BOGOTÁ.- Los tentáculos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) alcanzaron las más altas esferas del poder en Brasil, reveló ayer la revista colombiana Cambio, a partir de información contenida en las computadoras del abatido número dos de esa guerrilla, "Raúl Reyes".
La publicación tuvo acceso a 85 correos electrónicos que entre febrero de 1999 y 2008 circularon entre "Reyes"; el extinto fundador de las FARC, "Manuel Marulanda"; el jefe militar de la guerrilla, "Mono Jojoy"; el delegado de las FARC en Brasil, "Oliverio Medina", y los alias "Hermes" y "José Luis".
"A juzgar por el contenido de los mensajes, la presencia de las FARC en Brasil llegó hasta las más altas esferas del Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Partido de los Trabajadores (PT) -oficialista- la dirigencia política y la administración de justicia", aseguró la revista.
"En ellos son mencionados cinco Ministros, un Procurador General, un asesor especial del Presidente, un viceministro, cinco diputados, un concejal y un juez superior", refirió.
Entre los funcionarios brasileños con quienes las FARC habrían tenido contacto figuran el ex Ministro de la Presidencia José Dirceu, el Canciller Celso Amorín, el jefe de Gabinete Gilberto Carvalho y el asesor de asuntos internacionales Marco Aurelio García, entre los de más alto nivel.
También el Procurador Luis Francisco De Souza, el ex Ministro de Ciencia Roberto Amaral, el Subsecretario de promoción de derechos humanos Perly Cipriano, el asesor presidencial Selvino Heck, el Secretario de Derechos Humanos Paulo Vanucci, la diputada Erika Kokay, el juez Rui Portanova y Breno Altman, dirigente del PT.
"Si bien los correos son apenas indicios de un posible compromiso del Gobierno de Lula con las FARC, pues ninguno de los funcionarios envió mensajes personales a alguno de los miembros del grupo guerrillero, despiertan muchas interrogantes que exigen una respuesta del Gobierno brasileño", planteó la revista.
En los correos, el personaje central es "Medina", más conocido como "El Cura Camilo", un sacerdote que ingresó a las FARC en 1983 y llegó a Brasil como delegado especial en 1997. Fue capturado en 2005.
El Canciller colombiano, Jaime Bermúdez, confirmó ayer que la información fue entregada al Gobierno brasileño.
"Es Brasil, con la información en sus manos, quien debe mirar las eventuales responsabilidades que haya lugar", afirmó.
En contraste con el manejo que Bogotá dio a la información que vincula a funcionarios de Ecuador y Venezuela, que hizo pública casi de inmediato, en el caso de Brasil el Presidente colombiano, Álvaro Uribe, ordenó mantenerla en reserva y tratarla por la vía diplomática para no deteriorar las relaciones con el Gobierno de Lula.
El propio Uribe puso a Lula al tanto del tema el pasado 19 de julio, durante la visita que el Mandatario brasileño realizó a la presidencial Hacienda de Hatogrande, a las afueras de Bogotá, según la publicación.
La publicación tuvo acceso a 85 correos electrónicos que entre febrero de 1999 y 2008 circularon entre "Reyes"; el extinto fundador de las FARC, "Manuel Marulanda"; el jefe militar de la guerrilla, "Mono Jojoy"; el delegado de las FARC en Brasil, "Oliverio Medina", y los alias "Hermes" y "José Luis".
"A juzgar por el contenido de los mensajes, la presencia de las FARC en Brasil llegó hasta las más altas esferas del Gobierno del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el Partido de los Trabajadores (PT) -oficialista- la dirigencia política y la administración de justicia", aseguró la revista.
"En ellos son mencionados cinco Ministros, un Procurador General, un asesor especial del Presidente, un viceministro, cinco diputados, un concejal y un juez superior", refirió.
Entre los funcionarios brasileños con quienes las FARC habrían tenido contacto figuran el ex Ministro de la Presidencia José Dirceu, el Canciller Celso Amorín, el jefe de Gabinete Gilberto Carvalho y el asesor de asuntos internacionales Marco Aurelio García, entre los de más alto nivel.
También el Procurador Luis Francisco De Souza, el ex Ministro de Ciencia Roberto Amaral, el Subsecretario de promoción de derechos humanos Perly Cipriano, el asesor presidencial Selvino Heck, el Secretario de Derechos Humanos Paulo Vanucci, la diputada Erika Kokay, el juez Rui Portanova y Breno Altman, dirigente del PT.
"Si bien los correos son apenas indicios de un posible compromiso del Gobierno de Lula con las FARC, pues ninguno de los funcionarios envió mensajes personales a alguno de los miembros del grupo guerrillero, despiertan muchas interrogantes que exigen una respuesta del Gobierno brasileño", planteó la revista.
En los correos, el personaje central es "Medina", más conocido como "El Cura Camilo", un sacerdote que ingresó a las FARC en 1983 y llegó a Brasil como delegado especial en 1997. Fue capturado en 2005.
El Canciller colombiano, Jaime Bermúdez, confirmó ayer que la información fue entregada al Gobierno brasileño.
"Es Brasil, con la información en sus manos, quien debe mirar las eventuales responsabilidades que haya lugar", afirmó.
En contraste con el manejo que Bogotá dio a la información que vincula a funcionarios de Ecuador y Venezuela, que hizo pública casi de inmediato, en el caso de Brasil el Presidente colombiano, Álvaro Uribe, ordenó mantenerla en reserva y tratarla por la vía diplomática para no deteriorar las relaciones con el Gobierno de Lula.
El propio Uribe puso a Lula al tanto del tema el pasado 19 de julio, durante la visita que el Mandatario brasileño realizó a la presidencial Hacienda de Hatogrande, a las afueras de Bogotá, según la publicación.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 1º de agosto.
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