BUENOS AIRES.— Una semana después de hacer las paces con el rey Juan Carlos y horas antes de que cesen sus poderes especiales con los que gobernó en los últimos 18 meses, el presidente Hugo Chávez anunció ayer la nacionalización del Banco de Venezuela, en poder del grupo español Santander, que insiste en su negativa de haber tenido intenciones para “terminar con nuestra posición en Venezuela”.
En un discurso en cadena nacional, Chávez aseguró que “ellos (el Santander) querían vender el banco a un banquero venezolano, el cual pidió permiso, autorización, porque así está en las leyes, y yo como jefe de Estado digo: ‘no, ahora véndamelo al gobierno…’”.
Desde hace unos meses el Santander, cuya posición en Venezuela representa sólo el 2% de sus ganancias globales, viene negando sus intenciones de venta. Incluso la negociación que vendría manteniendo con el banquero venezolano, Víctor Vargas, accionista mayoritario del Banco Occidental de Descuento, pero ayer Chávez aseguró que no autorizó ni autorizará esa transacción porque “necesitamos un banco de esa magnitud”:
“Nosotros estamos interesados en comprar y vamos a nacionalizar el Banco de Venezuela. Le hago un llamado a los señores dueños para que vengan por aquí y empecemos a negociar”. Los representantes del banco español en Caracas y en Madrid hasta anoche se mantenían en silencio, ante el anuncio del presidente venezolano.
Después del discurso de Chávez los principales papeles de la bolsa caraqueña bajaron, ya que el Banco de Venezuela, en el que el Santander posee 96% del paquete accionario, es el tercero en el ránking del país y cuarto en cartera de créditos, según los datos del banco central.
De acuerdo a algunas versiones de agentes de mercado “el Santander quería vender y ahora el gobierno les hace el favor”, aunque incluso ayer, voceros del banco, aseguraban que “no era nuestra intención abandonar nuestra posición aquí”.
Chávez, metido de lleno en la campaña proselitista con vista a las elecciones comunales de noviembre próximo, aseguró que “meses atrás me llegó la información que el Banco de Venezuela, que había sido privatizado hace varios años, lo estaban vendiendo los dueños españoles; que firmaron un preacuerdo entre el Grupo Santander y un banquero venezolano, luego el banquero venezolano necesitaba permiso del gobierno para adquirir un banco, porque no es cualquier cosa. Yo le mandé el mensaje a los españoles y al banquero venezolano que no. Ahora el gobierno quiere comprar el banco, quiere recuperarlo porque es el banco de Venezuela, así se llama, el Banco de Venezuela, para ponerlo al servicio de Venezuela, porque ese banco da mucha ganancia, ¿pero a dónde se iba a esa ganancia? La ganancia se la llevan”, arengó Chávez en su discurso.
La medida tuvo lugar sobre el filo del fin de la ley habilitante que en enero de 2007 sancionó la Asamblea Nacional otorgándole plenos poderes al presidente por un año y medio. Desde entonces Chávez sancionó de motu proprio 40 leyes consideradas claves. Para el sociólogo Ignacio Ávalos, el vencimiento de los poderes legislativos especiales de Chávez “da un respiro” para que el país “regrese a algo parecido a una democracia con el Parlamento legislando”.
En un discurso en cadena nacional, Chávez aseguró que “ellos (el Santander) querían vender el banco a un banquero venezolano, el cual pidió permiso, autorización, porque así está en las leyes, y yo como jefe de Estado digo: ‘no, ahora véndamelo al gobierno…’”.
Desde hace unos meses el Santander, cuya posición en Venezuela representa sólo el 2% de sus ganancias globales, viene negando sus intenciones de venta. Incluso la negociación que vendría manteniendo con el banquero venezolano, Víctor Vargas, accionista mayoritario del Banco Occidental de Descuento, pero ayer Chávez aseguró que no autorizó ni autorizará esa transacción porque “necesitamos un banco de esa magnitud”:
“Nosotros estamos interesados en comprar y vamos a nacionalizar el Banco de Venezuela. Le hago un llamado a los señores dueños para que vengan por aquí y empecemos a negociar”. Los representantes del banco español en Caracas y en Madrid hasta anoche se mantenían en silencio, ante el anuncio del presidente venezolano.
Después del discurso de Chávez los principales papeles de la bolsa caraqueña bajaron, ya que el Banco de Venezuela, en el que el Santander posee 96% del paquete accionario, es el tercero en el ránking del país y cuarto en cartera de créditos, según los datos del banco central.
De acuerdo a algunas versiones de agentes de mercado “el Santander quería vender y ahora el gobierno les hace el favor”, aunque incluso ayer, voceros del banco, aseguraban que “no era nuestra intención abandonar nuestra posición aquí”.
Chávez, metido de lleno en la campaña proselitista con vista a las elecciones comunales de noviembre próximo, aseguró que “meses atrás me llegó la información que el Banco de Venezuela, que había sido privatizado hace varios años, lo estaban vendiendo los dueños españoles; que firmaron un preacuerdo entre el Grupo Santander y un banquero venezolano, luego el banquero venezolano necesitaba permiso del gobierno para adquirir un banco, porque no es cualquier cosa. Yo le mandé el mensaje a los españoles y al banquero venezolano que no. Ahora el gobierno quiere comprar el banco, quiere recuperarlo porque es el banco de Venezuela, así se llama, el Banco de Venezuela, para ponerlo al servicio de Venezuela, porque ese banco da mucha ganancia, ¿pero a dónde se iba a esa ganancia? La ganancia se la llevan”, arengó Chávez en su discurso.
La medida tuvo lugar sobre el filo del fin de la ley habilitante que en enero de 2007 sancionó la Asamblea Nacional otorgándole plenos poderes al presidente por un año y medio. Desde entonces Chávez sancionó de motu proprio 40 leyes consideradas claves. Para el sociólogo Ignacio Ávalos, el vencimiento de los poderes legislativos especiales de Chávez “da un respiro” para que el país “regrese a algo parecido a una democracia con el Parlamento legislando”.
José Vales, corresponsal, El Universal, 1º de agosto.
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