Raúl Castro destituye a tres hombres de confianza de Fidel: Pérez Roque, Carlos Lage y Otto Rivero; hizo siete cambios más al gabinete

El presidente de Cuba, Raúl Castro, cambió ayer por sorpresa al gobierno y destituyó a dos históricos del régimen como eran el canciller, Felipe Pérez Roque, y el secretario del comité ejecutivo del Consejo de Ministros, Carlos Lage, ambos muy cercanos a su hermano Fidel Castro.

Lage, quien de todos modos conserva su cargo de vicepresidente, será reemplazado por un militar, el general José Amado Ricardo Guerra; mientras que el cargo de Pérez Roque pasó al vicecanciller Bruno Rodríguez.

Otro cercano al convaleciente líder revolucionario que ha sido destituido sin dar explicaciones es el vicepresidente Otto Rivero, quien tras la crisis del “balserito” que finalmente fue devuelto por EU a Cuba, fue nombrado por el entonces presidente Fidel como responsable de la llamada “batalla de las ideas”, para frenar la propaganda antiimperialista.

Como suele ser habitual el régimen no explicó los motivos del cambio y se limitó a señalar en una escueta nota oficial leída por televisión, después de las noticias deportivas y el parte meteorológico, que los 10 cambios anunciados responden a la promesa de Raúl durante su investidura como presidente, el 24 de febrero del año pasado, de “perfeccionar” el régimen y “reducir” la administración del Estado.



¿Efecto Obama? Muchos, sin embargo, no pasan por alto que este golpe de Raúl coincide con el debate abierto en Estados Unidos sobre la idea de suavizar el embargo que Washington impuso a Cuba hace ya 45 años.

Según informa “elpaís.es”, aún hay muchos interrogantes, pero “todo indica que el régimen intenta prepararse para subsistir a su manera ante unos cambios que con la nueva administración del presidente Barack Obama parecen inevitables”.

Sin embargo, aunque el experto en Cuba del Lexington Institute, Phil Peters,

remarca que Pérez Roque “era muy cercano a Fidel y edificó su carrera política trabajando directamente para él”, señala que “nada indica que esto sea una reacción a algo ocurrido en Estados Unidos”.



Disidencia escéptica. La disidencia interna acogió la noticia con escepticismo y desconfianza.

Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), no reconocida por las autoridades, afirmó que es solo “un reajuste de nombres”.

A su vez, Martha Betriz Roque, de la Agenda para la Transición, destacó que han sido llevados al gabinete más militares de confianza del general Castro.

“Sencillamente, tenemos un Gobierno más militarizado y más envejecido. Balance general: más de lo mismo”, aseguró la activista opositora.

El economista Óscar Espinosa Chepe, uno de los 75 disidentes apresados en la oleada represiva de 2003, ahora excarcelado por motivos de salud, opinó que el cambio “refuerza la posición de Raúl Castro”, al tiempo que “se debilitan las personas del entorno de Fidel Castro”.



Perfil



Felipe Pérez Roque



Pese a que por su juventud no pertenece a la generación octogenaria de los que hicieron la Revolución junto a Fidel Castro, Felipe Pérez Roque, de 43 años, es considerado uno de los más cercanos colaboradores del anciano ex presidente, “casi su mano derecha”, aseguran en la isla. Su destitución como canciller, puesto para el que fue designado a dedo por Fidel cuando tenía 34 años, ha sorprendido porque no se le conocían malas relaciones con Raúl, aunque no hay que pasar por alto que el discurso del ministro de Relaciones Exteriores sobre el embargo y sobre EU es más duro que el del actual mandatario, quien en más de una ocasión se ha mostrado dispuesto a dialogar con Washington.



Carlos Lage



Aunque sigue uno de la veintena de vicepresidentes que tiene el régimen, cae un importante escalón en la jerarquía del régimen al dejar de ser jefe de gabinete, cargo para el que Raúl colocará a un general. Al igual que Pérez Roque, Lage es relativamente joven —58 años— y no procede del entorno militar, con el que tan a gusto se siente el presidente. Fidel lo premió con un cargo cercano al de primer ministro tras lograr rescatar a la economía de la isla del agujero negro en el que cayó cuando se derrumbó la Unión Soviética. Insiste en que no es un aperturista y no le gusta que en el extranjero lo bauticen como “la cara amable del régimen”.
Agencias en La Habana, Crónica, 3 de marzo

1 comentarios:

MJIM responded on 4 de marzo de 2009, 18:53 #

Según parece ,el actual mandatrio de la isla teme por su estabilidad Ya que por un lado su hermano va decayendo a causa de su menguada salud. él es ya una persona grande y los jovenes que ha destituido tienen no solo muchas posibilidades ,sino que a la vez mucha indepnedencia de criterio para tomar desiciones :por lo tanto en algun momento podrían hacerle sombra

Es lo mas posible ,ya que la desconfianza y la competividad en politica .son mucho mas frecuentes que la lealtad

Julia