Las acciones tomadas en aquella ciudad colombiana incluyeron negociaciones con narcotraficantes que se rendían, a quienes se les ofrecieron beneficios jurídicos por delatar a capos, como consta en declaraciones del ex ministro de Defensa de Colombia, Rafael Pardo Rueda, y del actual jefe de Operaciones de Inteligencia de la DEA, Anthony P. Placido.
Las autoridades de Colombia recurrieron a este método para someter a los jefes del narcotráfico y desmantelar a sus organizaciones criminales.
A esta estrategia también se le conoció como plan de autoeliminación, pues consistió en una negociación secreta con capos del narcotráfico que fueron extraditados a Estados Unidos, para que denunciaran a sus cómplices, con lo que obtuvieron inclusive reducciones en sus condenas.
En diciembre pasado, el ex ministro de Defensa de Colombia, Rafael Pardo, recordó que la captura de Pablo Escobar, el temible jefe del cártel de Medellín, se logró con información que aportaron delatores detenidos de esa organización criminal.
“A quien se detenía se le ofrecían beneficios para delatar a sus jefes y eso fue muy efectivo”, señaló Pardo.
Otra parte de la estrategia para terminar con el cártel de Medellín fue la infiltración de agentes de Estados Unidos en la organización para detener a sus principales integrantes.
Inclusive el jefe de Operaciones de la DEA, Anthony P. Placido, en declaraciones periodísticas, ha dicho que la agencia antidrogas estadunidense podría aceptar pactos con narcotraficantes mexicanos similares a los acuerdos que logró en Colombia para facilitar que los capos se entreguen.
En un análisis sobre la lucha global contra las drogas ilícitas, Pardo señala que a mediados de los 90, Estados Unidos adoptó una política denominada “resocialización de narcotraficantes”, que incluye negociación de penas y cambio de identidades; muchos negocian ser extraditados, lo que era una “opción deseable para algunos”.
Al anunciar la designación de Kerlikowske como nuevo zar antidrogas, el vicepresidente Biden advirtió que “los retos van a ser inmensos”, y que “no hay otro lugar donde eso sea más real que en la frontera sur”.
Biden le recordó al presentarlo como el nuevo zar antidrogas que desde comienzos del año pasado se han registrado siete mil muertes en México por casos de drogas.
Le sugirió entonces ver la ciudad de Medellín, que mudó de ser una de las ciudades más violentas del mundo a una de las más pacíficas y prósperas de las Américas.
“Ya lo hicimos en Medellín’’, dijo Biden, quien había confundido primero a esa ciudad con Cartagena.
Por su parte, Kerlikowske dijo que “el éxito de nuestros esfuerzos para reducir el flujo de drogas dependerá grandemente de nuestra capacidad de reducir la demanda por ellas y eso nos lleva a empezar con la juventud”.
- Claves
Descarta más tropas
• El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, descartó ayer estar interesado en enviar tropas a la frontera con México.
• “Tenemos una frontera muy grande con México’, afirmó Obama en declaraciones a 14 diarios regionales del país, entre ellos The Dallas Morning News, pero recalcó: “No estoy interesado en militarizar la frontera”.
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