TIJUANA, BC.— Temperaturas extremas, malas condiciones topográficas, corrientes de agua traicioneras y ataques de animales son los riesgos que enfrentan los indocumentados en su trayecto a Estados Unidos, en las rutas ubicadas entre Baja California y California.
El director de Protección Civil del estado, Alfredo Escobedo Ortiz, señaló que a lo largo de los 250 kilómetros de esta línea divisoria enfrentan climas que en verano rebasan los 50 grados centígrados y en invierno caen varios grados bajo cero.
La mayoría de las muertes ocurren en temporada de calor, pues los migrantes tienen que caminar bajo los rayos del sol y muchos sucumben por deshidratación o insolación, señaló el director de la agrupación Ángeles del Desierto, Rafael Hernández.
Explicó que la vigilancia estadounidense en la frontera desvía las rutas a los lugares más peligrosos y como consecuencia hay cada vez más fallecimientos.
Dijo que desde que inició el verano en el sur de San Diego, California, se han localizado los cuerpos de ocho personas, cuando en la misma temporada de 2007 la cifra fue de cuatro.
El director de Protección Civil detalló que en los 250 kilómetros de frontera con California hay cuatro puntos de cruce de indocumentados a Estados Unidos y se ubican precisamente en las zonas con mayor riesgo, como las montañas y el desierto de los municipios de Tecate y Mexicali.
El Canal Todo Americano, que cruza a Mexicali, es otra ruta donde los indocumentados corren riesgo por corrientes traicioneras, que a simple vista no se perciben y que son de mayor riesgo para quienes no saben nadar.
Las montañas y desiertos registran temperaturas extremas, donde los migrantes más vulnerables, niños, mujeres y personas mayores o enfermas, no pueden soportar largas caminatas que se prolongan horas y hasta días sin beber agua, porque no hay cómo cargar el líquido que el cuerpo requiere.
Las rutas principales de cruce de indocumentados se localizan en el este de Baja California, en las zonas conocidas como Microondas, en el municipio de Tecate; otro es el Centinela y el aeropuerto de Mexicali, así como el Canal Todo Americano.
El ataque de animales venenosos y asaltos de delincuentes que merodean por las rutas migratorias, son otros peligros que deben enfrentar las personas que cruzan sin documentos en busca de mejores niveles de vida.
El director de Protección Civil del estado, Alfredo Escobedo Ortiz, señaló que a lo largo de los 250 kilómetros de esta línea divisoria enfrentan climas que en verano rebasan los 50 grados centígrados y en invierno caen varios grados bajo cero.
La mayoría de las muertes ocurren en temporada de calor, pues los migrantes tienen que caminar bajo los rayos del sol y muchos sucumben por deshidratación o insolación, señaló el director de la agrupación Ángeles del Desierto, Rafael Hernández.
Explicó que la vigilancia estadounidense en la frontera desvía las rutas a los lugares más peligrosos y como consecuencia hay cada vez más fallecimientos.
Dijo que desde que inició el verano en el sur de San Diego, California, se han localizado los cuerpos de ocho personas, cuando en la misma temporada de 2007 la cifra fue de cuatro.
El director de Protección Civil detalló que en los 250 kilómetros de frontera con California hay cuatro puntos de cruce de indocumentados a Estados Unidos y se ubican precisamente en las zonas con mayor riesgo, como las montañas y el desierto de los municipios de Tecate y Mexicali.
El Canal Todo Americano, que cruza a Mexicali, es otra ruta donde los indocumentados corren riesgo por corrientes traicioneras, que a simple vista no se perciben y que son de mayor riesgo para quienes no saben nadar.
Las montañas y desiertos registran temperaturas extremas, donde los migrantes más vulnerables, niños, mujeres y personas mayores o enfermas, no pueden soportar largas caminatas que se prolongan horas y hasta días sin beber agua, porque no hay cómo cargar el líquido que el cuerpo requiere.
Las rutas principales de cruce de indocumentados se localizan en el este de Baja California, en las zonas conocidas como Microondas, en el municipio de Tecate; otro es el Centinela y el aeropuerto de Mexicali, así como el Canal Todo Americano.
El ataque de animales venenosos y asaltos de delincuentes que merodean por las rutas migratorias, son otros peligros que deben enfrentar las personas que cruzan sin documentos en busca de mejores niveles de vida.
Julieta Martínez, corresponsal, El Universal, 2 de agosto.
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