El presidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó ayer a su par de Colombia, Álvaro Uribe, de mentir sobre el bombardeo colombiano contra las FARC en territorio ecuatoriano de hace un año, por el cual están interrumpidas las relaciones diplomáticas entre los dos países.
En su informe semanal de labores, el mandatario se refirió al “traicionero bombardeo por parte del gobierno colombiano a territorio ecuatoriano” para destruir un campamento de la guerrilla marxista, en el cual murieron 25 personas, incluido el jefe rebelde Raúl Reyes.
Correa recordó que el 1 de marzo de 2008 “me llama el presidente Uribe (...) me dice que ha habido un encuentro, un enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas colombianas y las FARC”.
“Que en ese enfrentamiento las FARC han huido a nuestro territorio, y que en la persecución había 10 o 17 guerrilleros muertos, once prisioneros, un soldado colombiano muerto”, agregó.
El jefe de Estado enfatizó que “esa fue la mentira que dijo el presidente Uribe” en alusión al ataque aéreo colombiano para bombardear la base del grupo rebelde que de manera clandestina estaba en la selva de la Amazonia ecuatoriana.
“No nos habían dicho que era un bombardeo en nuestro territorio planificado, deliberado, ordenado por el propio presidente Uribe. Todo fue mentira lo que dijo Uribe, lo único que era cierto es que había muerto Raúl Reyes”, declaró.
En este contexto, Correa avaló ayer la creación de una comisión solicitada por la oposición para que investigue el ataque colombiano a la base e indague los supuestos vínculos de un ex funcionario del gobierno con las FARC y una red de narcotráfico. “En buena hora. Hagamos esa comisión...Hemos pedido a las universidades, a las iglesias, a las organizaciones sociales que envíen sus ternas para que el presidente elija de esas ternas”, afirmó el mandatario durante el programa radial Diálogo con el Presidente. El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, señaló el viernes que la comisión de transparencia estará integrada por cinco miembros sin militancia política.
A un año de la incursión colombiana, el primero de marzo de 2008, la detención del ex subsecretario de coordinación política del ministerio de Gobierno, José Ignacio Chauvin, generó polémica por su supuesta vinculación con una red de narcotráfico. Al entregarse, Chauvin admitió ser “amigo personal” del jefe de las FARC Raúl Reyes, con quien se reunió en siete ocasiones, en territorio colombiano, aseguró.
Versiones publicadas ayer en el periódico ecuatoriano El Universo, afirman que el ex jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía de Ecuador, Manuel Silva, aseguró que el ex ministro de Seguridad Gustavo Larrea, se reunió en el campamento clandestino de las FARC en Angostura con Raúl Reyes.
Del otro lado de la frontera, el Ejército colombiano informó que había confiscado cuatro toneladas de explosivos, morteros, municiones y equipos de comunicaciones pertenecientes a la mayor guerrilla izquierdista del país, informaron las autoridades militares.
El explosivo confiscado, denominado R-1, tiene características similares al usado en 2003 en un ataque contra el exclusivo Club El Nogal de Bogotá, donde murieron 36 personas, afirmó el ejército en un comunicado.
A la caza de Cano
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, aseguró que las operaciones de la fuerza pública permitirán capturar al máximo líder de la guerrilla de las FARC, alias Alfonso Cano.
El rebelde se encontraría en una zona del departamento de Tolima, centro del país. “Ahí estamos trabajando en el Ejército. En algún momento le llegaremos. Que no se sueñe Alfonso Cano que va a jugar con Colombia”, dijo Uribe.
Uribe destacó, en la población de Chaparral, Tolima, que la labor de la fuerza pública ha permitido liberar de los grupos rebeldes una amplia zona de Tolima, de la que “Cano se sentía el dueño”.
En su informe semanal de labores, el mandatario se refirió al “traicionero bombardeo por parte del gobierno colombiano a territorio ecuatoriano” para destruir un campamento de la guerrilla marxista, en el cual murieron 25 personas, incluido el jefe rebelde Raúl Reyes.
Correa recordó que el 1 de marzo de 2008 “me llama el presidente Uribe (...) me dice que ha habido un encuentro, un enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas colombianas y las FARC”.
“Que en ese enfrentamiento las FARC han huido a nuestro territorio, y que en la persecución había 10 o 17 guerrilleros muertos, once prisioneros, un soldado colombiano muerto”, agregó.
El jefe de Estado enfatizó que “esa fue la mentira que dijo el presidente Uribe” en alusión al ataque aéreo colombiano para bombardear la base del grupo rebelde que de manera clandestina estaba en la selva de la Amazonia ecuatoriana.
“No nos habían dicho que era un bombardeo en nuestro territorio planificado, deliberado, ordenado por el propio presidente Uribe. Todo fue mentira lo que dijo Uribe, lo único que era cierto es que había muerto Raúl Reyes”, declaró.
En este contexto, Correa avaló ayer la creación de una comisión solicitada por la oposición para que investigue el ataque colombiano a la base e indague los supuestos vínculos de un ex funcionario del gobierno con las FARC y una red de narcotráfico. “En buena hora. Hagamos esa comisión...Hemos pedido a las universidades, a las iglesias, a las organizaciones sociales que envíen sus ternas para que el presidente elija de esas ternas”, afirmó el mandatario durante el programa radial Diálogo con el Presidente. El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, señaló el viernes que la comisión de transparencia estará integrada por cinco miembros sin militancia política.
A un año de la incursión colombiana, el primero de marzo de 2008, la detención del ex subsecretario de coordinación política del ministerio de Gobierno, José Ignacio Chauvin, generó polémica por su supuesta vinculación con una red de narcotráfico. Al entregarse, Chauvin admitió ser “amigo personal” del jefe de las FARC Raúl Reyes, con quien se reunió en siete ocasiones, en territorio colombiano, aseguró.
Versiones publicadas ayer en el periódico ecuatoriano El Universo, afirman que el ex jefe de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía de Ecuador, Manuel Silva, aseguró que el ex ministro de Seguridad Gustavo Larrea, se reunió en el campamento clandestino de las FARC en Angostura con Raúl Reyes.
Del otro lado de la frontera, el Ejército colombiano informó que había confiscado cuatro toneladas de explosivos, morteros, municiones y equipos de comunicaciones pertenecientes a la mayor guerrilla izquierdista del país, informaron las autoridades militares.
El explosivo confiscado, denominado R-1, tiene características similares al usado en 2003 en un ataque contra el exclusivo Club El Nogal de Bogotá, donde murieron 36 personas, afirmó el ejército en un comunicado.
A la caza de Cano
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, aseguró que las operaciones de la fuerza pública permitirán capturar al máximo líder de la guerrilla de las FARC, alias Alfonso Cano.
El rebelde se encontraría en una zona del departamento de Tolima, centro del país. “Ahí estamos trabajando en el Ejército. En algún momento le llegaremos. Que no se sueñe Alfonso Cano que va a jugar con Colombia”, dijo Uribe.
Uribe destacó, en la población de Chaparral, Tolima, que la labor de la fuerza pública ha permitido liberar de los grupos rebeldes una amplia zona de Tolima, de la que “Cano se sentía el dueño”.
Agencias en Quito y Ecuador, Milenio, 8 de marzo.
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