Obispos mexicanos y estadunidenses condenaron la violencia ejercida por autoridades de ambos países contra los emigrantes indocumentados y urgieron la creación de una reforma migratoria en ambas naciones que respete plenamente los derechos humanos y la dignidad de los desplazados.
Durante la Conferencia sobre Migración 2008, realizada en Washington D.C., los jerarcas católicos afirmaron que es urgente auxiliar a los migrantes centroamericanos que pasan por México y a los que logran cruzar la frontera de Estados Unidos.
Durante las ponencias, donde participó el cardenal y arzobispo de Los Ángeles, California, monseñor Roger Mahony, los obispos señalaron que factores políticos, económicos y sociales afectan a los miles de migrantes; así como a refugiados y victimas del tráfico humano, que sufren maltrato y abuso a sus derechos humanos.
Los jerarcas responsables de los servicios pastorales para los migrantes denunciaron que numerosos contingentes se ven forzados por la extrema pobreza a emigrar a Estados Unidos, para trabajar, en su mayoría, la agricultura, la jardinería, la construcción y diversos sectores de servicios.
La Iglesia católica de México, a través de Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, ha tomado acciones denunciando los constantes delitos contra los migrantes.
Por ejemplo, el sacerdote Alejandro Solalinde, de la diócesis de Tehuantepec, denunció que diversos cuerpos militares y policiales, llevan una política de abuso contra migrantes, en su mayor parte centroamericanos; ya que se le detiene de manera arbitraria y son secuestrados, cuando transitan por el estado de Oaxaca.
La religiosa Leticia Gutiérrez, representante de Movilidad Humana, expuso que en Tierra Blanca, Veracruz, es frecuente y creciente el secuestro en su modalidad de delincuencia organizada, contra paisanos de esta región, y toman por asalto las rutas que también utilizan los hermanos centroamericanos:
“Lo mismo puede decirse de otras poblaciones como Pedro Escobedo, en el estado de Querétaro; en donde se ha llegado a dar el caso del encarcelamiento de una persona por haber ayudado, dando alimento y cobijo a los inmigrantes centroamericanos que llegan hasta ese punto en vagones de ferrocarril”, reveló la Arquidiócesis de México.
De acuerdo a un informe del Episcopado Mexicano, “se ha observado un aumento considerable en el número de migrantes, en su mayoría adolescentes —no acompañados—, que han sido detenidos en las estaciones migratorias de Tapachula, México”.
Durante la Conferencia sobre Migración 2008, realizada en Washington D.C., los jerarcas católicos afirmaron que es urgente auxiliar a los migrantes centroamericanos que pasan por México y a los que logran cruzar la frontera de Estados Unidos.
Durante las ponencias, donde participó el cardenal y arzobispo de Los Ángeles, California, monseñor Roger Mahony, los obispos señalaron que factores políticos, económicos y sociales afectan a los miles de migrantes; así como a refugiados y victimas del tráfico humano, que sufren maltrato y abuso a sus derechos humanos.
Los jerarcas responsables de los servicios pastorales para los migrantes denunciaron que numerosos contingentes se ven forzados por la extrema pobreza a emigrar a Estados Unidos, para trabajar, en su mayoría, la agricultura, la jardinería, la construcción y diversos sectores de servicios.
La Iglesia católica de México, a través de Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, ha tomado acciones denunciando los constantes delitos contra los migrantes.
Por ejemplo, el sacerdote Alejandro Solalinde, de la diócesis de Tehuantepec, denunció que diversos cuerpos militares y policiales, llevan una política de abuso contra migrantes, en su mayor parte centroamericanos; ya que se le detiene de manera arbitraria y son secuestrados, cuando transitan por el estado de Oaxaca.
La religiosa Leticia Gutiérrez, representante de Movilidad Humana, expuso que en Tierra Blanca, Veracruz, es frecuente y creciente el secuestro en su modalidad de delincuencia organizada, contra paisanos de esta región, y toman por asalto las rutas que también utilizan los hermanos centroamericanos:
“Lo mismo puede decirse de otras poblaciones como Pedro Escobedo, en el estado de Querétaro; en donde se ha llegado a dar el caso del encarcelamiento de una persona por haber ayudado, dando alimento y cobijo a los inmigrantes centroamericanos que llegan hasta ese punto en vagones de ferrocarril”, reveló la Arquidiócesis de México.
De acuerdo a un informe del Episcopado Mexicano, “se ha observado un aumento considerable en el número de migrantes, en su mayoría adolescentes —no acompañados—, que han sido detenidos en las estaciones migratorias de Tapachula, México”.
Mariana Viayra Ramírez, Crónica, 2 de agosto.
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