BOGOTÁ.- Con su respaldo a la guerrilla colombiana de las FARC, en contraste con la distancia que han marcado Mandatarios como Hugo Chávez, de Venezuela, y Rafael Correa, de Ecuador, el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, busca erigirse como el nuevo paladín del grupo, advierten expertos.
Además de los lazos históricos que Ortega ha mantenido con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde su época de guerrillero sandinista, la reciente adhesión de Caracas y Quito al Consejo Sudamericano de Defensa habría dejado a Chávez y Correa atados de manos y al nicaragüense como único relevo en defensa de la causa rebelde, señalan.
"Ortega ha tenido unos vínculos históricos con las FARC, de solidaridad natural y simpatía por el ideal revolucionario, y le resulta muy fácil dinamizar, fomentar esas muestras de autonomía en el hemisferio, alejándose de Estados Unidos", expuso a REFORMA el internacionalista Vicente Torrijos.
Para el politólogo Pedro Medellín, Ortega busca recuperar el espacio político que ha perdido en fecha reciente.
"Quiere recobrar su imagen heroica de guerrillero libertario que fue en Nicaragua, está siendo provocador para reivindicar esa imagen desafiante contra el sistema que concitaba el espíritu de cambio de los nicaragüenses", planteó Medellín.
Torrijos cree que el apoyo a las FARC de Ortega es una especie de relevo pactado con Chávez y Correa.
"Ni Chávez ni Correa están dispuestos a continuar con esos nexos, debido a que están en un ámbito de seguridad sudamericano liderado por Brasil, cuyas exigencias les impiden esas muestras de afecto", planteó.
Además de los lazos históricos que Ortega ha mantenido con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde su época de guerrillero sandinista, la reciente adhesión de Caracas y Quito al Consejo Sudamericano de Defensa habría dejado a Chávez y Correa atados de manos y al nicaragüense como único relevo en defensa de la causa rebelde, señalan.
"Ortega ha tenido unos vínculos históricos con las FARC, de solidaridad natural y simpatía por el ideal revolucionario, y le resulta muy fácil dinamizar, fomentar esas muestras de autonomía en el hemisferio, alejándose de Estados Unidos", expuso a REFORMA el internacionalista Vicente Torrijos.
Para el politólogo Pedro Medellín, Ortega busca recuperar el espacio político que ha perdido en fecha reciente.
"Quiere recobrar su imagen heroica de guerrillero libertario que fue en Nicaragua, está siendo provocador para reivindicar esa imagen desafiante contra el sistema que concitaba el espíritu de cambio de los nicaragüenses", planteó Medellín.
Torrijos cree que el apoyo a las FARC de Ortega es una especie de relevo pactado con Chávez y Correa.
"Ni Chávez ni Correa están dispuestos a continuar con esos nexos, debido a que están en un ámbito de seguridad sudamericano liderado por Brasil, cuyas exigencias les impiden esas muestras de afecto", planteó.
Octavio Pineda, corresponsal, Reforma, 1º de agosto.
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