Estados Unidos descarta el derrumbe del gobierno cubano y asegura que la economía de la isla es “menos vulnerable” que en 1989, cuando Cuba enfrentó un “periodo especial” durante la caída de la Unión Soviética.
Un documento filtrado por la página web Wikileaks, del 4 de junio de 2009, que alertó sobre rumores callejeros y en los medios internacionales de que Cuba podría acercarse a un nuevo periodo especial, Estados Unidos desestimó el derrumbe del gobierno encabezado por el presidente Raúl Castro y de su economía.
Lo observado por funcionarios de Estados Unidos fue que a pesar del endeudamiento y el desabastecimiento en sectores clave y de un régimen cercado por la insolvencia financiera, la economía de Cuba es “menos vulnerable” que durante “su crisis más oscura”, el periodo especial comprendido entre 1991 y 1993, señala el cable dado a conocer este fin de semana por el diario El País.
Entonces, 11 millones de cubanos enfrentaron una carestía extrema cuando el producto interno bruto de la isla se redujo 35 por ciento, según señala el cable, al perder el subsidio soviético.
El documento advierte que la economía cubana se mantiene “excesivamente dependiente de los mercados externos y de su acceso al crédito” y comenta que el nivel de reservas es “un secreto de Estado”.
También señala, que Cuba no prosperará con el centralismo económico y político, e incluso con fuentes más diversificadas de ingresos y créditos, y que “irónicamente y con el disgusto de nuestros colegas”, buena parte de los alimentos servidos a los cubanos durante la crisis (económica) procedieron de exportaciones de Estados Unidos”.
En el cable, los funcionarios estadunidenses anticipan la aprobación de la ampliación de trabajo por cuenta propia ante una crisis difícil de atajar por otros medios, pese a las asistencia económica de Venezuela y el comercio bilateral con China.
La legación apuesta por cambios en la toma de decisiones, con una descentralización en provincias y municipios, pero sin que el Partido Comunista Cubano libere su vigilancia sobre el desarrollo y la ejecución de las decisiones políticas.
Más adelante, los informes reiteran que no habrá cambios en el control estatal sobre los medios de producción y distribución, y afirman que sin apertura económica no habrá bienestar.
El documento confidencial señala que las herramientas más visibles de la economía cubana se encuentran en la asistencia venezolana y china, en las remesas de familiares en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, y en el turismo.
“Además, inversores extranjeros siguen interesados en sectores claves como los de hidrocarburos y el turismo, a pesar de los problemas de liquidez cubanos”, señaló uno de los análisis.
La diplomacia estadunidense predijo que el gobierno del presidente Raúl Castro estaba preparando a los cubanos para que “se valgan por ellos mismos”.
“El gobierno parece apremiar a los cubanos a que se busquen la vida , incluso los empujan a ello, pero la mayoría lo vienen haciendo desde hace años, con la ayuda de familiares en el extranjero y en el omnipresente mercado negro”, concluye el texto filtrado a los medios por Wikileaks.
Un documento filtrado por la página web Wikileaks, del 4 de junio de 2009, que alertó sobre rumores callejeros y en los medios internacionales de que Cuba podría acercarse a un nuevo periodo especial, Estados Unidos desestimó el derrumbe del gobierno encabezado por el presidente Raúl Castro y de su economía.
Lo observado por funcionarios de Estados Unidos fue que a pesar del endeudamiento y el desabastecimiento en sectores clave y de un régimen cercado por la insolvencia financiera, la economía de Cuba es “menos vulnerable” que durante “su crisis más oscura”, el periodo especial comprendido entre 1991 y 1993, señala el cable dado a conocer este fin de semana por el diario El País.
Entonces, 11 millones de cubanos enfrentaron una carestía extrema cuando el producto interno bruto de la isla se redujo 35 por ciento, según señala el cable, al perder el subsidio soviético.
El documento advierte que la economía cubana se mantiene “excesivamente dependiente de los mercados externos y de su acceso al crédito” y comenta que el nivel de reservas es “un secreto de Estado”.
También señala, que Cuba no prosperará con el centralismo económico y político, e incluso con fuentes más diversificadas de ingresos y créditos, y que “irónicamente y con el disgusto de nuestros colegas”, buena parte de los alimentos servidos a los cubanos durante la crisis (económica) procedieron de exportaciones de Estados Unidos”.
En el cable, los funcionarios estadunidenses anticipan la aprobación de la ampliación de trabajo por cuenta propia ante una crisis difícil de atajar por otros medios, pese a las asistencia económica de Venezuela y el comercio bilateral con China.
La legación apuesta por cambios en la toma de decisiones, con una descentralización en provincias y municipios, pero sin que el Partido Comunista Cubano libere su vigilancia sobre el desarrollo y la ejecución de las decisiones políticas.
Más adelante, los informes reiteran que no habrá cambios en el control estatal sobre los medios de producción y distribución, y afirman que sin apertura económica no habrá bienestar.
El documento confidencial señala que las herramientas más visibles de la economía cubana se encuentran en la asistencia venezolana y china, en las remesas de familiares en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, y en el turismo.
“Además, inversores extranjeros siguen interesados en sectores claves como los de hidrocarburos y el turismo, a pesar de los problemas de liquidez cubanos”, señaló uno de los análisis.
La diplomacia estadunidense predijo que el gobierno del presidente Raúl Castro estaba preparando a los cubanos para que “se valgan por ellos mismos”.
“El gobierno parece apremiar a los cubanos a que se busquen la vida , incluso los empujan a ello, pero la mayoría lo vienen haciendo desde hace años, con la ayuda de familiares en el extranjero y en el omnipresente mercado negro”, concluye el texto filtrado a los medios por Wikileaks.
La Jornada, 6 de febrero.
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