Piratería gana batalla a los kioskos digitales

Los kioskos digitales para descargar música, tonos y audiolibros de forma legal instalados en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro parecen perder la batalla contra la piratería.

Las máquinas, que fueron instaladas en agosto del 2011 por la empresa iTodo para promover la compra de música de forma legal, están apagadas, rotas y olvidadas; y las que funcionan son utilizadas en menos de dos ocasiones al mes, según personal del Metro.

La empresa colocó en  estaciones del Metro 25 pantallas para descargar contenido por un costo de entre seis y 14 pesos.

Durante la inauguración, aquél 2011, el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, dijo apostarle a esta nueva modalidad para descargar música y acabar con la ilegalidad

“Queremos demostrar que con estos ‘kioskos’ gana el consumidor, los usuarios, la industria y por supuesto la ciudad, porque vamos a restar ilegalidades”, dijo el mandatario en su discurso aquella ocasión.

A casi dos años de su instalación, la mayoría de sus aparatos están desconectados, según constató este diario a través de un recorrido.

En la estación Zócalo, de la Línea 2 del Metro, el aparato estaba roto; en la estación Pino Suárez, estaba apagado y en Bellas Artes la máquina sí funcionaba; n obstante, de acuerdo con trabajadores, no es utilizada.

“Casi no utilizan las máquinas. Algunas personas preguntan para qué sirven y cuando les dicen pues de todos modos no saben cómo usarlas. Sé que se tiene que comprar una tarjeta, pero no sé ni dónde la venden”, afirmó uno de los policías.

La página electrónica de iTodo.com tampoco está actualizada; su último “post” fue en mayo del 2012.

La empresa, de origen brasileño, prometía descargar un disco de 20 canciones en 15 segundos y los contenidos podían ser almacenados en una memoria USB, iPod, teléfono celular -a través de Bluetooth o tarjeta de memoria-, reproductor mp3/mp4 y tarjeta de memoria.

El contenido digital iba desde 250 mil canciones, 75 mil tonos, 10 mil videos y 20 mil audiolibros, lo que, según la industria, lo convertía en la tienda física más grande de música y video.

La versión brasileña de iTodo llevaba por nombre FunStation y las máquinas fueron colocadas únicamente en tiendas departamentales. Al intentar rastrear la página en internet, ésta ya no está disponible para su navegación.

Ruth Barrios Fuentes, La Crónica, 28 de abril.