BOGOTÁ (EFE y DPA).— La guerrilla de las FARC detonó una poderosa carga explosiva en la vía Panamericana, que comunica a Colombia con Ecuador, en el marco de la ofensiva que inició el fin de semana y que causó dos muertos y siete heridos, señaló ayer un portavoz oficial.
La Policía del departamento de Cauca aseguró que el ataque en la Panamericana lo realizaron los rebeldes con dos pipetas de gas de 40 libras y que el cráter que dejó la explosión mantenía inhabilitado un carril de la vía.
“Fue una explosión muy dura, parecía un terremoto porque las casas quedaron temblando”, indicó a los periodistas uno de los pobladores de la zona, quien precisó que las viviendas no sufrieron daños porque se encuentran retiradas de la carretera.
El tráfico quedó restringido a un solo carril mientras dure la reparación de la vía, la cual tardará al menos dos semanas, precisaron las fuentes.
En otra acción, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decretaron además en una amplia región de otros dos departamentos, Meta y Caquetá (ambos al sur), un “paro armado”, con el que prohibieron el desplazamiento de vehículos por carreteras y restringieron la movilidad de las personas durante la noche.
Los guerrilleros quemaron vehículos de transporte público y mataron a un taxista que se negó a acatar una orden para detenerse, mientras que las autoridades temen el desabastecimiento de alimentos.
“Es una situación que nos preocupa, toda vez que estos hechos han alterado el orden público en nuestro departamento a raíz de las acciones de este grupo”, dijo el secretario de gobierno del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, a la emisora RCN.
Endo aseguró ayer que se ha reforzado la presencia militar en los dos ejes viales más importantes del departamento de Caquetá y que hasta el momento no había un desabastecimiento, pero era posible que se presentara si la situación continuaba.
“Sólo llevamos dos días desde que dieron la supuesta orden de paro, lo municipios se encuentran con su debido abastecimiento e incluso los campesinos nos han informado que las FARC les dieron la orden de que se abastecieran de alimentos, mientras duraba este paro armado”, dijo el oficial.
Durante un paro armado, las FARC prohíben el desplazamiento de vehículos por carreteras y restringen la movilidad de las personas en horas de la noche.
Por otro lado, un policía murió y otras dos personas resultaron heridas ayer en un ataque de la guerrilla del grupo insurgente en la cabecera municipal de Toribío (suroeste).
El comandante de la Policía en Meta, coronel Pablo Gómez, señaló, por su parte, que no existe un desabastecimiento en el municipio de La Macarena, a pesar de que los lugareños han denunciado desde el pasado jueves la escasez de víveres y combustibles.
“El sábado se trató el tema y se estableció que sobre la vía no hay ningún tipo de restricción, no hay ningún daño que obstaculice el paso y tampoco se ha presentado desabastecimiento”, dijo el oficial.
Gómez añadió que en caso de que se presente desabastecimiento se hará por vía aérea desde Bogotá.
A pesar de la negativa de las autoridades policiales y civiles de La Macarena de la existencia de un desabastecimiento y un paro armado en la zona, líderes comunales han denunciado a periodistas que no han llegado los alimentos ni los víveres que debieron arribar el miércoles pasado.
En otros asuntos, el gobierno de Estados Unidos entregó una nota de protesta a Colombia por las “inconsistencias” de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en sus fallos para conceder la extradición de rebeldes de las guerrillas de las FARC y el ELN, informó ayer la prensa local.
El diario bogotano El Tiempo aseguró en su edición dominical que Washington entregó una “nota diplomática” a la Cancillería en Bogotá por la negativa de la CSJ a extraditar a guerrilleros que son acusados de terrorismo y secuestro por tribunales estadounidenses.
La Policía del departamento de Cauca aseguró que el ataque en la Panamericana lo realizaron los rebeldes con dos pipetas de gas de 40 libras y que el cráter que dejó la explosión mantenía inhabilitado un carril de la vía.
“Fue una explosión muy dura, parecía un terremoto porque las casas quedaron temblando”, indicó a los periodistas uno de los pobladores de la zona, quien precisó que las viviendas no sufrieron daños porque se encuentran retiradas de la carretera.
El tráfico quedó restringido a un solo carril mientras dure la reparación de la vía, la cual tardará al menos dos semanas, precisaron las fuentes.
En otra acción, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) decretaron además en una amplia región de otros dos departamentos, Meta y Caquetá (ambos al sur), un “paro armado”, con el que prohibieron el desplazamiento de vehículos por carreteras y restringieron la movilidad de las personas durante la noche.
Los guerrilleros quemaron vehículos de transporte público y mataron a un taxista que se negó a acatar una orden para detenerse, mientras que las autoridades temen el desabastecimiento de alimentos.
“Es una situación que nos preocupa, toda vez que estos hechos han alterado el orden público en nuestro departamento a raíz de las acciones de este grupo”, dijo el secretario de gobierno del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, a la emisora RCN.
Endo aseguró ayer que se ha reforzado la presencia militar en los dos ejes viales más importantes del departamento de Caquetá y que hasta el momento no había un desabastecimiento, pero era posible que se presentara si la situación continuaba.
“Sólo llevamos dos días desde que dieron la supuesta orden de paro, lo municipios se encuentran con su debido abastecimiento e incluso los campesinos nos han informado que las FARC les dieron la orden de que se abastecieran de alimentos, mientras duraba este paro armado”, dijo el oficial.
Durante un paro armado, las FARC prohíben el desplazamiento de vehículos por carreteras y restringen la movilidad de las personas en horas de la noche.
Por otro lado, un policía murió y otras dos personas resultaron heridas ayer en un ataque de la guerrilla del grupo insurgente en la cabecera municipal de Toribío (suroeste).
El comandante de la Policía en Meta, coronel Pablo Gómez, señaló, por su parte, que no existe un desabastecimiento en el municipio de La Macarena, a pesar de que los lugareños han denunciado desde el pasado jueves la escasez de víveres y combustibles.
“El sábado se trató el tema y se estableció que sobre la vía no hay ningún tipo de restricción, no hay ningún daño que obstaculice el paso y tampoco se ha presentado desabastecimiento”, dijo el oficial.
Gómez añadió que en caso de que se presente desabastecimiento se hará por vía aérea desde Bogotá.
A pesar de la negativa de las autoridades policiales y civiles de La Macarena de la existencia de un desabastecimiento y un paro armado en la zona, líderes comunales han denunciado a periodistas que no han llegado los alimentos ni los víveres que debieron arribar el miércoles pasado.
En otros asuntos, el gobierno de Estados Unidos entregó una nota de protesta a Colombia por las “inconsistencias” de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en sus fallos para conceder la extradición de rebeldes de las guerrillas de las FARC y el ELN, informó ayer la prensa local.
El diario bogotano El Tiempo aseguró en su edición dominical que Washington entregó una “nota diplomática” a la Cancillería en Bogotá por la negativa de la CSJ a extraditar a guerrilleros que son acusados de terrorismo y secuestro por tribunales estadounidenses.
El Universal, 23 de marzo.
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