El Presidente Felipe Calderón apremió ayer al Congreso de la Unión a desahogar cuanto antes el paquete de iniciativas que en materia de seguridad envió el año pasado.
En el Castillo de Chapultepec, donde tomó la protesta al nuevo Consejo Directivo de la organización México Unido contra la Delincuencia, Calderón denunció que la Nación padece ahora "algunas de las consecuencias" derivadas de la penetración amplia y generalizada de la corrupción e impunidad aparejadas a la criminalidad.
Por lo pronto, aseguró que el miedo no paralizará a las instituciones públicas encargadas de combatir la delincuencia organizada que, sostuvo, pretende generar "confusión y temor" entre la sociedad y, a la vez, inhabilitar el ejercicio de las autoridades.
Aun y cuando la organización México Unido contra la Delincuencia hizo notar que los compromisos suscritos hace 200 días al amparo del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad se diluían, el Presidente resaltó la liberación de 438 víctimas de secuestro, la detención de 552 secuestradores y el desmantelamiento de 69 bandas.
"La división de competencias ya no debe ser utilizada por la delincuencia como un resquicio para la impunidad. Desde este foro hago un muy respetuoso llamado a las señoras y a los señores legisladores de todos los partidos, para que en el marco de sus atribuciones discutan, enriquezcan y aprueben finalmente las iniciativas que el Ejecutivo ha enviado al Congreso", planteó el Presidente.
Es muy importante, dijo, que el Estado pueda disponer de los bienes incautados a la criminalidad con la Ley de Extinción de Dominio; "de la misma forma necesitamos actuar de manera coordinada para combatir el flagelo del narcomenudeo", dijo.
"También exhorto de manera respetuosa a que se aprueben las leyes que reorganizan, tanto a la Procuraduría General de la República, como a la Policía Federal. Y lo mismo señalo respecto de la Iniciativa referente a tratar con un adecuado marco penal a quienes secuestran y mutilan, o asesinan a sus víctimas, que requieren una pena mucho más enfática y un proceso judicial mucho más exento a los riegos de la impunidad", añadió el Ejecutivo federal.
Calderón también lanzó un exhorto a los Estados de la Federación a "hacer un uso más eficaz y más oportuno de los recursos" asignados al combate a la delincuencia, toda vez que la Auditoría Superior de la Federación había dado cuenta de subejercicios en la materia.
"Reitero lo que siempre he afirmado y respaldado con hechos. Los gobiernos locales cuentan con todo el apoyo del Gobierno Federal para combatir la delincuencia, pues sólo sumando esfuerzos y actuando de manera corresponsable, podremos proteger a la sociedad de quienes pretenden dañarla", dijo.
Durante la ceremonia participó Gabriela Ulloa, una mujer que fue víctima de un secuestro en mayo del año pasado, y cuyo testimonio suscitó la más fuerte ovación.
El Presidente de la República le aseguró que su Gobierno está trabajando para romper el círculo vicioso de impunidad, miedo y crimen.
En el Castillo de Chapultepec, donde tomó la protesta al nuevo Consejo Directivo de la organización México Unido contra la Delincuencia, Calderón denunció que la Nación padece ahora "algunas de las consecuencias" derivadas de la penetración amplia y generalizada de la corrupción e impunidad aparejadas a la criminalidad.
Por lo pronto, aseguró que el miedo no paralizará a las instituciones públicas encargadas de combatir la delincuencia organizada que, sostuvo, pretende generar "confusión y temor" entre la sociedad y, a la vez, inhabilitar el ejercicio de las autoridades.
Aun y cuando la organización México Unido contra la Delincuencia hizo notar que los compromisos suscritos hace 200 días al amparo del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Justicia y la Legalidad se diluían, el Presidente resaltó la liberación de 438 víctimas de secuestro, la detención de 552 secuestradores y el desmantelamiento de 69 bandas.
"La división de competencias ya no debe ser utilizada por la delincuencia como un resquicio para la impunidad. Desde este foro hago un muy respetuoso llamado a las señoras y a los señores legisladores de todos los partidos, para que en el marco de sus atribuciones discutan, enriquezcan y aprueben finalmente las iniciativas que el Ejecutivo ha enviado al Congreso", planteó el Presidente.
Es muy importante, dijo, que el Estado pueda disponer de los bienes incautados a la criminalidad con la Ley de Extinción de Dominio; "de la misma forma necesitamos actuar de manera coordinada para combatir el flagelo del narcomenudeo", dijo.
"También exhorto de manera respetuosa a que se aprueben las leyes que reorganizan, tanto a la Procuraduría General de la República, como a la Policía Federal. Y lo mismo señalo respecto de la Iniciativa referente a tratar con un adecuado marco penal a quienes secuestran y mutilan, o asesinan a sus víctimas, que requieren una pena mucho más enfática y un proceso judicial mucho más exento a los riegos de la impunidad", añadió el Ejecutivo federal.
Calderón también lanzó un exhorto a los Estados de la Federación a "hacer un uso más eficaz y más oportuno de los recursos" asignados al combate a la delincuencia, toda vez que la Auditoría Superior de la Federación había dado cuenta de subejercicios en la materia.
"Reitero lo que siempre he afirmado y respaldado con hechos. Los gobiernos locales cuentan con todo el apoyo del Gobierno Federal para combatir la delincuencia, pues sólo sumando esfuerzos y actuando de manera corresponsable, podremos proteger a la sociedad de quienes pretenden dañarla", dijo.
Durante la ceremonia participó Gabriela Ulloa, una mujer que fue víctima de un secuestro en mayo del año pasado, y cuyo testimonio suscitó la más fuerte ovación.
El Presidente de la República le aseguró que su Gobierno está trabajando para romper el círculo vicioso de impunidad, miedo y crimen.
Mayolo Lòpez, Reforma, 18 de marzo.
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