestro sino de toda la sociedad, “no sólo que no nos llegue la violencia a nosotros sino que no llegue a nadie”.
En tanto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, aplaudió que la voz de la sociedad civil, y en particular la de México Unido Contra la Delincuencia, sea escuchada por las instituciones de gobierno nacional y local.
Dijo que la participación es un factor determinante de toma de conciencia tanto en el ámbito civil como hacer valer la voz ante las diferentes autoridades, “debemos apoyar que con esta conciencia social puedan permitirse cambios estructurales en el manejo de seguridad en el país”.
En un comunicado, los prelados señalaron que “no podríamos decir que es un error pero sí que es algo que hay que corregir cuando nos hemos dedicado a matar a quienes cometen crímenes”.
Consideraron que la cumbre sobre seguridad, que se llevará a cabo el próximo jueves, es la oportunidad de cambiar los esquemas.
El arzobispo de Chihuahua, José Fernández Arteaga, reiteró la postura del catolicismo de no apoyar la propuesta de la pena capital a secuestradores y criminales, pues la “Iglesia no busca la muerte del pecador sino que se convierta y viva. Esto sonaría ridículo a oídos de algunos, pero es la petición de la Iglesia”.
Monseñor exhortó al pueblo mexicano a buscar caminos, que se combata la inseguridad y la violencia, no solamente en marchas, procesiones o eventos públicos, sino “desterrando a la violencia en la familia, porque es allí donde se empieza”.
Los obispos mexicanos insistieron que el Estado no debe causar más violencia en contra la violencia, y advirtieron que si en algo se desea avanzar en este rubro, no es tema exclusivo del círculo político sino de la sociedad, principalmente de las familias.
Para Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la responsabilidad de mostrar sensibilidad ante la violencia generalizada no es exclusiva de quienes han sufrido algún problema personal con la delincuencia o el secuestro sino de toda la sociedad, “no sólo que no nos llegue la violencia a nosotros sino que no llegue a nadie”.
En tanto, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, aplaudió que la voz de la sociedad civil, y en particular la de México Unido Contra la Delincuencia, sea escuchada por las instituciones de gobierno nacional y local.
Dijo que la participación es un factor determinante de toma de conciencia tanto en el ámbito civil como hacer valer la voz ante las diferentes autoridades, “debemos apoyar que con esta conciencia social puedan permitirse cambios estructurales en el manejo de seguridad en el país”.
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 17 de agosto.
0 Responses to "Critica la CEM métodos para combatir la delincuencia"
Publicar un comentario